miércoles, 9 de mayo de 2007

EL PUENTE SOBRE EL RIO KWAI

Una de las películas de los ochenta que a muchos marcó, al menos a los amigos de mi hermana mayor fue El club de los cinco (The Breakfast Club), donde a los cinco rebeldes de la clase quedaban prisioneros de la escuela, dentro de las escenas que siempre recuerdo es cuando comenzaban a silbar la melodía del Coronel Bogey, del Puente sobre el río Kwai…
Yo en esos tiempos era un niño que se encontraba jugando sus últimos juegos con los soldaditos de plástico, cuando empecé a abandonar ese interés bélico de juego me comencé a interesar en las guerras en especial de sus películas (siempre cuando me gusta algo, me fanatiza), era el tiempo de Pelotón, la cual me gustó mucho y de ahí pasé a Apocalipsis Now, Patton, Tora! tora! tora!, hasta llegar al Puente sobre el río Kwai que vi en televisión.
Muchos años después (es decir hace un par de años) me reencontré con ella… la película fue el puente entre mi presente y esos recuerdos que permanecían en el olvido… las cosas a veces se transforman en nuestros puentes que sortean los ríos de amnesia que el tiempo deja fluir por nuestra mente.

Cuando Marty Mcfly llega al pasado para encontrarse con el Doc, en Volver al futuro primera parte, este no le puede creer que las cosas japonesas son mejores que las norteamericanas, el tiempo dijo lo contrario de dicha calidad… con el prisma del doc de Volver al futuro, hay que mirar El puente sobre el río Kwai.
La historia de los soldados ingleses que en plena Segunda guerra mundial son tomados prisioneros en Birmania por los japoneses, muestra lo difícil que es sortear el orgullo inglés contra el honor japonés.
Pero como la historia la escriben los vencedores, se ve que una vez solucionados los inconvenientes los prisioneros ingleses se deciden a construir el puente, es que nada es mejor que la calidad occidental, al menos eso demuestra la película, en comparación con la “inexperiencia” japonesa. Así poco a poco el puente va tomando forma y se transforma en uno de los puentes mejor diseñados en la zona (obvio si fue hecho por los ingleses)…
Pero al igual como ha sido en el resto del mundo, las potencias construyen y destruyen la sociedad, acá pasa lo mismo, la descoordinación de las potencias puede terminar por destruir lo conquistado. El puente se transforma en una obsesión desde tres puntos de vista: por una parte el Coronel japonés Saito tiene que terminar el puente si o si, El coronel británico Nicholson tenía que tener con moral a sus hombres y por otro lado es el objetivo de las dinamitas que porta por la selva el comandante estadounidense Shears.

Así como lo que pasó con el puente en Birmania, en América Latina fuimos beneficiarios y víctimas del desarrollo Inglés-estadounidense, desde el apoyo en las salitreras de Chile, en el estaño boliviano, en el caucho brasileño, en la carne de Argentina, en el azúcar cubano, en el café colombiano, entre otras cosas… poco a poco apareció la luz eléctrica y los trenes, y el dinero… pero también apareció la pobreza, la segregación y en algunos casos la destrucción de algunos recursos… Así es la arrogancia educadora del desarrollo algunas veces termina dinamitada por el desentendimiento y el menosprecio.

La historia del puente sobre el río Kwai es cierta y a mi juicio más interesante que la de la novela y película, en la realidad el coronel japonés Saito era un militar culto, inteligente y humano que trató a los prisioneros con respeto y compasión. El teniente coronel ingeniero del ejército británico Philip Tossey fue prisionero de guerra de él, y a diferencia del personaje hecho por Alec Guinnes este se dedicó a sabotear la construcción añadiendo barro al cemento hasta agregar termitas en las maderas que él y sus hombres encontraban en la selva.

El puente fue construido y costó 200 vidas de prisioneros ingleses, holandeses y australianos, muertos principalmente por lo agreste del clima. Su destrucción fue hecha por bombas teleguiadas por la fuerza aérea estadounidense en 1945.
Cuando la Guerra terminó y Japón fue derrotado, el Coronel Saito fue enjuiciado por crímenes de guerra, pero acudió al juicio el coronel británico Tossey como testigo a favor del japonés salvándolo de la horca con sus declaraciones.
Tossey murió en 1975 y Saito viajó a Gran Bretaña a visitar su tumba, el puente fue reconstruido y aún existe ahora en metal. Pero la imagen del Coronel Saito para algunos que sólo se han quedado con la imagen despótica del cine, merece ser revindicada.

Muchos saludos a todos.




Bonus Tracks
1.- Página en IMDB.
2.- Comentarios de la película.
3.- Trailer.

4.- Sobre la película
5.- La famosa marcha del coronel Bogey

5.- Imágen del puente actual por wikipedia

2 comentarios:

Carles Rull dijo...

Lo cierto es que pone la piel de gallina todos estos datos sobre "El puente sobre el río Kwai".
Y muy interesante ese contraste de miradas entre occidente y oriente, o entre los estadounidenses y británicos, y Japón, que señalas.

Saludos !

Anónimo dijo...

Buena reseña sobre un gran clásico del cine antibélico. A mi este siempre me recuerda a mi infancia, cuando me la ponia mi padre para verla, y siempre me hablaba de ella...

Yo tambien pongo enlace en mi blog a tu blog, felicidades.