Hay cosas bellas que uno le inyectan ganas de vivir, en mi caso no existe nada más grandioso que mirar las estrellas, mirar el mar, ver a los niños jugar y crecer, estar con los que se aman y tener amigos.
No se si a propósito de Fresas Salvajes, pero hace unos días soñé con una amiga que estábamos mirando el mar desde una casa, ambos muy viejitos y felices por saber de que en esos años seguíamos siendo amigos…
Una de las historias de amigos más maravillosas para mi, es la que tienen Jules y Jim, dos artistas Jules, para algunos austriaco para otros prusianos, y Jim un francés en los inicios de la belle epoque francesa con una amistad incondicional que trasciende más allá de las trincheras que ambos pelean a distintos lados del frente… con el miedo que las balas derriben al amigo a otro lado del combate.
Pero la historia real en realidad no es tan sólo de Jules o Jim, es la historia de Catherine y su amistad-amor con Jules y con Jim. En primer lugar con Jules con quien tienen una hija… pero tiempo después Catherine se da cuenta que sigue enamorada de Jim. La amistad de ambos intelectuales continúa intacta, no se perturba por los deseos de Catherine ni por los celos.
Hay una comprensión total por parte de ambos del amor, y lo aceptan; y perdonan. Catherine disfruta del momento, no se anda odiando a si misma, y es capaz de lograr lo que desea. Jules y Jim, poseen la mirada tierna que hasta hora sólo puede demostrar Francois Truffat.
Siempre que mencionó a Truffaut, me imagino la ternura del cariño de una madre por la mejilla de un niño, algo que posee la máxima sensibilidad, inocencia y esperanza. El cine que Truffaut nos acaricia la mirada, no entiendo como, pero su Nouvelle vague que tal vez pareciera que no nos está diciendo mucho, en la realidad nos está mostrando todo, es como esas veces que pareciera que los árboles no nos dejan mirar el bosque. La amistad duradera, tolerante, con gotas de amor y pasión, con una alta dosis de admiración, orgullo, sin envidia es la que nos conduce por la felicidad, Jules, Jim y Catherine lo tienen claro y son capaces de amarse por completo…
Con Jules et Jim, no se le pide más a Truffaut. El es el dueño de la ternura en la historia del cine, así como Hitchckok es el padre del suspenso. El Maestro (como lo llaman) muestra la ternura tiene sentimientos tan fuertes que pareciera que brotaran por los poros el amor. Ser amigo por siemplre es un lujo que pocos se pueden dar y en este caso el trío lo logra.
Saludos a todos mis amigos de alma
En especial a mi amiga de mis seniles sueños
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentariosdela película
3.- Trailer
4.- Tema principal
5.- Más comentarios
6.- Sobre la obra
No se si a propósito de Fresas Salvajes, pero hace unos días soñé con una amiga que estábamos mirando el mar desde una casa, ambos muy viejitos y felices por saber de que en esos años seguíamos siendo amigos…
Una de las historias de amigos más maravillosas para mi, es la que tienen Jules y Jim, dos artistas Jules, para algunos austriaco para otros prusianos, y Jim un francés en los inicios de la belle epoque francesa con una amistad incondicional que trasciende más allá de las trincheras que ambos pelean a distintos lados del frente… con el miedo que las balas derriben al amigo a otro lado del combate.
Pero la historia real en realidad no es tan sólo de Jules o Jim, es la historia de Catherine y su amistad-amor con Jules y con Jim. En primer lugar con Jules con quien tienen una hija… pero tiempo después Catherine se da cuenta que sigue enamorada de Jim. La amistad de ambos intelectuales continúa intacta, no se perturba por los deseos de Catherine ni por los celos.
Hay una comprensión total por parte de ambos del amor, y lo aceptan; y perdonan. Catherine disfruta del momento, no se anda odiando a si misma, y es capaz de lograr lo que desea. Jules y Jim, poseen la mirada tierna que hasta hora sólo puede demostrar Francois Truffat.
Siempre que mencionó a Truffaut, me imagino la ternura del cariño de una madre por la mejilla de un niño, algo que posee la máxima sensibilidad, inocencia y esperanza. El cine que Truffaut nos acaricia la mirada, no entiendo como, pero su Nouvelle vague que tal vez pareciera que no nos está diciendo mucho, en la realidad nos está mostrando todo, es como esas veces que pareciera que los árboles no nos dejan mirar el bosque. La amistad duradera, tolerante, con gotas de amor y pasión, con una alta dosis de admiración, orgullo, sin envidia es la que nos conduce por la felicidad, Jules, Jim y Catherine lo tienen claro y son capaces de amarse por completo…
Con Jules et Jim, no se le pide más a Truffaut. El es el dueño de la ternura en la historia del cine, así como Hitchckok es el padre del suspenso. El Maestro (como lo llaman) muestra la ternura tiene sentimientos tan fuertes que pareciera que brotaran por los poros el amor. Ser amigo por siemplre es un lujo que pocos se pueden dar y en este caso el trío lo logra.
Saludos a todos mis amigos de alma
En especial a mi amiga de mis seniles sueños
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentariosdela película
3.- Trailer
4.- Tema principal
5.- Más comentarios
6.- Sobre la obra
4 comentarios:
Es el tipo de situaciones que nos hacen soñar.
Gracias Rodrigo.
Un beso ;)
Gracias Fuji
A mi las películas de Truffaut me cautivan... como tus lindas historias.
Hace tanto que no te escribo, y esta entrada me habia estado penando, porque cuando la lei me encanto. Es otra de tus películas que necesito ver.
Se agradece de la vida el qeu nos de tantos momentos mágicos, y en general son más de los que uno alcanza a notar. Dichoso el que es capaz de sentir y llenarse de esos detallitos que hacen de nuestra existencia algo más dulce.
Rosario
Gracias por sus lindas palabras...
Truffaut tiene esa linda gracia de que todo lo que tomaba lo hacía bello.
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