
Si pusiéramos esa lista hoy sin duda que muchos elegirían la mítica cinta de Orson Welles como la ganadora… ejem… en 1942 la academia no pensó lo mismo cuando abrió el sobre y nombró la película de John Ford: Qué verde era mi valle.
Primero que todo aún es extraño ver una película que hable de un color distinto al blanco y negro que se veía proyectado, para eso estaba la magia de nuestra imaginación, es que el cine en el siglo XX poco a poco nos fue alejando de nuestra interpretación de las cosas. En el cine mudo tuvimos que imaginarnos las voces y a la vez teníamos que imaginar los colores, el cine actual nos entrega casi todo lo que queremos sentir, sólo nos falta la inmersión completa en la película, es decir el olor y el tacto (y si se pudiera tocar el cine, iría a ver todos los días las películas de Scarlet Johanson)… bueno volviendo a lo que contaba, mientras veía las primeras escenas de la película yo veía el verde de los valles, es que el color de los recuerdos no se mira con los ojos, se siente en las voces y se percibe en los aromas, al fondo del valle una chimenea con humo negro y un pequeño relave que depositaba la escoria de la faena minera de la extracción del carbón.

El carbón fue el elemento que literalmente prendió las chimeneas de la producción industrial del siglo XIX y su importancia fue grandeza para las naciones, pero también explotación para quienes se introdujeron en las profundas minas. En Chile lo sabemos muy bien porque en las ciudades de Lota y Coronel el carbón fue la razón de ser que hizo crecer las arcas de la familia Cousiño. Baldomero Lillo un escritor chileno de las primeras décadas del siglo XX, plasmó en su libro Sub Terra la vida de los mineros del carbón a través de las profundas galerías que en el caso de las ciudades chilenas se encuentran bajo el mar, amenazadas por el asesino gas grisú y por la temprana muerte de los trabajadores.
Que Verde era mi valle es una foto de un mundo que cambiaba, John Ford muchas veces catalogado como republicano, en esta cinta se muestra tal como es, una persona que denuncia los problemas pero los coloca a ambos lados de la balanza. Demuestra como la estructura social de un pueblo minero se va desmoronando como los pasillos de la mina, y la oscuridad del socavón va incrustándose en una sociedad frágil.

Saludos a la gente de Lota y Coronel
dos pueblos muy hermosos que poco a poco van recuperando el verde.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Trailer
4.- Escenas de la película seleccionadas para el blog
5.- Sobre la minería del carbón.
1 comentario:
Esto es cine: la luz, el sonido (qué bueno que aún se mantiene). Pero sobre todo, la gente!
¿Por qué habremos retrocedido tanto?
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