domingo, 4 de septiembre de 2011

MORIR UN POCO

Desde el viernes en la tarde que la sensibilidad de Chile vuelve a ser puesta a prueba... han pasado muchas cosas desde el 2010 hasta ahora... y que un avión se caiga no es una gran novedad en las noticias... pero en el caso actual el hecho que dentro del avión fueran personalidades de la televisión lo vuelve una tragedia desgarradora, peor aún cuando después de días no se encuentran los cuerpos. En general hay mucha gente conmocionada... otros no, me ha tocado oir gente que han sentido que todo esto es una saturación mediática que tapa que el presidente baje más la popularidad o que deje en segundo lugar el conflicto estudiantil... a la vez es sorprendente ver como gente de todo Chile llegue hasta el canal para depositar flores, mensajes y despedir al conductor de televisión... ¿Por qué tanta devoción?... en realidad es parte de lo que hemos ido creando cada momento con nuestras soledades... cuando ya no nos quedó nada que hacer, cuando el cine subió de precio y los libros son un caro lujo para la sociedad de Chile, la televisión parece ser democrática y libre, por lo mismo hay personas que se sienten acompañadas con lo que se programe... y para ellos tener al mismo conductor todos los días era una parte de su cotidianeidad que ya no existe... y vaya que duelen las ausencias. Creanme que yo las entiendo... como entiendo a mis compañeras y amigas que lloran la partida... es un luto que ha hecho bajar las banderas de Chile y calmar por un momento el clima de violencia que actualmente inunda las lacrimógenas calles de Santiago de Chile.

Un hombre cualquiera (Luis Olivos) está bombardeado con los colores que ven sus ojos al salir cada día a caminar, ese mundo que las vitrinas exhiben es casi una obligación que tenemos desde que nos levantamos hasta que nos dormimos de tener, de comprar, de consumir... así sin darnos cuenta de una u otra manera nos vamos volviendo parte de una agonía que nos obliga a gastar para saciar esa extraña sensación de necesidades que nos creamos en cada paso que arrastramos por las calles. Ese es el recorrido que Luis hace todos los días, se viste con su corbata y traje para caminar por un mundo que es suyo pero que no le pertenece... ese mundo lleno de personas serias, de la bohemia de los oficinistas, del sexo y del descanso.


Es en ese mundo en que se muestra lo cotidiano del hombre común, tan común que si llegara a morir no tendría las pompas que hemos visto hoy... la muerte de Luis sería (o fue) una instancia que se perdió en su historia sin que supieramos más de su existencia. Mientras mira que la gente que está muerta mucjas veces vive mejor que los que estamos vivos. Es que algo malo hay en Chile que hace que las cosas no tenga mucha razón, no es que los pobres sean los desafortunados, es peor aún porque la clase media como Luis tampoco tiene una vida de privilegios, y se vuelve tan vulnerable con la pobreza más dura... la resignación de seguir así puede más, como si la próxima vida asegurara un mundo mejor... o como si la otra vida existiera realmente... el mundo de Luis se va desmoronando en cada momento.




Covacevich decía que "Todos los días, el hombre sale a la calle a morir un poco, en vez de salir a vivir. De la casa al trabajo, del trabajo a la casa. Y una vez al año, a la playa. Todos los días, la presión de las cosas, de los objetos: vea, vea, vea; compre, compre, compre; vaya, vaya…" en esa soledad que ahora nos hace sentir huérfanos de televisión... pareciera que para algunos la vida se vuelve vacía, en que lo más importante es hablar de los escándalos de los personajes, mientras las desigualdades siguen creciendo hacia un momento en que pudimos hacer otras cosas... se necesitaba y se necesita ahora... después de tanto llorar, mirarse al espejo, lavarse la cara y mirar a los lados para ver que las cosas no son tan justas, que el color de nuestras vidas es más opaco que otros, que eso que no nos deja dormir, que el miedo a lo desconocido nos tiene mal... tan mal que seguimos llorando por lo que no estan y nos queda solamente... empezar a cambiar y pedir que nos toque morir un poco... al contrario vivir... vivir harto, tomar el aire que nos tenemos el privilegio de respirar tomarlo y exhalar que aún somos afortunados, pese a las penas, y seguimos viviendo un día más.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Morir un poco en cinechile
4.- Morir un poco la puedes encontrar en el sitio vienticuatrofps
5.- Escenas


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