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lunes, 10 de diciembre de 2007

LA CIUDAD DE LOS FOTOGRAFOS

Habría que decir que en lo inmediato
la vida se ha ido haciendo más difícil
de rojo se mancharon
nuestros sueños
la boca ya no encuentra su palabra
la noche envuelve el cielo y lo aprisiona
la patria va alejándose del hombre
y todas las banderas que flamearon
se han ido des
garrando con el tiempo.

(Eduardo Carrasco)

La única película que no tenía referencia a un video incorporado hasta ahora era Largo Viaje de Patricio Kaulen, tenía hace tiempo ganas de crear el video, pero como mi copia de la película era en un VHS, no la podía transferir a digital, hasta que me decidí comprar una tarjeta captadora de televisión y ahí pasar algunas películas que sólo tengo en VHS, incluidos videos familiares, pero irónicamente después de comprar el captador pase por una tienda de DVD… ¡y encontré Largo Viaje!, la película que había motivado la compra… no pude dejar de quedar nuevamente fascinado con esta película sesentera que mostraba un Santiago que no viví, a pasos del centro los últimos conventillos de la ciudad a punto de ser demolidos para construir los edificios grises de la época.

Esa es la ciudad que estuvo antes de que mis ojos la vieran, una ciudad testigo del destino de sus habitantes, en el perfil se veía la iglesia de los sacramentinos era el perfil del crepúsculo de esos días, pero la ciudad de Santiago veinte años después fue escenario de otros episodios que captaron otros lentes y que se convirtieron en la verdad silenciosa del horror de los días de la dictadura, fueron los fotógrafos los que “dibujando con la luz” como dice un amigo de esa profesión, nos han dado las evidencias de que lo que se vivió en los ochenta no fue un mal sueño, si no que fue la realidad, extraña pero cierta de las noticias y protestas que los diarios y canales de televisión ocultaron de esos días en Santiago de Chile.

Los lugares siguen donde están, ahí permanecen esperando que les preguntemos ¿qué pasó?, esperando descubrir esa boca que grite el espanto de los los restos de un horno de cal en Lonquén y que digan la verdad de la familia Maureira, ese día estuvo el fotógrafo Luis Navarro, ahora de regreso en las dinamitadas ruinas de los hornos (hoy monumento nacional) contando que pasó el día en que se descubrió el horror… ¿Qué estaba pasando en Chile?, en medio del miedo y contra el miedo de los medios, muchos fotógrafos decidieron agruparse en la Asociación de fotógrafos independientes (AFI).

Así van surgiendo las historias de esos quijotes del lente que fueron haciendo de escribanos de cada una de las manifestaciones que fueron sacudiendo la conciencia de Chile, En cada acto y cada protesta fueron los encargados de vengar la represión con sus cámaras… a lo mejor sin mucha conciencia del costo que podía tener y perdiendo el miedo y el escrúpulo a la sangre, cada imagen se fue convirtiendo en el abrigo de los que padecían la injusticia del silencio. Así fueron esos años silenciosos, la dictadura sabía que esas imágenes eran las balas, cada foto colgada en la solapa era un grito de rabia y una pregunta que taladraba algunas conciencias; cada testimonio.

En un momento las cosas empiezan a cambiar, la dictadura sigue por más de diez años y parece no querer terminar, ¿en qué momento la cosas parecen acostumbrarnos?... cuando niño pierde un ojo en plena plaza de armas, cuando Rodrigo Rojas es quemado vivo... son preguntas que cada fotógrafo se hace. Desde ese lente la ciudad de los fotografos nos trae de vuelta los días de los extraños, no como parte de la moda kitsh de los ochenta, si no como una gesta que presenta ese Santiago, hoy un poco distinto, en algunos sectores remozado y repavimentado. Esconde a unas personas que ayudaron a abrir los ojos, que no se encandilaron con esa luz negra del desamparo y que la democracia los hizo tomar otro rumbo. Hoy como el cuadro de Dalí, persisten en la memoria... en que no nos olvidemos, y bien merecen salir de vez en cuando con sus fotos colgadas por una ciudad que olvida a los desaparecidos y camufla a los torturadores.

Habría que decir sin más remedio
que el tiempo es más profundo que la vida
la luz se vuelve sombra en un instante
la historia va cambiando los motivos,
naufraga hasta la nave más serena
la muerte se despierta con su espada
la rubia miel en gris se va bebiendo
y el día va naciendo entre las ruinas.

saludos a todos

en especial a Gloria, con quien fui a ver esta película en el Centro Alameda

Crédito de fotos

izq 1 Inés Pulido (AFI)

der 2 Luis Navarro (Hornos de Lonquèn)

iz1 3: Alvaro Hoppe (Carabinero)

der 4: Jorge Laniszewski (Familiares y amigos de Jose Manuel Parada cantando La Internacional en el funeral)

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentario en MABUSE
3.- Página de la película
4.- El Viejo comunista por Manuel García de la banda sonora


5.- Documental completo


6.-Trailer