Mostrando las entradas con la etiqueta Breno Silveira. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Breno Silveira. Mostrar todas las entradas

sábado, 31 de julio de 2010

LOS HIJOS DE FRANCISCO

Los niños tienen un aura tan llena de sueños y alegrías, que a los padres plasman en ellos sus sueños, pese a que muchos quieran que ellos sean lo que quieran, siempre hay un deseo de que sean más de lo que uno han sido. con menos tensiones y más alegrías. Es una contradicción entre que por ellos fueran siempre esos niños hermosos a ver como serán los sueños cumplidos cuando grande.
Aunque hay casos que no comparto para nada, en especial esos padres de niños famosos que han visto en ellos una mina de oro para explotar, olvidando que ellos son niños como todos. Tengo en mi memoria al padre de Christell una niña que cantaba música ranchera, que la obligaba a cantar hasta cuando estaba enferma. O el papá de un niño fallecido esperando un corazón, que aprovechó de escribir libros de lo mismo... son para mi casos de aprovechamiento tan grotescos, como la familia Jackson con su hijo más famoso fallecido... Pero en otras ocasiones son los padres los que apoyan el talento de los niños, como en el caso de los tenistas chilenos o de algunos grandes músicos.

El Sertao ha aparecido este mes en el cine brasileño que he visto desde diversas perspectivas, en todas con el color del suelo rojizo, lleno de esfuerzo y de vida rural. Como la de Francisco José de Camargo (Ângelo Antônio) casado con Helena (Dira Paes); ambos viven en el campo del papá de ella. Mientras su constante es estar embarazada y criar hijos, la dura vida no permite otra futuro màs que tener hijos que ayuden a seguir trabajando la tierra.

En realidad América Latina rural, no parece ser la tierra de las oportunidades. Así lo entiende Francisco que en la única forma que cree ver surgir a sus hijos será en la música. El primero que lo experimenta es Mirosmar (Dablio Moreira) que después de cantar -un poco desafinado- le regalan una armónica, con la que empieza a meter bulla por toda la granja, hasta que en un momento comienza a sacar nuevos acordes, así se pasa al acordeón y con su hermano Emival (Marcos Henrique) comienzan a preparar canciones. Al partir a la ciudad el trabajo es más dificil, porque el hambre está màs cerca... por lo que los hermanos deciden ayudar a la familia cantando en la estación de buses de la ciudad.


La historia comienza a cambiar, también aparece el representante de siempre y los lleva por Brasil, presentandolos pero sin contacto con la familia por meses, mientras el se queda con casi todo el dinero... pero la vida de músico. Ayer mientras compraba en la Vega Central de Santiago de Chile, había un tipo cantando con pistas de otros cantantes tropicales, con un traje impecable, grandes parlantes ofreciendo su disco compacto con sus mejores éxitos... con la pequeña esperanza de algún salir en televisión o de ser descubierto... El destino se encargó de destruir los sueños de la familia con la tragedia.

Con el tiempo y la partida a Río de Janeiro de Emival, su nombre cambia ahora es Zeze Camargo (Márcio Kieling) y su hermano más pequeño Welson (Thiago Mendonça) ahora es llamado Luciano. En Chile los conocimos como Camargo y Luciano, que en ésta intensa historia removieron el corazón de Brasil con una película impresionante, llena de las dificultades que tuvieron que pasar para ser reconocidos. Siempre es emocionante ver como los pobres salen adelante, nos llenas de esperanzas, nos hacen recordar las veces que pasaron hambre, las humillaciones y el talento inquebrantable que lleva más allá... emociona porque se sabe que la pobreza hace perder entre la niebla, a grandes músicos, poetas, escritores, cineastas que jamás tendrán la oportunidad de que los conozcamos... contetémonos con las vidas de Camargo y Luciano que están acá, contando lo imposible.

Con esta historia, termino el breve paso por el Cine Latinoamericano, un cine pobre y resentido, un cine olvidado por el mundo, pero tan intenso de temas nuestros que tienen en común más que el idioma, la marginalidad y los deseos de surgir... como Rodrigo D. de Gaviria, o el Rudo y el Cursi, están las historias del esfuerzo, del llanto infinito de la Hamaca paraguaya y de Sangre de Condor; La grandeza de Glauber Rocha (que merecerá un tiempo dedicado sólo a él); Los países de América revisados en las distintas latitudes nos mostraron realidades comunes que deberían unir los corazones y los sentimientos en torno a la misma dignidad que hace que pese a la discriminación de otras naciones, a pesar de esa mirada desconfiada que nos dan mientras timbran nuestros pasaportes, siento ese orgullo que brota cuando veo a Macchu Picchu, las piràmides mayas y Teotihuacán, de la grandeza de los que estuvieron y los que vendràn... me quedo tranquilo porque pese a lo ingrato de nuestras historias, aún estamos acá gritando lo que somos.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en filmaffinity
3.- 2 Filhos de Francisco en Wikipedia
4.- Trailer


5.- Escena de la estación de buses