jueves, 23 de abril de 2009

MI TIO

Parece que lo tecnológico siempre ha sido algo suntusuoso, ahora entre amigos el que tiene el mejor telefono celular es una señal de estatus que aún no entiendo, lo mismo con el auto. Hay cosas que la modernidad nos ayuda como escribir en un blog, reencontrar amigos, sacar más fotos, más videos ver más cine y escuchar más música... pero también ayuda a vernos menos, a aislarnos más... y pareciera ser que el que se mantiene al margen es una persona rara. Debo confesar que hay una mujer que aún no usa telefono celular y que no tiene facebook que por ese sólo hecho ya la encuentro interesante, me dan ganas de saber más de ella, nunca me imagine que alguien que se aleje de la tecnología me reviva esas ganas de descubrir por mis medios su historia, en una época en que todos mostramos todo en la página de vida azul que cada uno llena con sus egos.
Monsieur Hulot (Jacques Tati) si viviera hoy no tendría página en Facebook, ni blog, ni computador, mucho menos celular, ni televisión... solo viviría con lo que le sirve... que es menos de lo que creemos que necesitamos.

Es un universo maravilloso para el niño Gérard Arpel (Alain Bécourt) tener a su tío Hulot como compañero de camino a la casa después del colegio. Su tío con su cotona, su sombrero y su pipa es de una simpleza cautivante, que recuerda a Charlot, Lloyd o Buster Keaton, aunque ahora todo sea en colores, con música desde la misma cinta y con la voz y sonidos de algunos personajes, Mon Oncle o Mi tío es una película urbana casí muda de contraposiciones. Por una parte el señor Hulot que vive en un humilde desvan sin muchas cosas, no tiene esposa, tampoco trabajo y pareciera que no le importara mucho eso.

Por otra parte, como antípoda su cuñado Charles Arpel (Jean-Pierre Zola) y su hermana Madame Arpel (Adrienne Servantie) viven en un sector acomodado de Francia en una casa moderna de los años cincuenta que si la vieramos hoy seguiría siendo moderna, con adornos en el jardin, con muebles minimalistas, con una cocina en la que uno debería hacer un curso de capacitación para poder abrir un cajón, con muros blancos y muebles futuristas con grandes autos cincuenteros y con una sensación de vacío que se expande entre todo la tecnología... y que el niño Gerard percibe en cada momento.

Para ellos su tío "flojo" es la vergüenza para la familia, por más que tratan de buscarle un trabajo la arruina, por más que tratan de buscarle una esposa parece no responder a los cánones establecidos en la familia, no tiene futuro... el sólo vive el día. Sin una meta clara es muy dificil que pueda surgir y tener cosas. Es extraño porque pese a que tenemos más de Arpel que de Hulot, vemos en el tío un romanticismo que se envidia... después de escuchar a cada momento que debemos ser líderes, que debemos ambicionar y tener cosas... aparece una persona que no lucha por eso y pese a todo se ve feliz... como si tuviera esa alma de niño que cada día nos aleja más los años.

En Mi tío (Mon Oncle) la pelea entre lo tradicional y lo moderno está presente como en las luchas de esos grupos "Salvemos el Barrio Yungay", "Salvemos Vitacura" y otros tantos que desean mantener el ambiente de barrio en contra de la modernidad, el barrio antiguo del señor Hulot aún posee su bar, su panadería y el mercado, donde todos conversan y son amigos, la señora compra a lo lejos mientras el vendedor conversa. Donde los adultos le regalan dulces a los niños, donde los niños viven de sus travesuras. En comparación con la vida moderna en rectangulares casas en que los vecinos aparentan ser intelectuales, donde ni siquiera se sabe el nombre de quien vive al lado (y tampoco le interesa). Mi Tío de Jacques Tati ya nos denunciaba lo que nos estaba ocurriendo y que ahora después de cincuenta años la película sigue siendo más joven, más hermosa y más sencilla que en esos días... con esa música inolvidable.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Mi tío en Wikipedia
4.- Trailer

5.- Inolvidable banda sonora

MON ONCLE - Jacques TATI

2 comentarios:

Dialoguista dijo...

1958. Y que "bien" que seguimos encaminados hacia lo sin sentido. Cada vez más automatas compradores.
Voy a buscar esta pelicula. Parece una delicia.
SALUDOS!!!!!!!!!!!!

Rogolagos dijo...

Dialoguistas...
es cierto... ¿veremos en el 2058 películas que muestren la diferencia entre los autómatas materialistas?
creo que sí.