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martes, 12 de octubre de 2010

UN TIEMPO PARA LOS CABALLOS BORRACHOS

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Me han crucificado cada vez que digo que los países son una mala invención que nos ha llenado de muertes y sombras; de pobrezas e injusticias... de niños huerfanos y terribles ilusiones. Se me olvida un tiempo los horrores que hemos cometido en nombre de las patrias, pero me basta con mirar como unos niños trabajan envolviendo con papel de periódicos las lozas para destruir los sueños...

Mientras algunos niñas les gusta jugar al papá y a la mamá con sus muñecos y sus tacitas, en el norte de Irán los niños kurdos tienen cumplir los roles de verdad. Los hermanos mayores hacen de padre y madre de sus hermanos pequeños... trabajando en el mercado Ayoub (Ayoub Ahmadi) el hermano mayor trabaja en un mercado iraquí con su hermana menor Ameneh (Amaneh Ekhtiar-dini) y su hermano deforme Madi (Madi Ekhtiar-dini) envolviendo lozas y cargando sacos de contrabando para los almacenes de la zona franca, unos pocos pesos de pago y luego correr hacia la camioneta que los trae de vuelta a Irán con alguno que otro contrabando escondido entres sus ropas... en la casa espera Rojin (Rojin Younessi) con comida cuidando al hermana menor.

El padre es contrabandista en tierras peligrosas, llenas de emboscadas y campos minados que hacen que confunden con el blanco la muerte y el miedo... así es como llega el cuerpo sin vida a la casa de los niños, como el entierro definitivo de los sueños de estar mejor... y para Ayoub la confirmación definitiva de que ahora él debe ser el que traiga el dinero a la casa... para ello debe dejar el colegio y reemplazar al padre en los contrabandos. Velar por que a sus hermanos no le falten ni sus útiles ni sus medicinas y que tengan comida son las nuevas motivaciones para una familia en que el único elemento para aferrarse a la realidad es el amor que entre ellos se tienen van demostrando esa maldita injusticia que tiene la historia con algunos pueblos.

Los esfuerzos comunes se encuentran en tratar de que su Madi se encuentre bien, de juntar dinero para que se opere... pero ¿qué hacer cuando la manos son pequeñas?, las mulas beben agua con licor y las montañas esperan con balas de muerte para los contrabandistas. ¿Qué hacer con esa nieve que llega a las rodillas?. Sólo el saber que son niños da la esperanza del tiempo, de que vendrán tiempos de sueños, tiempos mejores... puede ser que sea sólo por cruzar una alambrada, o puede ser por un matrimonio... o a lo mejor por las letras que una niña aprende en la escuela... o simplemente por ver que la generación de sus padres ha destruido países llenando de muerte que ellos quieran de sus vidas algo distinto... no lo se. Pero entre toda esa pobreza rural llena de nieve, de sueños congelados, sólo queda la esperanza de que pasarán años para tratar de arreglar los desastres que hemos cometido y las injusticias hacia pueblos desplazados como los kurdos.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?*
(Miguel Hernández)

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Zamani barayé masti asbha en Wikipedia
4.- Trailer

lunes, 11 de octubre de 2010

LAS TORTUGAS TAMBIEN VUELAN

La huelga de hambre de los mapuches de Chile duró más de setenta días y fue eclipsada por el rescate de los mineros. Entre cortinas de humo y desinformaciones normales que la prensa chilena hace cada día se reflejaba a contraluz un conflicto más viejo que el propio Chile... donde los pueblos originarios fueron olvidados y dejados al olvido por las autoridades, mientras los terratenientes del sur estafaron a los pocos dueños con precios irrisorios de compra para sus terrenos... en medio de la discriminación y un patriotismo sensiblero que humilla a los indigenas es como se ha ido formando una bomba de tiempo que cada cierto tiempo comienza a tener peligro de estalle... son palabras peligrosas que se mantienen al límite cuando se dice que el pueblo mapuche se puede comportar como la nación dentro de otros estado invasor como Chile y parte de Argentina... la verdad los chilenos no han entendido la convivencia entre dos pueblos para crecer en un mundo de respeto.
Tal vez por lo mismo es que miro con respeto a los kurdos, otra nación sin estado que se fragmenta entre los límites de acuerdos que se olvidaron con un Tratado en Lausana que repartió el territorio del Kurdistán entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

En los días de Saddam Husein los kurdos pasaron sus peores momentos de éxodo y masacre, ya en los días en que la guerra volvía a ser una amenaza (o una excusa) existía una necesidad de saber las noticias... la "verdaderas" si es que alguna vez existían... para ello sólo las antenas parabólicas podían entregar algo de eso... pese a los canales prohibidos, pese a la tradición valórica había que hacer el sacrificio y Satellite (Soran Ebrahim) sabía instalar las antenas... por algo era el niño líder del campo de refugiados. Tenía su propio gobierno en el que trataba de dar justicia y trabajo a otros niños... una de sus ventajas era que tenía todas las partes de su cuerpo pegadas aún a el... cosa que no todos podían disfrutar cuando se vive en medio de campos sembrados de minas antipersonales que los niños ya huerfanos se dedicaban a desactivar de las maneras más riesgosas y artesanales posibles por unos pocos pesos.

Entre tanta desinformación y muerte, un médico iraquí era capaz de llegar al campamento en búsqueda de la verdad o del rumor del niño manco que predice el futuro. Satellite lo conoce perdió a sus padres y su nombre es Hengov (Hiresh Feyssal Rahman) que vivía con su hermana Angri (Avaz Latif) y un bebé (Abdol Rahman Karim), en medio de los terribles días las predicciones de Hengov indican que se acerca el fin... los estadounidenses están próximos a acabar con el regimen de Husein y de la liberación de los kurdos, si es que se le puede llamar así a lo que viven... acá en el refugio practicamente no hay adultos sólo quedan viejos y niños... que ya no juegan y que tienen una mirada dura y sin esperanza... destruida por la historia y la guerra... entre las máscaras de oxígeno, las bombas biológicas y las minas antipersonales, la amargura de las chatarras hacen creer que tanta realidad llega a ser fantástica.

Paso por una plaza de Santiago y veo a los niños jugando y no puedo creer que en otro lugar, los campos se esté peleando por un poco de comida, que los niñas tengan que parir nuevos bebés, que los niños pierdan piernas y brazos por explosiones, y que los padres se encuentren enterrados en tierras que parecen extrañas. Son en momentos como esos en que la incomprensión de las fronteras hacen que perdamos el rumbo de lo que estamos construyendo... que no es lo mismo que nos hacen crear ni creer, así estamos mientras el cine de Ghobadi con sus escenas huerfanas pasa por nuestos días sin que veamos los gritos de niños sin padre en Afganistán, Irak, Sierra Leona, Chechenia, Palestina entre otros... ¿de qué estamos hechos?

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Lakposhtha hâm parvaz mikonand en Wikipedia
4.- Trailer