La noche me abre su manto,
su manto de estrellas blancas:
compadre: voy a la sierra
llevando mi muerte en ancas.
Es negro el viento y la tierra,
negro el pan y negro el vino;
si voy subiendo a la sierra
más negro se hará el camino.
No se que tiene este 2014 que en sus pocos días ha ido desenmascarando verdades o será que el optimismo típico de enero ha ido reforzando a las personas a asumir sus realidades, lo que lo ha hecho distinto, el tema es que a veces somos menos mágicos de lo que creemos y lo terrenal está más presente en nuestro ser, de lo que realmente quisiéramos que fuera. El problema es que en estos infiernos cercanos hay niños presentes que les ha tocado ver como sus familias se desintegran y como sus papás a veces no han sido lo suficientemente cuidados con lo que hacen o dicen.