París, Yo no te tuve nunca Tú me tuviste a mí París,No me buscaste nunca Y yo te encontré a ti París,No me pediste nunca Lo que yo no te di París No me preguntas nunca No me has mirado nunca No quieres saber nunca Lo que yo sé de ti París
París.
Paris, en mi Santiago nunca me imaginé de ti Paris, tu nombre casi nunca Se despertaba en mí,
Paris Eduardo Carrasco Ismael Oddó
Casi nadie entiende mi amor por París, me ha bastado estar dos veces, el hecho de estar en una ciudad es algo que te envuelve con todos sus sentidos y la capital francesa cuando me tiene me envuelve, me acurruca y me susurra al oido toda su belleza, su historia y sus olores. Desde esa llegada por Orly la primera vez y un bello reencuentro de por medio, la ciudad fue paseando por mi, yo no podía creer que de verdad la Torre Eiffel se veía desde todos lados, era mi primer pie de verdad en el viejo continente y desde ahí el parámetro quedó alto, el resto de lo poco que he conocido es bello, pero hasta ahora absolutamente ninguna otra ciudad la ha superado en la belleza y en los recuerdos.
Será eso lo que me interpreta Gil (Owen Wilson) cuando le oigo hablar de la ciudad luz desde el interior de sus entrañas, porque ha sido eso lo que le hizo que los adoquines y la forma en que se escriben los nombres de las calles sean inolvidables. Para un escritor de guiones de Beverly Hills encontrar los espacios en que sus héroes del pasado caminaron siempre son sorprendentes. Un historiador al pasar por Notre Dame se encuentra en el lugar en que se coronó a Napoleón, un músico en Montmartre va por los caminos de Cole Porter y Edith Piaf, o un cinéfilo por las calles de Truffaut y Godard... todos en París buscamos nuestros fantasmas, incluso nuestros latinoamericanos Violeta Parra, Quilapayún, Cesar Vallejo, Julio Cortázar, Atahualpa Yupanqui, Borges, Vicente Huidobro entre tantos aún siguen rondando por las calles parisinas.
A todos no les ocurre lo mismo con la ciudad, tengo conocidos que la encuentran peligrosa sucia y a los parisinos desagradables, a otros simplemente no se sorprenden tanto, como la misma novia de Gil, Inez (Rachel McAdams) que viajó junto con Gil invitados por sus padres John (Kurt Fuller) y Hellen (Mimi Kennedy) por supuesto ambos pertenecen al ala más conservadora del partido republicano por lo cual odian cualquier lugar que ponga en duda sus políticas internacionales... al mismo tiempo tienen que soportar al novio de la hija que resulta un escritor "izquierdoso" que está enamorado de la ciudad. Se pone peor el viaje para Gil cuando llegan los "amigos" de Inez; Carol (Nina Arianda) y Paul (Michael Sheen) con los que quieren recorrer la ciudad, una mañana en Versalles ya nos demuestra que Paul es uno de los tantos pedantes seudointelectuales que en París también se inspiran llegando a corregir a las guías de turismo (aunque sean primeras damas)...
Entre taninos y toques de fruto, que según Paul tienen los vinos, los efectos en Gil parecen llevarlo por caminos distintos. Es que París tiene esas calles que invitan a perderse para encontrar un circo romano de la época antigua o una tienda de paraguas, los caminos de Gil se pierden por una calle en que la borrachera lo lleva hasta un viejo Peugeot de los años veinte. Al entrar se da cuenta que todos parecen sacados de una fiesta antigua, en la que las personas comienzan a aparecerse a sus próceres de la "Edad de Oro" de París así sin darse cuenta en la fiesta se le presenta el mismo F. Scott Fitzgerald (Tom Hiddleston), Cole Porter (Yves Heck) y Hemingway (Corey Stoll), éste último le presenta a quien le corrige sus escritos Gertrude Stein
(Kathy Bates) en su casa es donde encuentra a la novia de Pablo Picasso (Marcial Di Fonzo Bo), Adriana (Marion Cotillard) una hermosa mujer con la que su inspiración comienza a brotar.
Pero en la mañana vuelve a aparecer en el nuevo milenio, como si todo fueran sueños es que cuesta imaginar que todos los grandes de la edad de oro estuvieron juntos, desde Dalí, Buñuel, Picasso en los mismo barrios y en los mismos bares, la nostalgia invade las épocas de una manera tan fuerte que nos hace añorar el viajar por el tiempo para haber vivido con todos esos nombres inmortales, como la Belle epoque de los impresionistas, o incluso con los rockeros de los setenta en Londres. Tanta nostalgia y memorabilia que está de moda por todas las tiendas y bares, nos hace olvidar que aún está vivo Woody Allen para entregarnos nuevas historias... y que tenemos nuestros nuevos grandes nombres que poblarán nostalgias futuras, además de disfrutar los pasados seguiré esperando los nuevos discos de Air, las nuevas películas de Wes Anderson, Kitano o Kim Ki Duk... que viva el presente!... porque desde él hemos descubierto el pasado.
Yo no sé cómo hay quien malversa la vida, cómo hay quien invoca una herida, como pueden gastar el amor. Yo no sé. Como si nos faltaran cadenas, como si nos sobraran las cenas, como si diera dicha el dolor.
Yo no sé si el mal tiempo trae mala fe, si la desesperación hace blanco y se cierran los laicos colegios. Si se vuelve al sortilegio y aprendices de delfín creen llegar a Merlín.
Woody Allen se merece todo el respeto de los años... este blog y éste mes dedicado a él me lo confirma, por lo mismo me revienta que aún existan esos malditos críticos que dicen que sus películas son de baja calidad o que dicen... después de fracasos como Vicky Cristina Barcelona y Scoop, o Septiembre o tantas otras... siendo que practicamente el noventa por ciento de la cartelera del mundo es basura olvidable, y hasta ahora... por más que algunos digan que es más de lo mismo, que es un degenerado, etc... siempre sus historias son más honestas que otras... será que hoy para mi fue un mal día, que la decepción y la depresión están más intensas que me he puesto menos tolerante... al ver que en Ecuador la democracia tambalea por unos militares o que en los noticiarios de Chile las noticias muestran un país completamente distinto al que leo en las redes sociales, me hacen refugiarme en el cine... como si las extrañas profecías de Truffaut de que el cine es mejor que la vida real parecieran ser reales... me da pánico terminar como Cecilia en La Rosa Purpura del Cairo que prefirió quedarse en la fantasía de una sala de cine que afrontar su realidad... ahora me siento en una época de sortilegios y augurios de bolitas mágicas... mientras los malos rumores y los miedos abundan.
Cuando el presente se ha vuelto un nube negra, cuando ya no quedan siquiatras, ni sicólogos; lo único que separa saltar de la ventana es la vidente... esa señora con mágicos poderes que lee las cartas, nos lee la mano, el ojo, el té, el tarot o el aura... yo he acudido... me han dicho que no tendré hijos, que no me casaré... que me enamoraré de una mujer que tendrá tres etapas esa historia, que seguiré en mi trabajo, que viajaré, que podría tener un accidente y así muchas cosas... algunas de ellas ciertas hasta ahora... pero pese a ello no creo en esas cosas... porque al final siempre he sentido que no me dijeron nada nuevo... sólo lo que quería escuchar... no se como lo hacen... pero me dijeron lo que quería o que pensaba... pero para Helena (Gemma Jones) no es lo mismo... mucho mejor que una masajista encontrar a la mentalista Cristal (Pauline Collins) ha sido lo mejor que le ha pasado después de los terribles últimos años de su vida. Después de que su esposo por más de veinte años, Alfie (Anthony Hopkins) la abandonara, muriera un hijo y su hija Sally (Naomi Watts) tenga momentos económicos difíciles, el aura de buena fortuna que Cristal ve en Helena parece ser algo esperanzador.
Todo parece resultar cierto... porque Alfie después de un día de espanto descubre que la muerte está más cerca... y por esa razón, decide hacer ejercicio y tener una vida sana... es ahí donde conoce a Charmaine (Lucy Punch) una mujer mucho menor que él, de la cual se enamoró... a pesar de que el oficio al que se dedica se busca en la páginas del diario y se le llama por celular. A su vez Sally se encuentra casada con Roy (Josh Brolin), un "escritor" que alguna vez tuvo éxito... tanto así que dejo la medicina para dedicarse a su talento... no son grandes los augurios... pero pese a elo y ya bastante trastornada por los sucesos... la vida de Helena se mueve directamente por los hilos de una charlatana iluminada sacando de las casillas a cualquiera... En realidad interpretar lo que los sueños, el pasado o las visiones dicen no se aleja de la realidad... buscamos respuestas en las cosas de lo que nos pasa... como si todos vinieramos con el aura predestinada al mejor estilo de Calvino.
Así transcurre la vida en los distintos personajes, sin darse cuenta que a veces odiando a Helena... las cosas parecen tener sentido... o será que nuestras vidas son tan predecibles que por estadística las cosas se dan como se transcurren... sin sobresaltos... esperando al amor de la vida o confomándose con el amor que se tiene como si la predestinación existiera... o peor aún como si el futuro fuera algo cierto... siendo que al final es sólo un presente imaginario de un pasado real... Helena, Sally, Roy y Alfie están perdidos por sus vidas... ni contentos ni amargados... con llamas de esperanza por querer creer que lo que sienten es lo mismo que los otros... ay! que duelen las verdades cuando te las escupen en la cara, sientes que lo soñado, la esperanza y los empeñor parecen no valer.
Así es el cine de Woody Allen lleno de trucos de magias, de sicólogos, de Dios, de esas gafas oscuras, de perdedores alfeñiques, de grandes mujeres, de momentos en que pareces ver a Fellini o a Bergman, en que amas a Manhattan, en que envidias sus mujeres, en que te ries de la desgracia porque es la tuya, en que las palabras bailan se ríen y nos interpretan... ese fue el sencillo homenaje que éste mes le entrego... a uno de los mejores directores del mundo de los vivos... que espero que siga entregando lo mejor del cine... como las flores de las primaveras, como el vuelo de los molinillos de Amarcord... nos llegan a nuestros ojos el cine con la magia y el color de uno de los mejores de todos.
Saludos a todos y gracias por sus visitas.
Yo no sé si el mal tiempo trae mala fe. Pero a mí lo que me embruja es volar y hechizarme con tus sortilegios. Soy brillante en tu colegio: subo nota en el amor, vuelo allí como al sol un colibrí. Silvio Rodriguez
Lo que tenga que ser, que sea. Y lo que no por algo será. No creo en la eternidad de las peleas, ni en las recetas de la felicidad.
Cuando pasen recibo mis primaveras, y la suerte este echada a descansar, yo miraré tu foto en mi billetera, y que sea lo que sea. (Jorge Drexler)
Esta semana me propuse bajar de peso... estoy con un sobrepeso de diez kilos, como no pretendo meterme a un gimnasio ni nada que me haga perder tiempo y gastar dinero... me decidí a caminar desde mi casa al trabajo, me demoro cincuenta minutos... llevar mi comida y volver caminando a mi casa... el problema es que en tres días en vez de bajar de peso subí un kilo más. Peor aún me agripé cosa que no me había pasado todo el año... y ahora en plena primavera me pasa... bueno en esa situación no hay mucho de que alegrarse... así que mi ánimo no está de lo mejor... y mi pesismismo habitual se ha vuelto un himno a la hora de ver la televisión, leer los diarios y ver el buen trabajo que han hecho los medios de comunicación con algunos conocidos... todo lo que hablan está directamente relacionado con lo que pasa en televisión... desde las "noticias" y la desinformación los hace parecer verdaderos candidatos de Manchuria... hipnotizados por los programas de baile, llorando por los mineros, odiando a los mapuches, emocionados con la cápsula bicentenario y cualquier cosa que salga con la bandera chilena... hoy no soporté más cuando con mi gripe a cuestas, tenía que escuchar como una secretaria hablaba mal de los exiliados chilenos... como si ellos estuvieron allá disfrutando de las bondades de los paises hermanos (bueno algo de eso hay)... pero tampoco para generalizar... falta que un día diga que vio a los detenidos desaparecidos en Argentina... el tema es que ya con eso... preferí cerrar la puerta y no escuchar más... y vaya que me sentí bien.
Boris Yellnikoff (Larry David) está viejo, casí se gana un nobel en física... bueno casí por que casí lo postulan, pese a ello es inteligente, y el resto del mundo se divide entre los que entienden la teoría de las cuerdas y los que no, con sus amigos puede tener una conversación un poco fluida pero con el resto nada... ya dejó de hacer clases de física cuántica... así que sólo le queda morir en Manhattan... y enseñar ajedrez a los niños, pero con mal genio y un ego que sólo entra en el Central Park, no hay mucho que pueda hacer una persona que no tiene más "inteligencia emocional" que nadie.... tanto así que es capaz de tirarle las piezas de ajedrez a un niño en la cara y después decirle a su madre que es su hijo es un idiota (y que tiene unos cuernos de alce rojo hasta el techo)... así en esa amargura Boris vive sus días.
Hasta que en una noche una chiquilla media tonta, que con aires de grande decide irse de su casa en Nueva Orleans para llegar a Nueva York, a cumplir su sueño en la capital del mundo. Su nombre es Melody (Evan Rachel Wood) en su inocencia provinciana se topa con el más pesado de todo Manhattan, pero en su liviandad y falta de gravedad escucha con atención al viejo misógino e histórico, que para lavarse las manos canta cumpleaño feliz dos veces... así nos vamos colocando los solteros con tantos años de soledad... pero pese a tanto mal rato parece que el amor podría surgir... ahora es cierto el es un viejo decrépito y ella una niña de veintiun años que no sabe ni donde está parada... pero pese a ello le entiende.
No es que el amor siempre se trate de dos parejas que tengan los mismos gustos, aunque es tan importante como ser buenos amantes en una pareja... hay que ser buenos amigos y parece que Boris y Melody son eso. Se entienden y se quieren... pese al que dirán y al los prejuicios que Boris trae de fábrica, los de la madre de Melody y de los que vengan... pero en realidad las cosas si funcionan funcionan.... nada más. En ese ambiente parece que el engranaje que faltaba en el sistema de Boris comienza a funcionar, Melody se divierte y sorprende siempre con la genialidad de Boris, tanto así que ella misma a veces se ve hablando como él. Esa sensación que tenemos a veces de que nuestras palabras son adopciones de otras personas. Así como la canción de Drexler... cuando la suerte está echada para descansar es bueno mirar las fotografías, esbozar una buena sonrisa y darse cuenta que los portazos, resfríos y frustraciones son sólo estupideces... lo importante es ser auténtico y si la cosa funciona... que sea lo que sea.
Una vez en la típica conversación de que haríamos si nos ganamos un premio millonario en un juego de azar, uno de mis amigos decía que nunca jugaría a nada porque es perder plata... me decía las posibilidades de que tenga los seis números del loto es de uno a cuatro millones y medio de veces... a lo que le respondí... pero si no jugara tendría cero entre cuatro millones y medio de veces... y nunca trabajando tendría de un momento a otro más de mil millones de pesos... bueno minutos después digo que me gustaría hacer con ese dinero y el mismo amigo me dice... bueno y a mi me regalarías unos 5 millones. Saa!!! le dije yo.... porque tendría que regalarte plata... pero si tu serás millonario- me dice. Como si fuera una obligación regalarle plata a otras personas cuando te ganas un premio. Medio en broma y medio en serio me quedé pensando en el porqué a veces tenemos que entender la ayuda como un "hoy por tí, mañana por mi"... El Padre Hurtado se revolcaría si leyera lo que escribo. Pero siento que si alguien regala algo como si fuera una inversión, mejor que no lo haga... ni siquiera para ganarse el cielo, ni para sentirse más bueno, ni haciendo navidades en la calle, ni regalar la ropita vieja... no hay obligación de devolver favores... a lo mejor si, la conciencia de que una vez me ayudaron... pero eso no significa ni que te tienes que acostarte con quien te ayudo, ni robar, ni matar... con un gracias basta.
El sueño de dos hermanos es el sueño de Cassandra, no me refiero a esos malos augurios que nadie le tomaba en cuenta, éste es un velero viejo que han comprado para acondicionarlo y navegar por la costa inglesa... así Ian (Ewan McGregor) y su hermano menor Terry (Colin Farrell). Ambos no son ricos al contrario se encuentran viviendo al límite, Ian tratando de trabajar en un firma hotelera y Terry en su taller mecánico. Por supuesto éste último "como todo mecánico" ocupa los autos de los clientes... o se los presta a su hermano... en una de esas salidas por el campo en uno de esos hermosos autos deportivos Ian conoce a Angela (Hayley Atwell) una hermosa actriz recién que el éxito en las tablas. Todo marcha sobre ruedas para Ian está saliendo un proyecto en California y se podría ir con Angela para que ella pruebe suerte en Hollywood... Terry por otro lado es un ludópata desenfrenado que debe sumas estratosféricas... pero en medio de tantos problemas siempre hay una solución.
La solución se llama tío Howard (Tom Wilkinson) el tío que todos tenemos que vive en Estados Unidos... yo tenía uno (pero no es tan "rajado"... tiene cocodrilos en los bolsillo... bueno nunca le he pedido nada)... pero el Tío Howard es un emprendedor lleno de éxitos económicos que siempre salva a la familia... y esta vez no es la excepción... los problemas de Ian y Terry se solucionan con la aprobación del tío... pero no todos es gratis, después de años de ayuda ahora le toca al tío pedirles un "favorcito" a los sobrinos... nunca se sabe bien cuales eran las empresas del tío... pero ahora tiene unos pequeños problemitas que pueden acabar para siempre con él... acabar para siempre significa que quede en la calle con todo el chorreo que viene detrás, decir algo así... bueno el tema es más simple el tío quiere que su enemigo económico no siga en éste mundo... y para ellos los sobrinos deben actuar.
El sueño de Cassandra más que malos augurios son bailes de conciencia que pueden hacer que los sueños se destruyan.... que la única oportunidad que las vida miserable les ha dado se vaya por el tacho de la basura. Pero en esos caminos es por donde los hermanos deben caminar... a veces algunos son capaces de vender su alma al diablo para cumplir los sueños... son más de los que conozco que lo han hecho... por cosas menores eso si... casarse con quien no aman, cambiarse de partido, etc... la conciencia tranquila es un lujo que pocos pueden darse... esa paz es algo que se envidia cuando se traicionan las ilusiones por un poco de "éxito" y fama. Por eso mejor contar hasta cien y pensar en los augurios que Cassandra nos revela a cada momento.
Desde que supuestamente se acabaron los patricios y plebeyos, nos empezamos a separar entre pobres y ricos... el problema es que cuando empezó esa separación los ricos habían partido la carrera... en desmedro de los pobres... y eso vale tanto para naciones como para personas. Así en ese ambiente nos hemos movido sin grandes cambios, una que otra revolución tratando de equiparar las cosas... pero mayores cambios no hay... salvo alguno que otro que ha dado el salto social, generalmente gracias al amor... conozco casos cercanos de gente que su cambio social fue completo... pasando hasta incluso a votar por la derecha... ¡lo más increible es que lo hacen convencidos!. Pero el resto (y no quiero con esto demonizar a los ricos) es que no hay intenciones de querer que las cosas cambien... a lo mejor darles educación y salud, pero de ahí gastar realmente en los pobres o tratar de equiparar no hay mucho más que lo que alcanza en la limosna... por eso hay algunos que han tomado el control y deciden a toda costa (y costo) saltar al otro estrato, seguro como yo conocemos gente de ese estilo.
Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) entiende claramente la situación, primero jugando tenis en el circuito profesional no podía llegar muy lejos, no tenía el talento de Sampras o Agassi así que para ser el número doscientos cuarenta del mundo, mejor se dedicaba a enseñar... no cualquiera juega tenis... acá en Chile los patudos se hacen llamar "la familia del ténis"... pero son igual de rancios que cualquiera pese a su toque de elite... en Inglaterra el tenis también tiene algo de elite, en esos pastos es donde Chris conoce a Tom Hewett (Matthew Goode) con quien además de conversar del deporte, hablan de ópera, arte y esas cosas que la gente común no hablan... tanto así que muy rápido empieza a visitar la casa de los Hewett.
En una de esas salidas conoce a Chloe (Emily Mortimer) con la cual comienza un romance aprobado por los padres, pese a ser de una condición más baja que ellos... rapidamente lo ascienden con un trabajo en la empresa del padre... así de simple. Su vida se ha ido acomodando a lo que siempre "se mereció". Todo bien hasta que en una reunión familiar en una mesa de ping pong se encuentra con una hermosa mujer estadounidense de un atractivo que no deja indiferente a nadie... se llama Nola Rice (Scarlett Johansson) y es la novia de Tom... así que no hay mucho más que hacer... salvo que su interes y obsesión por la rubia lo están haciendo perder la cabeza... pese a ello Chris se casa con Chloe.
Pero el instinto puede más, por lo que comienza a buscar por todos lados a Nola (gracias Mar). Hasta que una tarde lluviosa lo logran desatando todas las pasiones escondidas... pero hay cosas más importantes que el amor. El instinto de tener más de "ser más" es capaz de renegar familias, esconder el pasado, hablar distinto, comparse un mac, leer lo más básico de la cultura general, leer libros de los museos para despues decir que se fue... leer resumenes de libros, en fin todas esas cosas (se me olvidaba hacerse de derecha)... para caer bien con los otros... aunque ellos dicen que la clase se hereda... bueno Chris tiene que decidir entre lo que ha construido con su esfuerzo y principalmente con su suerte... y lo que "ama"... si es que ama a alguien más que sus deseos.... Trato de no hacerme amigos de ese estilo, son el tipo de personas que más detesto, me apenan y los trato de borrar de mis listas... pese a que uno a veces tiene un poco de ellos mismos, trato de mirar atrás y no olvidarme (ni mucho menos renegar) de lo que soy y lo que he vivido... con el agradecimiento pleno de mis padres y amigos.
¿Son lágrimas de penas o lágrimas de alegría? - ¡ que no es lo mismo!?
Una compañera de trabajo me contaba de una película de Cameron Díaz en que es madre de una niña con leucemia, la verdad con ese argumento no me dan ni ganas de entrar a un cine para perder peso llorando. Tampoco es que el cine que sólo es comedia y chiste me agrada... nos es ni de grave ni masoquista, simplemente siento que la vida no es ni uno ni lo otro, si no las dos cosas al mismo tiempo.
¿La esencia de la vida es una comedia o una tragedia?... eso discutían un grupoo de amigos mientras se contaba una historia... y a modo de desafío entre los dos escritores Max (Larry Pine) y Sy (Wallace Shawn comienzan darle vida a su historia, para uno todo es una tragedia y para otro una comedia, la historia era simplemente de una mujer llamada Melinda que llega de improviso a una reunión, en que un director de cine está buscando un productor para su película. Desde ahí con el prisma que se desee comienza una historia distinta, como las dos máscaras del teatro van tomando cuerpo en el rostro de Melinda (Radha Mitchell).
En la tragedia Melinda llega en medio de una reunión de camaradería (tal cual como se propuso), se le esperaba hace un mes pero justo llegó esa noche a casa de Laurel (Chloë Sevigny) y Lee (Jonny Lee Miller), al llegar cuenta porqué se ha intentado suicidar,hace un tiempo se casó con un abogado con el cual tuvieron dos hijos, a los cuales ya no puede ver por orden del juez... y por otros asuntos más graves... la idea de la visita no le agrada mucho a Lee, porque tiene su vida armada en casa y Melinda ya descubrió que generalmente lleva a sus alumnas a su casa. Mientras Laurel se encarga de buscarle una nueva pareja para que pueda rearmar su vida.
Sy por su parte, cuenta la historia de Susan (Amanda Peet) una cineasta independiente que con su marido Hobie (Will Ferrel) cenan con un productor que podría estar interesado en la nueva película, en eso llega su vecina Melinda (Radha Mitchell) al departamento, en plena cena que termina en una cena de comida china a domicilio, después de algunas apuestas y situaciones lentamente Hobie se va dando cuenta que siente algo por su vecina. La Melinda de la tragedia conoce el amor en un pianista llamado Ellis (Chiwetel Ejiofor) y La Melinda de la comedia también se enamora de Billy (Daniel Sunjata) mientras toca un piano en una mudanza… encontrar el amor no es significado de que todo viene bien. Ni en la comedia o la tragedia son significado de que todo estará bien… a pesar de que a veces las letras del FIN salen cuando triunfa el amor.
Según la óptica de como se toman las cosas se forma la vida... el teatro (y el cine) es una fantasía que hemos clasificado de dos formas que no corresponden, el resto de las artes no se clasifican de ese modo ni con máscaras ni con nombres tan opuestos... nuestra vida circula todos los días por los dos caminos y con las dos máscaras. Somos como Melinda que para algunos nuestras historias son un drama y para otros todo lo contrario.
Aferrarse a las cosas detenidas es ausentarse un poco de la vida. La vida que es tan corta al parecer cuando se han hecho cosas sin querer. (Pablo Milanés)
Todos los días doy y recibo consejos, de todo tipo desde recetas de cocinas a decisiones amorosas que debiera tomar, mientras trato de arreglar la vida de otros, otros tratan de arreglar mi vida y así nos llevamos los días deseando lo mejor para los que nos importan... no se en que momento de la vida vamos generando ataduras que hacen que nuestros pasos sean menos ligeros en el tiempo, cariños, responsabilidades, recuerdos y sueños que nos van ligando más a personas, barrios y ciudades... para mi no sería fácil cambiarme de ciudad y dejar todo... siento que acá tengo compromisos (que a veces me gustaría abandonar) y partir hacia otras vidas... pero no lo hago las ilusiones son más grandes que la realidad... se confunden entre las certezas y los anhelos los caminos como una y otra vereda de la misma calle... así van pasando los años y las cosas.
La vida de Fallk (Jason Biggs) se ha llenado de interrogantes, pese a lo joven ya lleva una separación y una carrera tambaleante, primero por que su representante (Danny De Vito) no es un tipo muy despierto, que sólo lo tiene a él de cliente... escribe una novela y se junta todos los días a conversar por el Central Park con Dobel (Woody Allen) un viejo comediante que también anda de baja. Sus conversaciones todos los días hablan de lo humano, lo profano y lo divino. Toda la sabiduría que le han dado los años la vierte en Falk para convertirlo en un gran escritor y comediante, van a ver rutinas de otros comediantes, las analizan y de ellas van sacando nuevas ideas. Las cosas se hacen más intensas cuando Falk conoce y descubre en Amanda (Christina Ricci) a la mujer más interesante que sus ojos han visto, el flechazo es intenso y el amor intenso de los primeros días los llama a vivir juntos... de a poco comienzan los problemas... Amanda se encuentra gorda y su frigidez van minando el amor... peores son las cosas cuando llega Paula (Stockard Channing) la madre de Amanda a vivir al departamento con piano y todo que destruyen la concentración y la inspiración (que ya era poca) hacen que den ganas de mandar todo al diablo... pero el amor y la ceguera hacen que Falk no comprenda lo que a Amanda le pasa... de hecho no sabe ni lo que a él le pasa... y seguir los consejos de Dobel no son de lo más recomendable... la paranoia que el ataque a las torres gemelas lo debe haber dejado tocado... porque andar recomendando un rifle para defenderse no es de una mente tranquila, pese a lo alfeñique que se ve el viejo contiene un odio y una violencia no canalizada.
A veces siento que el sicoanálisis y los tarotistas son iguales, ambos dicen lo que uno sabe pero no quiere reconocer, los que tienen padres ausentes tienen trancas, las niñitas que jugaron con autitos y los niñitos que jugaron con muñecas... a veces escudriñamos en nuestro pasado en busca de respuestas de lo que traemos de fábrica. Falks debe tomar una decisión de una vez por todas, abrir los ojos, escuchar con filtro los "consejos" de Dobel y de su representante... soportar a su suegra y tratar de terminar lo que emprende... parecen ser muchas cosas, pero son casi las mismas que todos debemos mantener como esos acróbatas chinos que hacen bailar platos con varas afirmadas en sus manos y su cabeza... no es lejano el sentimiento... porque al final todo lo demás está intensamente atado a lo que nos importa... gira en torno a lo que amamos y lo que nos ata... no digo que haya que desprenderse... pero tratar de llevarlo por un camino armónico y real.
"El cine es la gran aventura, la amantes más exigente y costosa -las amas a las dos (Cine y teatro), a cada una de diferente manera". Ingmar Bergman.
Un joven de veinticuatro años está produciendo muchos problemas al Cine Arte Alameda, le molesta el ruido de la sala y los conciertos, en cada presentación llama a la policía para que bajen el ruido. El problema se ha ido agrandando y la municipalidad está interviniendo... pero a favor del jóven de tímpanos refinados. El director del cine Roser Fort en una entrevista hace unos días contaba que el cine realiza tocatas y recitales, simplemente porque sólo presentar películas no es rentable en Santiago... especialmente el tipo de carteleras que ellos presentan... cine latinoamericano, hace un mes está La Teta asustada mientras que en las grandes cadenas de cines la gran película peruana duró una semana... para colocar en otra sala más Avatar. No es fácil hacer cine, es tan caro que no se puede comparar los grandes recursos que las transnacionales invierten y las proyecciones... pese a ello yo no reniego del cine de Hollywood, como otros lo hacen... es un cine comercial es cierto, pero si no existiera ese cine no habría nungún otro, cuando los hermanos Lumierre hicieron cine no lo veían como un contador de historias ficticias... más como un truco fotográfico... ahí fue Melies y otros los que decidieron convertir lo que amamos como una atracción.
El cine dentro del cine es algo apasionante, desde La Noche Americana de Truffaut (para mí la película más hermosa dentro de ése "género") que mostrar lo difícil que es realizar película sin importar los recursos que se tengan es un placer... la junta de productores lo han decidido "La ciudad que nunca duerme" la realizarán, claro que saldrán de California para filmar sus locaciones en Nueva York... la decision del director es más delicada, es ahí cuando Elli (Tera Leoni) propone a su ex-esposo Val Waxman (Woody Allen) para que la realice... al resto de los productores no les causa gracia, si bien tiene dos premios Oscar, su época de oro parece haber pasado y su temperamento hacen desagradable cualquier proyecto... colecciona malas experiencias para las cadenas cinematográficas pero Elli insiste y el representante de Val también... por lo que al final se deciden por él para la realización de la historia.
No es fácil reencontrarse con los amores perdidos, en especial cuando te dejaron por otro... así que pese a mantenerse calmado cada cierto momento Val le vuelven los recuerdos. Lo hipocondriáco del director le hace tener enfermedades increibles como la fiebre aftosa o el mal de las las vacas locas, que por supuesto son sicosomáticas... pero el gran problema empieza cuando de un momento a otro pierde la visión... A Beethoven se le permite quedar sordo... pero un director de cine no puede ser ciego y Val no puede perder ese trabajo sería el fin de su carrera... pero tampoco nadie puede saberlo... así que su representante está al lado de él diciendo lo que pasa... después el traductor del camarógrafo chino... así los días de rodaje el director trata de disimular algo tan grave como no ver...
Mientras la productora insiste con ver adelantos del trabajo que se está realizando, las presiones del cine hacen que el estrés sea intenso... es una industria de altos y bajos... grandes actores de un momento a otro desaparecen en el olvido, no tiene las libertades que cualquiera desearía, por más independiente que se quiera ser... por eso respeto al cine de Hollywood, su universalidad pretende entretener... no siempre dejar mensajes valóricos... (aunque si de otro tipo). Pero es más que las explosiones, la mujer bonita, la carrera veloz, las explosiones, las grandes balaceras, el galán musculos y de nuevo las explosiones. También tiene evolución, color, nuevas técnicas y tecnologías, grandes directores, grandes décadas y referentes... pese a que Woody Allen no es exactamente un hijo de esa costa... merece un tributo y un reconocimiento por ser hijo y parte del cine estadounidense... uno de los iniciadores del cine que queremos.
No es que crea que las cosas se hacían mejor en los gobiernos de la Concertación (de hecho no era así para nada), pero la actitud actual de las nuevas autoridades de revisar el funcionamiento de los estamentos públicos... eso incluye ajustes presupuestarios y también (en esta parte toco madera) despidos... por más que me asuste de esa palabra monstruosa... los lugares se acostumbran ciertos funcionamientos... que muchos creen que porque funcionan quiere decir que están bien hechos... hay de todos en las reformulaciones desde los que creen que todo estaba malo... (como quienes criticaban hasta las extensiones de las líneas de metro) hasta los moderados... pero muchos con la mano en el corazón sabemos que hay cosas que hay que mejorar y de eso... aunque sea eso... hay que estar a favor. Son intereses más grandes los que nos mueven entre lo pasajero y las proyecciones que somos en nuestros caminos... Lo que somos, lo que fuimos y lo que seamos están completamente atados en los eslabones pendulantes de una cadena que se balancea mientras vamos escalando cada momento... no podemos despreciar cada cosa del pasado y a la vez no podemos despreciar las nuevas ideas... (aunque sean viejas maquilladas a veces). Deberíamos adoptar la experiencia y la renovación en un mismo curso y con ellos seguir creando lo que queremos.
Briggs (Woody Allen) lo hizo de nuevo, encontró el Picasso robado, le costó distinguirlo pero estaba enrollado dentro de un telescopio. Pese a su torpe apariencia es un gran investigador de seguros... sus compañeros lo admiran por lo que ha logrado. Sus métodos son infalibles, el se coloca en la situación del ladrón para encontrar el objetivo.... todos los que buscan criminales en parte tienen que tener en su esencia un poco de éstos para capturarlos. Entre aplausos y palmadas en la espalda se da cuenta que sus archivos y carpetas no están en la oficina, alguién ha sacado todos sus registros... sorprendido sabe donde dirigirse... a la nueva contratación.
La señortita Fitzgerald (Helen Hunt) trae los nuevos métodos modernos de adminitración, en primer lugar reunir todos las carpetas de casos en un sólo lugar... algo que parece lógico ahora, pero en los años cuarenta parece que no era tan así. La idea de ella es hacer más eficiente el lugar... subcontratando a investigador que poseen métodos tecnológicos de investigación algo como un CSI pero de nuestros abuelos... pese a la negativa de muchos sus métodos se aplican, en especial porque el señor Magruder (Dan Aykrod) el jefe, que es quien la trajo está más contento con su eficiencia... y su forma de ser... porque son amantes. Al contrario con Briggs la cosa no funciona por ninguna arista, practicamente una repelencia mutua los hace tomar polos opuestos que no parecen reconciliables.
Pero las cosas en las oficinas deben seguir, pese a los problemas todos salen al cumpleaños de uno de sus compañeros en un local donde actúa el mago Vortan (David Ogden Styers) entre sus poderes se encuentra el escorpión de jade, con el cual como parte del show hipnotiza a Briggs y a Fitzgerald... con las palabras Constantinopla y Madagascar tiene el poder de las respectivas mentes de cada uno y a la vez ellos se comienzan a amar ferozmente. El espectáculo termina pero al llegar a la casa Briggs recibe una llamada que comienza con la voz de Vortan diciendo "Constantinopla" y le ordena robar algunas joyas... así el detective Briggs se encuentra con uno de sus casos más difíciles encontrar al ladrón que sin saber es el mismo...
Las nuevas técnicas y las antiguas se enfrentan para buscar al ladrón... lo nuevo siempre contiene la soberbia y el desprecio de lo antiguo... un mal que en Chile lo vemos constantemente, desde los que estudiaron y los que son autodidactas. Entre los que tienen màs que los que no... entre jóvenes y viejos... no se ve muchas veces una tolerancia con las canas... se aprecia más en estos tiempos de cambios... aunque al final lo nuevo, por muy cosmético que a veces sea... se avejenta y pasa la cuenta. Por eso lo importante... como en los vinos... es saber envejecer bien... de acuerdo a lo vivido y lo aprendido para que no nos invada la maldición del escorpión de jade... que con una palabra que parece nueva pero que es más añeja que el hombre mismo, nos engañe y nos transforme en persona alienadas.
El crecimiento económico acelerado de Chile que generan los ciclos económicos crean bonanza... y millonarios. Claro que millonarios de mediana escala... porque los verdaderos multimillonarios son aproximadamente cinco familias que controlan casi todo el país. El resto son personas que ganan un poco más de dinero que el común y empiezan a darse los lujos que se merecen. Se empieza por el auto... el gran auto (generalmente un Mazda 3... el ícono)... segundo la casa... ojo, no dije vivienda... dije casa algo que se vea... como para llenar el carro de Homecenter... bueno así podemos seguir con el colegio "inglés". En fin son los nuevos ricos de Chile que de tanto comprar se olvidan del desarrollo, una cosa es crecer y otra muy distinta es desarrollarse... y eso si que nos falta mucho, cada vez que miro a mi alrededor me apeno màs de eso. Es una desilusión inmensa la que me invade cuando voy por las calles, cuando leo las portadas de los diarios y cuando veo esos noticiarios de una hora veinte de "reportajes" me doy cuenta que crecimos tanto por fuera que las ideas, la cultura se están reduciendo al mínimo... por ilusiones cortoplacistas que nos dan más risas que reflexiones...
Ray Winkler (Woody Allen) tiene la solución para ser millonario, ahora que salió de la carcel junto a sus compañeros de banda tienen una de las ideas más brillantes, comprar una tienda y vender algo, lo que sea porque eso es la pantalla para que desde el subterráneo perforen un tunel que los guíe directamente a la bóbeda de un banco que se encuentra a un predio de la tienda... no es fácil convencer a Frenchy (Tracey Ullman) de la idea... pero al final accede con parte de su capital para montar el "emprendimiento"... un negocio de venta de galletas es la tienda de pantalla... mientras al interior se va gestando el túnel que los llevará a la riqueza.
El sonido ensordecedor de la perforación, las filtraciones y la desorientación hacen complicada la misión... pero si yabajo hay caos por desorganización... arriba hay caos por el gran descubrimiento que se ha hecho del negocio... la gente es capaz de esperar media hora por sus galletas, superados por la demanda Frenchy decide contratar a May (Elaine May) para que le ayude en el negocio. La verdad el negocio de las galletas es más acertado que el ridículo plan de el "cerebro" que es el apodo de Ray... por supuesto dicho con ironía en la cárcel. Sin pensarlo Frenchy y Ray se vuelven la sensación de Nueva York y también multimillonarios con la firma de galletas que se va en expansión por distintos lugares.
Fue demasiado rápido el ascenso social, no fue de la mano con el buen gusto y el refinamiento de los que pareciera que si tuvieran dinero... como moscas llegan los artistas en búsqueda del mecenas que financie su obra... Frenchy cumple con el perfil de éstos... aunque no conozca ni la Traviatta, le encanta la ópera, la pintura y el teatro... así preocupados con encajar con el mundo de los millonarios deciden hacer un baño de cultura express con su profesor David (Hugh Grant)
Al menos ellos tienen la intención de aprender... y en Nueva York existen lugares donde apreciar... la vorágine del tener... hace a algunos creer que porque compre La Tercera el sábado y el El Mercurio el domingo sin que los lea... ya van adquiriendo clase... (puedo sonar clasista... y la verdad no tengo de adonde tener eso) pero así como Frenchy nos econtramos con un mar de ovejas que está al son del cencerro más enceguecedor esperando que la lana siga creciendo... el resto de lo que viene ya lo sabremos.
A Maradona se le permite todo, es un ídolo talentoso y se apoya, no importa que fuera de la cancha tuviera problemas con las drogas, que pelee con los dirigentes de la FIFA, es un dios para muchos... en Chile ya hubiese sido crucificado por sus problemas. Es que acá hay gente que no puede separar las cosas, tengo amigos que no escuchaban a Sinéad O'Connor porque una vez rompió la imagen del Papa Juan Pablo II o a Michael Jackson por su "presunta" pedofilia; incluso Woody Allen después de su separación de Mia Farrow y el escándalo con su hija adoptiva... algunos amigos míos me decían... “no, yo no veo películas de ese degenerado”, perdiéndose parte de la historia del cine que nos regala cada año en sus geniales películas... es que muchos no son capaces de separar el talento con la vida de la persona, fuera por eso no leeríamos a los filósofos socráticos por ser una manga de depravados homosexuales... en Chile no está tan desarrollada la tolerancia perdonamos poco y valoramos más lo profesional, como si fuera el cartón lo que valida el talento, cuando en realidad no hay nada más falso que eso.
Woody Allen comienza indicando que la vida de Emmet Ray (Sean Penn) es fascinante, para un fanático del jazz y el blue de los años treinta, para Allen es un pequeño gusto hablar del gran guitarrista y por lo mismo se basa en autores de libros de grandes guitarristas, para encontrar parte de la vida del genio talentosa de la extraña personalidad en los tiempos en que Django Reinhardt sonaba de voz en voz como el más grande de la guitarra, pese a estar en Europa sus sonidos llegaban hasta Estados Unidos para la admiración de Emmet, tanto así que dicen que la primera vez que lo escuchó quedó tan impactado que se desmayó con su virtuosismo, la segunda vez que lo vió volvió a desmayarse.
Pero la vida de Emmet Ray fue especial, no era muy inteligente, como un niño hiperkinético en un traje de adulto. Sin la guitarra su entretención es ir al basural a practicar tiro con los ratones o mirar como salen los trenes de la estación. Con ese curriculum no es posible que llegue a ser la leyenda que fue, en los días de la depresión estadounidense. Pero entre toda la vorágine que pasaba por sus años, conoció a una mujer con la que al conversar, sólo le respondía con una sonrisa, parecía no enteder, la verdad es que Hattie (Samantha Morton) era muda... pese a ello ambos empezaron a vivir juntos como pareja. Según él no estaba enamorado de ella... su verdadero amor es la guitarra y con ella siente sus mayores emociones... el resto son cosas vanales que le rozan por el lado... incluida Hattie...
Los mitos se llenan de verdades, de frases y momentos que no se puede comprobar si existieron, así como el personaje ficticio que Allen crea en Emmet, o como Nicola Di Bari cuenta del acompañamiento musical de Víctor Jara. Nos vamos llenando de ilusiones que hacen que los que admiramos dejen de humanizarse para que su ego y genialidades se traspasen más allá de lo real. Cuando ocurre eso, no sabemos si confirmar lo que los libros, biógrafos e historiadores cuentan de los próceres. Así como vemos a Julio Cesar, Napoleón como esas deidades salidas de cuadros... Woody Allen una vez más nos da una lección de racionalidad al contar la historia más real de un personaje completamente ficticio.
Parezco un viejo amargado, pero después de ver en la Parada Militar desfilar a doscientas personas que no tenían nada que ver con el mundo de las armas, entre ellos figuras de la televisión, profesores, mineros parecía más el Mardi gras, o una presentación de Village People que el aburrido evento del 19 de septiembre... el show siguió al otro día con las celebridades arriba de los barcos de la armada. Ahí decidí apagar la tele y continuar por mi travesía Alleniana... Es que me siento desilusionado de la decadencia cultural de Chile, de un momento a otro el país se terminó de convertir en lo que está, el Bicentenario se transformó en una trastocación de cosas cortoplacista, como elegir al personaje del año a Don Francisco y en segundo lugar al perro de un comercial... la historia de Chile hizo reconciliar O'Higgins y Carrera uniendo sus dos monumentos frente al palacio de La Moneda, algo así como si en el 2110 unieran los monumentos de Allende y Pinochet para reconciliar la historia. Después de un juego de luces voladoras sobre el mismo palacio que encandilaron los recuerdos sagrados del fuego que cegó la democracia en 1973 y de colocar una bandera gigante de Chile... todo se enmarcó en torno a los treinta y tres mineros atrapados que se han transformado en los nuevos héroes de las cirscuntancias, es impresionante como hay gente que se enorgullece de la situación... siendo que debería darnos vergüenza tener el tipo de empresarios de Chile que son capaces por unos dólares de no tomar ninguna medida de seguridad y dejar a esas personas a merced de la muerte en las profundidades (de eso tendremos mucho tiempo para hablar)... así es Chile ahora con rostros que de un día para otro dan que hablar... tomo el diario de hoy... y la famosa de turno se llama... Fernanda Acevedo que tiene locos a los reclutas de un reality Show... que aún no empieza... pero que ya de que hablar.
En el cielo un avión pasa por Nueva York, en el cielo escribe HELP, todos miran al cielo pero es simplemente una toma para una película, en tierra la nueva actriz del momento Nola (Winona Ryder) está filmando una nueva escena, entre los que miran detrás de la cámara está Lee Simon (Kenneth Branagh) un periodista que está detrás de las celebridades, separado hace un tiempo de Robin (Judy Davis) después de un largo matrimonio, lleva años escribiendo una novela... antes hizo otras dos que fueron destruidas por la crítica, junto con eso está armando un guión para una película que también vaga por el glamoroso mundo de los famosos. Al mejor estilo de Marcello (Mastroianni) en La Dolce Vitta, Lee deambula conquistando mujeres por famosilandia.
Cabe destacar que el mundo de las celebridades se permite privilegios no soñados, aún recuerdo cuando en una restaurant en la costa, cerraban el local para atender a un futbolista famoso y sus amigos, mientras el resto de la gente tenía que ir a comer comida chatarra a otro lugar. Hace poco también un cantante que manejaba ebrio chocó y la alcoholemia fue adulterada por una fans... que lo encontraba tan "guapo" que dijo que lo volvería a hacer... por supuesto la condenada fue ella... el músico sigue inmune. Celebridades son cualquieras... en la historia hasta un sacerdote que sale en televisión es un personaje al que el resto de los feligreses les pide milagros... o la supermodelo (Charlize Theron) espectacular que seduce a Lee... hasta llevarlo (casi) a la cama... el sueño de cualquiera de nosotros los mortales.
Como una burla completa, o como un mensaje Celebrity me fue demostrando que la sociedad se rinde ante los rostros, como si no fueran de los nuestros... conocemos sus nombres, sus películas, canciones, sus escándalos, sus intimidades... estamos dispuestos a ver las fotos prohibidas que aparecen en la revista Hola, o Cosas. Comenzamos a saludar a ese vecino que siempre vivió por el barrio pero que ahora es famoso porque sus hijas son campeonas de hockey. En el fondo Lee está ahí y también desea ser una celebridad... con su libro o su película, hasta ahora no le ha resultado... pero cree que lo hará.
Tenemos las celebridades que nos merecemos se escucha en una parte de la película... y le encontré razón... la sociedad de la información nos ha llenado de personajes que se mantienen gracias a los escándalos o sus "talentos"... así conocemos a Larisa Riquelme, Susan Boyle, el pulpo Paul, Lindsay Lohan, Lady Gaga, Delfín Quispe, Coyoacán Joe, Wendy Zulka, la tigresa del oriente, Paul Potts, Paris Hilton, Edmundo Varas, Edgar el niño que se cae al arroyo, entre otros tantos que se han destacado por cualquier cosa menos el virtuosismo en algo. Pero Woody Allen lo toma y lo presenta en todas sus facetas desde el cine, la televisión, la literatura, la moda, la política y el deporte... asi vamos llenando nuestro panteón de gente normal que en algún momento se creen semidioses. El tiempo se encarga de poner en el olvido esos nombres perdidos... ... al menos que sirva de consuelo.
