viernes, 23 de septiembre de 2011

CHILE, LA MEMORIA OBSTINADA


Volver a los sueños rendido por la ausencia, 
diferente, sin certezas por ver y sentir. 
Preciso no es fácil decir 
aquello que el silencio 
guarda como una fábula. 
Venir de tan lejos, vencible, 
con la marcha del tiempo en los hábitos, 
y en los labios la esperanza, la risa y nostalgia. 
No es con razones que puedo explicar 
lo distinto que estoy en la misma luz 
y es inquietante saber que las sombras 
cambiaron sus formas de acontecer. 
Nada se olvida porque hasta el final 
atado quedó en mi vida 
el espacio que se nombra mi país. 
Hace unos años mi mamá sufrió un atropello por un bus del Transantiago, afortunadamente ahora está bien, pero en esos momentos el impacto fue tan fuerte que no supo que le pasó, pese a que su rostro quedó desfigurado con grandes hematomas. Ahora después de un año y medio de ese maldito 22 de enero, ella aún no recuerda nada de los sucedido, fue tanto el golpe que su memoria olvidó por completo ese trágico momento.


Creo que a Chile le pasó lo mismo, sigue en el shock que hizo olvidar... (u omitir) lo que pasó. Si bien ya se podía decir Allende fuerte, y de mostrar lo que pasaba, pero saber que fue la Unidad Popular y quienes fueron sus responsables, ya sea de la izquierda o de la dera recha, ahora que están de vuelta hicieron funcionar la máquina del olvido. Por lo mismo Patricio Guzmán decide tomar nuevamente los rollos de La Batalla de Chile, que hasta los años noventa, nunca fue proyectada en algún cine de Chile. Otro reflejo del miedo y la autocensura reinante con la nueva democracia. La historia calificada como uno de los diez mejores documentales de esa década. El tío de Patricio Guzmán se arriesgó a guardar los rollos y la embajada de Suecia se encargó de sacarlos por valija diplomática, mientras Patricio estaba preso en el Estadio Nacional, los rollos viajaban hasta Estocolmo para el montaje.
Ahora veintitres años después del golpe militar, se hace necesario recuperar a esos personajes anónimos que estuvieron en la batalla, algunos se reconocen inmediatamente como los guardaespaldas de Allende, pero otros personajes ya no saben si son ellos o son otros... no sólo por lo que la película proyecta, también por lo que la vida hizo, todos los que estuvieron ya no son los mismo, en el fondo algunos tienen los mismos sueños, pero ahogados en el shock colectivo que vive Chile, nos disfrazamos de anónimos, el blanco y negro de la memoria se ha encargado de pintarnos el presente con otros colores. El tableteo de ametralladoras y las orugas de los tanques están alojadas en algún cuartel. Pero basta que un grupo de músicos entone una partitura de Venceremos por el Paseo Ahumada y se despierten sensaciones, algunos levantan el puño otros miran con cara de reprobación por lo que pasa... como si la nación de enemigos vuelva a reactivarse.


Mientras tanto los jóvenes que ven el documental van generando sus propias interpretaciones, mientras en un grupo de personas de derecha al ver el documental reclaman por el sesgo isquierdista que le dan. Lo mismo dicen algunas niñas en un colegio en que las opiniones divididas, mientras las lágrimas y el odio sale por los poros por lo que se hizo. Así Chile parece no haber aprendido mucho de todo lo que pasó en los últimos treinta años. La desigualdad que ha sido fruto de la obstinación de la memoria, es la que aún nos tiene asumidos en la separación entre ellos y nosotros. No sirve de mucho que el skyline de una ciudad ahora se vea más alto, con nuevos edificios con la cordillera de fondo, el maquillaje con el que hemos pintado un país que parece moderno, sigue lleno de cicatrices que a la primera lluvia nuevamente salen a flote para decirnos que estamos igual que siempre.


Saludos a todos


Fui desgarrado de todas las señas 
que hicieron mi llama y mi descubrir 
y es de un distante lugar 
que los años me envían 
los signos de mi entender. 
Y, sin embargo, yo sé que total 
sabré compartir un día 
el espacio que se nombra mi país.
Cambiaron las vidas en torno de la espera, 
simplemente, por anhelos de ser y vivir. 
¡Abrir la frontera es el fin, latir desde la tierra 
en canción pura y única! 
Presente y lejana la esencia del motivo, 
el comienzo, la memoria, 
la raíz de la luz y del amor. 
¡Es siempre frágil la constancia del volver, 
voz y lágrima!



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Chile, la memoria obstinada en cinechile
4.- Película completa en Luciano Cruz videos
5.- Película en Youtube.

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