El deslinde entre nuestra realidad y lo que soñamos, muchas veces se encuentra separada por un fuerte cauce que nos hace mirar hacia el otro lado del río como nuestra otra vida. Ahora es fácil decir que simple es cruzar un río... antes no era igual, era la barrera que nos protegía del miedo, de la muerte, de los otros. Ese curso de agua que nos separa nuestros mundos se conecta por frágiles elementos que nos ayudan a creer y crear mejor. A veces se disfruta del recuerdo con nostalgia, cuando en realidad uno debería disfrutar más por el presente que por el recuerdo. A mi me pasa con los días de colegio, los recuerdo como uno de los tantos hermosos momentos de mi vida. Fueron esas veces sentirse feliz de estar con los amigos, de sentir esa cosa extraña que se siente en el estomago cuando estás con alguien... esos primeros síntomas de amor, en esos días la vida parece sueño.Jesse es un niño tranquilo de un típico colegio estadounidense, con bus amarillo y matones incluídos, en el que dibujar el mundo personal es sólo para idiotas.
Un día de esos llega una niña nueva a la clase, Leslie una niña distinta. Después mientras venían vuelta a casa, Jesse con su hermanita descubren que la nueva compañera es vecina de ellos. La imcomprensión común del resto hace que ambos se sientan entendidos por si mismos. Es que canalizar los sueños nos acerca a la felicidad. En medio del bosque cercano a la casa hay un mundo por descubrir, sólo hay que saber cruzar el estrecho curso entre un extremo y el otro del río.
El otro lado del río es nuestro propio cosmos, ese lugar que uno usa para evadirse de lo que agobia, Leslie y Jesse lo llaman Terabithia, es el reino mágico del otro lado del río, donde los gigantes, las aves mitológicas, los gatos y ejérctitos de insectos forman parte de ese mundo. Cuando el mundo soñado es mejor, el vivido comienza a ser más bello, de a poco la amistad y el amor van acompañando la aventura por un reino lleno de sensaciones. Las diferencias con los padres, las peleas en el colegio, los problemas con los profesores son básicos cuando se tiene un reino mágico por que vivir.
Pero todo lo soñado y todo lo vivido puede cambiar, a veces la vida tiene esa dosis de crueldad que nos hace madurar, En la historia de Terabithia los caminos no son más fáciles, la amargura de lo que no se dijo se paga caro, sólo queda mejorar lo que se hace, construir los caminos, allanar el pasado y por sobre todo amar, con todas las ganas, con todos los sueños, que no queden abrazos sin dar, ni besos esperando labios. que no queden palabras en la garganta, ni lágrimas en los ojos, que se ocupen todas las sonrisas, que se aprovechen las compañías... Porque no basta una cuerda en medio de un río para separar nuestros mundos, necesitamos construir el puente a lo que soñamos, y no esperar descansar para llegar a los sueños.
El puente hacia Terabithia, es una historia fuerte pero hermosa, a lo mejor no es para niños tan pequeños, pero cuando se trata de soñar y vivir, Disney nos ha regalado muchas visiones del otro lado del río, de nosotros depende seguir construyendo las facilidades para vivir lo que soñamos. El reino de Terabithia, intenta superar las ausencias definitivas, el recuerdo es el motor de la creación, no hay que rendirse, secarse las lágrimas, limpiarse la cara y levantarse nuevamente. El resto es sólo seguir creyendo en que todo puede suceder.Muchos saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer.
