Tiempos
difíciles, no volváis nunca más.
Es el
sonido, el suspiro del cansancio.
Tiempos
difíciles, tiempos difíciles,
no volváis
nunca más.
Lleváis ya
muchos días
acechando en
la puerta de mi cabaña.
Tiempos
difíciles, no volváis nunca más.
Es un
suspiro que llega por el camino
es un
lamento que llega hasta la orilla.
Esta canción
se oye cerca de la solitaria tumba.
Tiempos
difíciles, no volváis nunca más.
Es el
sonido, el suspiro del cansancio.
Tiempos
difíciles, tiempos difíciles,
no volváis
nunca más.
Ya lleváis
muchos días acechando
Tiempos
difíciles, no volváis nunca más.
En estos
tiempos nuevos, algunos matinales se asombran y conmueven de ver como vive la
gente pobre en Chile, por años la pobreza en televisión le han puesto el nombre
maquillado de “gente de esfuerzo” o pobreza honrada. Cuando salía un pobre se
recalcaba su felicidad “con tan poco”, como si fuera la cara de Dios, el pobre
que el Padre Hurtado le decía “Patroncito”, el de la señora Juanita, de don Pepe,
de las tías del aseo y otros tantos nombres que les damos de cariño pero que nos
implican, ojalá no saber qué hay más allá de ni siquiera conocer su apellido.
Así por años hemos estado construyendo sociedades de castas, que para muchos
eran mejores mientras menos pobres se te cruzaban por el camino, ha ido
cambiando a un nuevo tiempo.