Tengo una amiga que hace unos años entró a una religión especial, de ahí en adelante muchas cosas, para ellla, comenzaron a ser pecados desde tomar café y té, cualquier gota de alcohol es una conducta reprobable, para que hablar de las drogas... y salir a algún lugar. Pese a sus restricciones y juicios inquisitorios que alguna vez trata de hacer igual le respetamos que crea en Joseph Smith y sus historias... desde ese tiempo nos da charlas moralizadoras del mal que provoca la droga y la pornografía que nos lleva al camino de la perversión total. Es extraño escuchar discursos tan pesimistas... pero en una iglesia que su título habla de los últimos días... no podemos esperar buenas noticias creo yo... menos si se pregona el fin del mundo.
No quiere decir esto que uno sea un drogadicto, alcohólico o un depravado que vaya por la vida... de hecho no soy ninguna de las tres cosas (al menos no a los niveles que se podrían llamar adictos) si se le puede llamar al café y al té drogas (porque para ellos ambas cosas son drogas), la verdad me considero bastante tolerante en ese sentido, sin duda mucho más de lo que las religiones permiten... no todos estamos perdidos por la vida y no condeno la actitud de nadie con lo que se hace a si mismo... esa fue la gran enseñanza que me dejó en los años noventa Trainspotting.
Suena raro que una película llena de drogadictos que muchos desearon prohibir por "incitar" al uso de drogas según algunos grupos conservadores, sea un referente obligado para mi generación, porque pese a que la heroína estaba lejos de nuestro alcance, otras drogas como la marihuana y la cocaína, tampoco lo fueron tanto (de hecho la segunda nunca la he visto)... pero ver en los alrededores la destrucción completa que lleva la vida parece ser una clara enseñanza.
Razones para elegir lo que nos toca vivir, hay miles... y con eso debemos partir, todo lo que elegimos nos tiene acá leyendo un post... por eso creo menos en el destino, porque nos toca elegir a nosotros y no a las iglesias... Renton (Ewan McGregor) es el mejor ejemplo de lo que digo... porque el nos cuenta lo bueno de la heroína, es mejor que tener novia, tener sexo, trabajar, comer, vivir preocupado... sólo te inyectas y tu vida cambia... es el máximo placer y puedes estar horas en un mundo especial, en que no se necesita nada más que un respaldo que te lleve a viajar por ilusiones únicas, por pasajes llenos de euforia, extasis y felicidad. La mente se llena de esa energía química que la sangre le transporta... es algo que no se puede comparar.
Parece convincente, mientras se escucha, el mensaje de Renton; pero basta mirar a Spud (Ewen Bremner), Sick Boy (Jonny Lee Miller) a Tommy (Kevin McKidd), para palpar la decadencia de un ambiente deprimido, todos de un modo u otro desean salir de la adicción, ¿cómo? trabajando, amando o haciendo otras cosas, pero excusas para regresar hay más... incluso por el simple hecho de ser lo peor de lo peor. Condenar es lo más simple... y lo más fácil... hace unos días leía como un veterinario que ahora anima un programa matinal de un canal católico de Chile proponía que a los delincuentes se les marcara una letra D con un fierro caliente, para que todos supieramos quienes eran... lo peor es que algunos encuentran que eso es buena idea.
El cambio viene más por una niñita con aires de grande que revuelve esa filosofía de elecciones que Renton predica, Diane (Kelly Macdonald), sin fierros calientes ni condenas es más fuerte en sus juicios, Renton descubre que las cosas se mueven y las elecciones no son estáticas, Edimburgo es sólo un punto más dentro de la alicaída Escocia que sus ojos ven... y lo mejor es librarse de las ataduras que el determinismo impone. Elegir la vida no es lo mismo que elegir vida y Londres se convierte en la forma de elegir vivir nuevamente.
No importa el resto... sólo ser más libre y en ese camino lejano Renton parece comenzar una redención... el resto ustedes saben que ocurre.
Por eso mientras en la calle me siguen predicando sobre el pecado, el infierno, el fin del mundo y la salvación, me basta con ver correr a Renton por las calles de Escocia al ritmo de Iggy Pop gritando por la Lujuria para la vida (Lust for life) como mejor discurso, ahí encuentro el infierno, el fin del mundo, el pecado y la salvación. Ahí no hay hipocresías ni diezmos, sólo otra historia como miles que hay en nuestros entorno en que la elección depende de cada universo que llevamos inserto bajo nuestra piel.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Trainspotting en wikipedia
4.- Trailer
5.- Lust for life
6.- Carteles


