Sin embargo la aritmética simple indica que también existió un 44% que quería que Pinochet siguiera en el poder, no era una cifra pequeña y desde esos números Chile comenzó a vivir un extraño y adormecido ambiente en que el miedo y el "respeto" hicieron que el país de enemigos que hemos tenido por años, se de una especie de "tregua" que el cine de ficción y la generación más directa se encargará de mantener intacta para no herir a ningún sector del país.
Las palabras de "Justicia, en la medida de lo posible" dicha por el presidente Patricio Aylwin son claras y ahora al mirarlas con el tiempo también fueron desafortunadas... porque ahora las estamos padeciendo completamente.


La dictadura se encargo de fabricar sus propios enemigos en forma constante ya sea partidos de la UP, de la iglesia, de quien fuera que no estuviera de acuerdo con lo que proponían. Ahora en el presente al encontrarse Ramírez con Zuñiga éste último lo saluda con cariño, por el recuerdo de esos días de "guerra" los conduce en medio de un bar en que el sargento se encuentra con sus camaradas de armas que forman parte de una cofradía que podría "proteger" a esos violadores de derechos humanos de los que la nueva democracia podría hacer. Pero pese a ello la mirada destruida de Ramírez lo vuelve a transportar al día en que asesinando a prisioneros que pasarían a la lista de desaparecidos nota que uno de los baleados se encuentra vivo... y en vez de rematarlo prefiere hacerlo escapar.
La democracia que realmente se soñaba, quería llegar para hacer justicia (no venganza), para encontrar a todos los desaparecidos, a encarcelar a los asesinos... pero la medida de lo posible construyó un mundo onírico como el que el Capitán Mandiola (Nelson Villagra) veía en las discusiones que tuvo con la voz de Marambio, así era la guerra que el imaginario talló en las vidas de quienes estuvieron en el frente de las ilusiones. Para Ramírez ya no habían fechas, para Marambio no había guerra, para Zuñiga había muerte y para Carrasco (José Secall) el preso que logró sobrevivir gracias a Zúñiga, estaba en su sueño el día en que se encontrara nuevamente con Zuñiga y logre la justicia.
Como si una premonición se hubiera plasmado en los rollos de treinta y cinco milímetros de Amnesia nadie fue capaz de hacer justicia, ni los buenos ni los malos, ni ellos ni nosotros, ni la derecha ni la izquierda... nadie pudo volver a asesinar, simplemente y pese a todo se sentaron de nuevo en la mesa para ver como un pescado largo y angosto tenía su cabeza cercenada sin destino.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
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2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Amnesia en cinechile
4.- Amnesia en Patio de Butacas
5.- Escenas