sábado, 28 de febrero de 2009

LOS DESEOS CONCEBIDOS

Hace unos años paso por una librería que posee mucha literatura de cine en el barrio Lastarria y me llama la atención un título de un libro llamado "El cine nomada de Cristián Sánchez" para leer cine lo mejor es tener las películas cerca, o por último Youtube para algunas respuestas... que increible como un cineasta chileno pasara por mis días sin que yo jamás lo hubiese percibido... la busqueda de su cine me llevó a una retrospectiva en la cineteca de La Moneda y luego al persa del Biobio donde se encuentra parte de su obra...
No son muchas las películas pero cada una marca una época dentro de Chile y el cine, entre ellas "Los deseos concebidos" me llamó la atención.

Todo es tan natural como si fuese ayer, en esos días en que estaba en clases con un profesor que le decíamos el lobo, por que era casi un licántropo de tan peludo que era ya era el blanco de nuestras bromas, con el aprendimos administración (es decir como hacer cheques, liquidaciones de sueldo, contratos, trámites... algo que en esos días encontrabamos una estupidez y al fin de cuentas ha sido lo más útil que aprendí en una sala de clases)... las imágenes del colegio de Erre (Andrés Aliaga) con su profesor de Castellano (Javier Maldonado) me recordaron mis días de ausencia colegial... yo trabajaba en la pastoral por lo que practicamente capeaba clases todo el tiempo.
Es fácil perderse en el camino, no depende de la cuna en que se nace, ni la familia, ni los amigos... eso yo lo tengo claro... Erre no es un nombre, pero no da para más, algo busca mientras vaga, su casa es un lugar insoportable, y cada espacio se convierte en su prisión, casí como una road movie el vagar de Erre lo hace conocer personas tan extrañas como él, y lo irracional parece ser normal en cada palabra que le cruza. Los años ochenta son casi parte del mobiliario de una ciudad sumergida en sus días grises... no al estilo en que Tony Manero intento construir un Santiago oscuro, el de Los deseos concebidos la ciudad de los ochenta es tan real que parece fantástica.

Películas hay muchas pero cine no tanto, y acá sentí cine por todas partes, desde la simpleza del relato hasta los momentos más extraños de la vida común, sin sentimentalismos ni lloriqueos el camino de Erre con Mansilla (Andrés Quintana) en busca de una cama para que no se siga perdiendo el joven en la marihuana, lo transporta por una clase social paternalista y caritativa que tiene una moralidad muy solapada. Mansilla también es un vagabundo... exonerado como auxiliar del colegio y expulsado de su hogar por su esposa van sumando desesperanza en el camino de Erre.

Es un cine indie (que ahora está muy de moda gracias a Sundance) que se nota por todos sus poros, con un poco de erotismo al límite de lo permitido en los ochenta, un humor suave y por sobre todo algo especial... como si el director fuera un buen alumno... se sentía la naturalidad de Raúl Ruiz y la mano militar de los días de dictadura, sin mencionarla ni hacerla explícita en ningún momento, el miedo a la autoridad (algo tan chileno) se presenta en toda la generación superior... desde el "no fumen esto que me van a echar" y todas esas voces y tonos de militar y de señora de militar que se oye y se mira en las pensiones en que Mansilla y Erre se pasean, marcan la diferencia entre el ser testigo implícito y un reconstructor (como en Tony Manero). Los deseos concebidos me hicieron una regresión a esos días en que lo irracional era normal.

Saludos a todos.
Gracias a Cineglauber por la foto del cartel de la película.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios
3.- Escenas

4.- Película completa

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