EL HOMBRE DE LONDRES

Money, Get Away. 
Get A Good Job 
With Good Pay And Youre 
Okay. 
Money, Its A Gas. 
Grab That Cash 
With Both Hands 
And Make 
A Stash. 
(Pink Floyd, 1973)

Cada vez que miro mi cuenta corriente, pienso en las ganas que tendría de recibir una herencia de un familiar que no conocí, ganarme un premio, o encontrarme un fajo de billetes. A pesar que la última opción es la que veo menos probable, no porque no pueda pasar, más bien por lo cobarde que soy, en un país que está completamente lleno de cámaras, encontrarse una bolsa con dinero puede ser una cámara indiscreta, o en alguna situación en que te quieran probar, o un balurdo en el que por más que cada cierto tiempo le dicen a la gente que no crea en el cuento del fajo de billetes, siempre cae alguna persona que está con la misma necesidad de un "milagro" económico.

GEORGE WASHINGTON

Puede que lo contara antes, pero una vez mientras estábamos en una salida de estudios por diversos barrios de Santiago con una profesora experta en temas de vivienda social, ella pasó por un sector de la Gran Avenida, ahí ella comenzó a decir que ese lugar era de viviendas sociales, pobreza y delincuencia, muchos de mis compañeros extranjeros tomaban apuntes al respecto, pero para mi era bastante extraña la sentencia de la profesora, porque ese barrio era donde había vivido por más de veintiseis años, y nunca lo sentí ni un barrio de viviendas sociales, ni de delincuencia y tampoco de pobreza. Pero luego de analizar el contexto de su lugar de origen entendí que para ella (como para varios) todo lo que no fuera de las comunas altas, era pobreza.
Mi barrio de infancia nunca lo sentí así, nunca escuche de un robo, una pelea o un asesinato, mis vecinos morían de viejos pero nada era como ellos creían que fuera... son los estereotipos que se ven más constantemente de lo que se cree, como el periodista que cada vez que va a una cancha de futbol de niños de un barrio pobre, cree que las instalaciones se hacen para que se escapen del "flagelo" de la droga y la delincuencia. Las ciudades no son tan deterministas como muchos creen y el mundo tiene más gente buena que lo que los medios nos quieren decir en el noticiero.

SER O NO SER

¿Qué es más noble para el alma
sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna 
o tomar las armas contra un mar de adversidades 
y oponiéndose a ella, encontrar el fin? 
Morir, dormir… nada más; 
y con un sueño poder decir 
que acabamos con el sufrimiento del corazón 
y los mil choques que por naturaleza 
son herencia de la carne… 
Es un final piadosamente deseable. 
Morir, dormir, dormir… 
quizá soñar. 
(Hamlet, Shakespeare)

Esa imagen de la calavera en la mano de Hamlet cada vez que se lee o se ve, se vuelve más reveladora... es que la vida nos va dando opciones constantemente que se basan entre el blanco y negro. Me pasó en mi antiguo trabajo que de un momento a otro algunos hablaban de bandos, pasa en Chile entre la izquierda y la derecha, pasa cuando hay que hablar de lo que pasa en Gaza, o en la reforma educacional. La vida parece ir obligándonos a ser o no ser, a veces somos... y lo que nos toca ser va por nuestro bien o el de otros, las otras nos toca no ser... sin embargo eso ya es una decisión que obliga siempre a "ser".

LA MATÉ PORQUE ERA MÍA

"Porque el amor 
cuando no muere mata
porque amores que matan
nunca mueren"
Joaquín Sabina

Es cierto, nosotros los hombres también nos enamoramos, a veces por segundos cuando pasa una mujer hermosa cerca, cuando vemos una sonrisa o al llegar la primavera. A veces por años cuando materializamos el futuro con el presente, llenándonos de esos recuerdos de besos y placeres que llevamos incrustado en nuestro corazón.
Puede que nos enamoramos de muchas, o que nos confundamos en lo que deseamos, lo que soñamos y lo que tenemos... que increíble esa cosa que creamos alguna vez y lo llamamos amor.
Entre nosotros es más cotidiano que hablemos de fútbol, de trabajo, de películas... pero hablar de amor... no es tan común... de mujeres si... de las otras más que de las nuestras, separando el mundo que está en nuestra cabeza y el que pronunciamos entre amigos... a menos que un poco de alcohol mezclado con lágrimas abra la ventana del cuarto más íntimo que tenemos en nuestra alma para contar lo que sentimos.