Hace un tiempo había colocado una ventana externa con un libro de visitas, en el que preguntaba cual era la película de la vida de quienes leían... al igual que este blog... no tuvo muchas respuestas, pero las pocas que hubo fueron todas interesantes, entre ellas me llegó la recomendación de esta película. Eso me mantiene en pie con esta idea, más que los comentarios... es la idea de lanzar botellas con mensajes al mar... no me desanima los pocos comentarios... a muchos les sorprende que el blog siga... pero la verdad todavía no veo la necesidad de cerrarlo, siendo que hay mucho que contar, tengo muchas cosas de la vida en treinta y cinco milímetros para contar.Que a uno le gustan muchas mujeres, no quiere decir que se enamore de todas... fuera así estaría enamorado de muchas conocidas, compañeras, amigas, actrices de cine, princesas, faraonas y caricaturas (sobre todo si son de Milo Manara)... desde esa perspectiva pareciera ser o creerse que uno es infiel por naturaleza... pero la palabra infidelidad es un poco más fuerte... y decidora...
Conocí a una persona infiel a la que le pagaron con la misma moneda... sin saber él, que tenía unos cuernos de Alce rojo... fue perdonado fácilmente y en menos de tres meses pasó de gigoló estafador e infiel (vida ejemplar) a hombre perdonado, casado y padre de familia... ¿nunca se preguntó, porqué lo perdonaron tan rápido?... parece que algunos creen que la infidelidad es como la aritmética... en que menos por menos da más... la verdad no creo que sea así.... que triste sería que las sumas de las restas dieran positivo en el amor.
Tengo otros conocidos que viven con la duda de la infidelidad, les ronda constantemente y sufren pensando en ello, la señora Chan tiene un esposo que viaja constantemente, su soledad se acompaña por una melancolía constante, que le "ayuda" a pensar... a veces no es bueno pensar... la reflexión atormenta... en algunos seminarios religiosos se tiene a los religiosos lleno de actividades... parece que entre tanta actividad la reflexión queda guardada en un cajón. La mirada baja y la tenue voz se convierten en esa difícil lágrima oriental. La ausencia se hace una constante para los vecinos y lo cotidiano acompaña.
Si en el amor menos por menos no da positivo, dos tampoco es lo mismo que uno más uno (como dice Sabina)... Chow Mo-Wan por su parte es un jefe de redacción de un diario, es casado pero su esposa constantemente viaja... la Señora Chan y Chow son vecinos con mucho en común, se han acostumbrado a sus mutuas soledades, esperando en el umbral de la puerta el momento del regreso del amor. Las rutinas comunes, las tardes jugando al mahjong van construyendo una amistad entre ambos que cada vez se acompaña más.
Las coincidencias de a poco van demostrando algo anormal..., son como esas suposiciones extrañas que uno tiene pero que no cree, no por imposibles... más bien por improbables... pero... ocurren, en este caso ambos descubren que sus cónyuges respectivos son amantes. La amistad toma otro cariz, no de venganza, más bien de amistad... una amistad entre las vistas ajenas y un deseo mutuo de amarse...¡cómo se nos va la vida sin decidirnos!, cuanto tiempo perdemos tratando de decir te amo, como si nos sobrara vida para hacer todo lo que soñamos... los tiempos pasan y lo que pensamos y deseamos combate contra los secunderos que giran con su golpeteo de muerte, indicando los pasos que no damos, los besos que perdimos, las sonrisas que no entregamos y los te amo que callamos.
saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Quizás, quizás, quizás.
4.- Trailer
