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martes, 22 de julio de 2014

EL VIAJE DE LOS COMEDIANTES

Un país me ha buscado sobre el mapa
y no ha encontrado nunca el menor trazo
y esa herida me venda la amargura
y la muerte se duerme entre mis brazos
Cantiga de la memoria rota - Patricio Manns

A veces uno piensa que la historia está enterrada lejos, perdida en los anchos estantes de las bibliotecas, pero pasa mucho más cerca de lo que creemos, lamentablemente no siempre para favorecernos. Mientras caen misiles en las ciudades, los políticos de derecha e "izquierda" en mi país se colocan de acuerdo en la casa de un señor importante para aprobar una reforma tributaria, sin acordarse de que existe un lugar llamado congreso y una mayoría que los eligió para que trabajaran en ese lugar... puede que escriba desde mi herida que me haga sentirme traicionado, pero analizando pasado y presente, me queda claro que hasta ahora la historia se hace nuestra enemiga directa de la felicidad, convirtiéndonos en cifras, hormigas y experimentos de que la gran escala cree de nosotros.

miércoles, 27 de mayo de 2009

RECONSTRUCCION

Que las verdades no tengan complejos
Que las mentiras parezcan mentiras,
que ser valiente no salga tan caro
que ser cobarde no valga la pena.

Es fácil cometer estupideces... en ese sentido creo que la crónica roja presenta más de tres cuartas partes de la estupidez del ser humano, por acciones irracionales se han cometido grandes bestialidades, mientras veo como las tripas de un conductor ebrio aparecen incrustadas en una barrera de contención como si fuese una brocheta, sus acompañantes destrozados en el lecho del río Mapocho me confirman que la irresponsabilidad es capaz de las mayores desgracias... así veo a otros jovenes que mataron a un joven a golpes cerca de la plaza Baquedano en Santiago... y así puedo seguir enumerando situaciones en que las malas decisiones pesan por toda la vida, veinte o treinta años de cárcel por elegir mal.

En los años sesenta, Grecia vivía los días de la Dictadura de los Coroneles, entre todas las cortinas de hierro el coronel Yorgos Papadópulos llega al poder en medio de confusos asesinatos. Grecia como gran parte del Mediterráneo parecía vivir en un momentos anacrónicos al resto de Europa. Mientras la guerra fría se iba a Vietnam y en París los universitarios querían prohibir prohibir... un asesinato en un pueblo en lo más recondito de la Helade conmueve al joven Thódoros. No todo pasa en las ciudades... no era el diputado Gregoris Lambrakis que inspiraría a Costa Gravas... era un hombre asesinado por su esposa... algo que parecía más simple.

Pero la muerte es tan compleja como vivir y el campo está llena de historias que quedan escondidas entre el arado, los árboles y el ganado. Mujeres maltratadas, niños explotados y hombres alcohólicos. Pero en el caso de Kostas (Michalis Fotopoulos) el regreso de Alemania parecía llenar de espectativas a sus hijos y él. Pero a los pocos días al entrar a su casa desde el umbral de la puerta una soga comienza a quitarle su respiración hasta desvanecerse... el cuerpo escondido pronto comienzan a esconderlo enterrado en un lugar cercano. Sin saber que pasó Kostas cae en manos de su esposa Eleni (Toula Stathopoulou)y de Hristos (Yannis Totzikas) el amante de Eleni. Es el precio de la soledad, conozco casos cercanos de personas que vivieron quince o veinte años lejos de su esposa... y el tiempo paga.

Parece ser el crimen perfecto, es un mundo rural... es decir alejado, pobre y que a nadie le interesa, los jóvenes no se quedan a aburrirse y prefieren las oportunidades de Atenas. Los árboles, la noche y los cerros parecen ser testigos de muchos de nuestros pecados... pero a la vez son mudos y parecen no hablar, pero la ausencia y las bajas noticias que se tienen de él... son leves susurros que cantan en oidos cercanos que algo no puede quedar en vano... y poco a poco la verdad se convierte en un monstruo, o mejor dicho un fantasma que aparece por cada rincón... en cada pregunta en cada piedra y peor aún... en los rostros de sus propios hijos. No hubo más remedio que confesar la verdad, Eleni asesinó a su esposo...

El inspector de la policía (Alejandro Alexiou ) comienza a reconstruir los hechos, a tratar de contar la verdad quien fue el que ahorcó Hristos o Eleni, ¿dónde estaban los niños?, ¿dónde quedó el cuerpo?... el pueblo desconocido apareció en los mapas nuevamente... y así entre todos, incluidos nosotros, comenzamos a armar el rompecabezas de este simple crimen. Nunca se sabe completamente que fue lo que ocurrió, solo verdades que parecen mentiras, omisiones y secretos... escribo esto mientras veo como del nicho del Cementerio General de Santiago exhuman el cuerpo de Víctor Jara, después de tantos años y tantos mitos... para ver el cuerpo acribillado, como si los secretos se escondieran en el feretro humilde lleno de flores cercanas al patio 29. Las verdades están afuera... así como esa luna, la noche y la cuerda vieron como Eleni y Hristo asesinó a Costas, en esos días de la dictadura de los coroneles griegos. La muerte Víctor Jara se encuentra llena de ojos que vieron, de dedos que apretaron el gatillo, de oidos que escucharon las ráfagas, de militares que dieron la orden, de conscriptos temerosos que supieron, de presos que guardaron en secreto un poema, de canciones que denunciaron, pese a las cuarenta y tantas balas que perforaron el cuerpo de Víctor el cuerpo de Víctor se reconstruye nuevamente como los viejos mitos egipcios, mientras en el cielo el planetoide 2644 sigue vigilando la noche esperando el día en que los que hoy se camuflan con otros trajes sean descubiertos y nos ayuden a reconstruir todas la verdades.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Página de Theo Angelopoulos
3.- Escena inicial

4.- Canción inicial.

Anaparastasi - ost
5.- Fotogramas

6.- Debo reconocer que esta ha sido una de las entradas más complejas que he realizado... y no puedo dejar de mencionar que Ibermedio es quien ha hecho esta recopilación con el cine de Theo Angelopoulos entre 1970 y 1977... una edición que no me arrepiento de haber traido de Barcelona.