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domingo, 1 de julio de 2012

EL PEZ QUE FUMA


Claro que con los años una va 
más ligera al mercado del amor 
y los abraza por rebaños. 
Pero los sentimientos 
se vuelven sorprendentemente fríos 
si se escatiman tanto 
(al fin y al cabo no hay provisión que no se acabe). 
Gracias a Dios 
todo pasa deprisa, 
la pena incluso; 
también el amor. 
¿Dónde están las lágrimas de anoche? 
¿Dónde la nieve del año pasado?
Bertolt Brecht

Entre el cine de Godard y la serie Game of Trones, pasando por las canciones de Sabina aparecen ellas, las señoritas del amor maldito se han convertido silenciosamente en personajes importantes dentro de la cultura. Son parte del cotidiano latinoamericano, tal vez por lo mismo que han sido personajes importantes en el ideario de la literatura, la música, el cineyo la pintura. Por eso para comenzar el (ya clásico) especial de julio de películas latinoamericanas, es que inauguramos con el clásico venezolano de los años setenta.


Desde lejos un fisgón (Rafael Briceño) mira por su telescopio el burdel del barrio, también a lo lejos por el camino ve como se acerca un camión de muebles hasta el lugar. Siempre es una alegría cuando llegan mejores instrumentos de trabajo, para las prostitutas es una alegría que lleguen nuevos colchones. Todas los cambian menos la Garza (Hilda Vera) tiene muchos recuerdos y no quiere perder el olor del tipo que ama realmente, ella también es la dueña del local "El pez que fuma" que ofrece show y mujeres en el mismo lugar. El ambiente del lugar es siempre de fiesta cuando se ven los billetes volar mientras existan hombres dispuestos a pasar un rato con las putas caraqueñas del burdel de mala muerte. Pero con la Garza también está su nueva pareja Dimas (Michelangel Landa) otro tipo de dudoso linaje, que está más acostumbrado a robar y traficar.

Un día en la mañana llega Jairo (Orlando Urdaneta) a conversar con la Garza, después de pasar tres días preso llega decidido al prostíbulo a buscar trabajo, las "cartas de recomendación" vienen del interior de las rejas del Tobías (Ignacio Navarro) el enemigo declarado de Dimas. ¿Qué raro que Tobías recomiende un joven al prostíbulo de su enemigo? pero en realidad desde la sombra aún sigue enamorado de la Garza. Pero así todo Dimas poco a poco va confiando en el "enviado", un poco de venganza es siempre buena. La verdad no se sabe si Jairo es traidor o fiel a "El pez que fuma", pero en un ambiente como el que hay en el lugar es más importante estar vivo y bien. Tratando de seducir a la Garza y la Selva María (Haydée Balza) el ambiente se vuelve delicado mientras más se adentra del mundillo.

No se trata de hacer juicios moralizantes, ni de aplaudir un ambiente... los prostíbulos por mucho tiempo han sido parte del imaginario urbano de absolutamente todas las ciudades, están en los pueblos mineros, donde hay camioneros, en los seminarios internacionales como damas de compañía, en el eufemismo de siempre como escort, jineteras o como sea. No tienen vidas fáciles, tampoco digo que sufran con su arduo trabajo, pero son parte de ese mundo oscuro que gime bajo los faroles rojos que aparecen en algunos puntos de la ciudad, entre las sombras de la noche con una cartera y una peluca. No siempre terminan bien las cosas en los antros de mala muerte, son los tinteros de sangre donde las plumas de la crónica llenan con tinta roja llenan los diarios, para inmortalizar el olvido de personajes de trajes, joyas y muerte tanto en Caracas, como en Santiago de Chile la historia es la misma... hay muchos peces que fuman por nuestras sombras esperando cada noche otra fiesta hasta el amanecer.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- El pez que fuma
4.- Trailer


5.- Película completa

miércoles, 14 de julio de 2010

POSTALES DE LENINGRADO

Tengo como tesoros, unos atlas viejos del mundo, tanta geografía y los caminos de la vida, me han hecho amar a los mapas como si fueran amantes. Los miro, pinto y admiro porque son piezas de arte llenas de aventuras y decisiones... al final lo que ellos representan son decisiones, son libertades y opresiones, son bellos nombres e ideas en común. Las líneas azules me hacen pensar en grandes ríos, las líneas negras al lado del mar me colcan en costas, ver ciudades y límites de lugares que ya no están como cuando hubo dos Alemanias, cuando los bantustanes de Ciskei, Venda, Transkei o Bopusthawana aún aparecían indicando los tristes días de Sudáfrica... así en los mapas de antes aparecía Leningrado y Stalingrado... ¿dónde están ahora esos nombres?... La primera volvío a llamarse San Petersburgo y Stalingrado lugar de la batalla que cambió la historia del siglo XX, quedó en el olvido como Volgogrado, aún quienes viven ahí desean rebautizar su ciudad con el lugar histórico... así como las estatuas de Lenin caían en los años noventa... la historia se vuelve menos grave de lo que fue... Woody Allen dice que la comedia y la tragedia son los mismo, sólo que en diferentes momentos... así pasó con los años de sueños de nuestros padres.

Es que los años sesenta fueron los años de los jóvenes... no como ahora que creemos que somos joviales pero nuestras mentes tienen la influencia de los monitores y las pantallas, ahora que lo que gritamos se pierde entre tanta información, en que las poleras "Made in China" siguen con estampas del Che porque no hubo más rostros que imitar... en los sesenta eran mitos vivientes, Cuba había demostrado que se podían hacer cosas distintas. La revolución era algo lleno de sueños... hoy las cosas son las mismas y la palabra revolución está llena de moho, descascarada por la lluvia, el sol y las canas. En ese mundo nació la niña... y digo así porque no se su nombre... las guerrillas de las Fuerzas armadas de la liberación nacional, la FALN de Venezuela estaban caminando por las selvas intentando acabar con las injusticias.

Pero esta niña lo que cuenta en si, es su infancia mágica en que podían ser invibles, llamarse de verdad como quisieran y sobrevivir en un mundo de leve guerra civil, con ella estaba Teo (Laureano Olivares) un niño que esperaba a sus padres, que caminaban todos los días por la selva para llegar a Leningrado y desde ahí, mandar postales con imagenes de los cosmonautas, o de los lugares de esa ciudad, mientras el esperaba el momento del reencuentro en casa de sus abuelos. El mundo es muy pequeño a los ojos de Teo, la selva y Leningrado están a un paso, mientras la vida y la muerte pasan por su lado, sin comprender que los grandes esconde verdades complicadas que llenan de lágrimas.

Los padres en realidad (según los niños) están filmando una película con un director gringo que habla de las FALN. Mientras son perseguidos por el ejército venezolano y unos señores de traje y lentes oscuros, que tratan de encontrarlos, mientras ellos transportan armas, asaltan supermercados y se hacen pasar por locos en las cárceles.
Hoy parece todo parte de un cuento más mágico que el de esos días, Ñancahuazú en Bolivia vuelve a la tranquilidad, las sierras siguen más verdes y las cosas se cuentan con la soltura de un cuento de hadas, los fusiles están en las canciones y los sueños de Venezuela pese a toda la propaganda que el mundo da de ella, se siguen construyendo para armar "algo" un poco màs justo que lo que vivimos.

Pero las generaciones crecerán, nuestros sueños y odios... se siguen transmitiendo como nuestras verdades, nuestros dioses y el idioma seguirán ahí. El mapa se va agrandando y espero que alguna vez los hijos comprendan que todos los sacrificios que se hicieron, fue para que la vida fuera mejor... independiente de la postura que tomaron cuando hicieron lo que les tocó realizar, los niños siempre esperarán las postales de Leningrado... más que por las palabras, como un testimonio de vida y amor... en esa fragilidad se enciende la tierna mirada del mundo niño... sin duda el más hermoso de todos los que nos toca vivir.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Postales de Leningrado en Wikipedia
4.- Trailer