jueves, 17 de mayo de 2007

FRESAS SALVAJES

“Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos corazón, son los que no luchan.
No los dejes corazón que maten la alegría,

remienda con un sueño corazón, tus alas malheridas.
...
No te entregues corazón libre, no te entregues”
(Rafael Amor)

El viernes pasado tuve el placer de escuchar en vivo a Mercedes Sosa, la delicia de escuchar una de las voces
que me acompañó desde niño en mi vida gracias a que mi madre siempre le gustó.
Por motivos de trabajo no llegué al comienzo del recital, pero mi amiga Sole y su mamá ya me tenían un asiento guardado… llegué a la tercera canción y fue un golpe de primera porque tenía los versos con que comienzo esta entrada; Mercedes Sosa escoge muy bien lo que canta por que lo vive.Los años han pasado y ver un Arena Santiago con tantas generaciones juntas al alero de esa voz potente en un veinticinco de mayo, es un orgullo para los argentinos en su día.

Así como Mercedes que no entrega su corazón libre y sigue cantando, el profesor Isac Borg también continúa su vida, entre los recuerdos de la infancia y juventud mientras viaja con su nuera a Estocolmo, para la ceremonia de condecoración como Doctor Honoris Causa de la univer
sidad de Lundt.

A medida que crecemos la muerte parece más cercana, Así la ve el profesor en su extraño sueño antes de partir de viaje, el carro fúnebre no puede pasar completamente por las vías, expulsando el féretro hacia la calle… hay cosas que no están bien en su vida, el se da cuenta y necesita reflexionar… por lo que decide ir hasta Estocolmo manejando.

Los viajes, como decía alguna vez, son vidas chiquititas dentro de una gran vida… por eso dan para reflexionar de lo hecho y lo no realizado, En Fresas salvajes viajar no tiene edad, todos lo hacen desde el profesor, su nuera, el matrimonio que en una parte del viaje van con ellos, y los jóv
enes que después de un aventón acompañan al anciano profesor hasta Estocolmo.

Los tres jóvenes, son el bálsamo que necesitaba el profesor para reconocer lo vivido y lo perdido, el miedo a no saber nada que siente a cada momento, el miedo a la soledad, pero la maravilla de poder redimirse siempre… las edades sólo son números y las ganas de vivir no tienen fronteras.

Eso lo siente el profesor y lo sentí yo al final de ver ésta bella historia de Ingmar Bergman, como cantó Mercedes Sosa en esa fría noche de mayo


"… Recuerda corazón, la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida corazón, carne de primaveras.

Se equivocan corazón, con frágiles cadenas,

más viento que raíces corazón, destrózalas y vuela.

No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,
serás cómplice y esclavo corazón, si es que los escuchas.

Adelante corazón, sin miedo a la derrota,
durar,
no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa. "


Vivir es otra cosa, Bergman en este simple viaje nos entrega otro motivo para seguir en este camino sin edad, sin miedo y con verdad.


Saludos a todos
En especial a todos los mayores.
Bueno agrego la canción de Mercedes Sosa que me mató... junto con esta tan bella película.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Escena del sueño

4.- Corazón Libre de Mercedes Sosa

5.- Más comentarios de la película

2 comentarios:

Rosaritopunk dijo...

Los viajes son como vidas chiquitas... que linda frase.
Un viaje muy cortito ha sido por estos días, el comienzo de una nueva etapa en mi vida. Son increibles las ganancias que un viaje puede dejar, solo hay que tener los ojos bien abiertos para ver lo que el camino te quiere mostrar.

Me gusto mucho la entrada, y me dieron ganas de ve la peli.

Besos por monton y saludines de todos los colores.

PD: Oiga, a propósito del post que me dejaste... Yo soy de tu generación y no tengo ningún problema con el baile,talvez lo de tronco sea un problema personal tuyo JAJAJAJAJA

Rogolagos dijo...

Mi querida Rosarito... es cierto yo soy un tronco que cuando bailo me suenan todas las bisagras, me falta aceite como el hombre de lata del mago de oz...

muchos saludos