sábado, 24 de diciembre de 2011

MELANCOLÍA


El fin de siglo trae la sien 
cebada de podredumbre, 
como invitándome a una lumbre 
que prenderá quien ame bien. 
Bendito el tiempo que me dio 
una canción sin permiso. 
Bendito sea el paraíso algo infernal 
que me parió.
(Silvio Rodríguez)

Siempre hay una sensación de fin del mundo, lo escucho todos los días al caminar por el Paseo Ahumada, en cada predicador que grita las viejas malas nuevas del Apocalipsis, junto con ello me ofrecen la oportunidad de arrpentirme, de todo el daño que he hecho, de todo lo que maté y que hice sufrir. Dios me perdonará y podré entrar bien al nuevo lugar en que estaran todos los que comprendieron la salvación. Ahora que el 2011 termina lleno de recuentos, exámenes de conciencia y algunas desilusiones, el 2012 se viene lleno de sueños y deseos de que "Ahora si" que las cosas serán mejores... en medio de los deseos... ahora desde Yucatán los augurios del final parecen tener eco en algunos indicando el fin de otra era.
Los caminos son pequeños y no permiten que cualquier auto por muy lujoso que sea pueda circular por los sencillos senderos que llevan a las ilusiones del matrimonio de Justine (Kirsten Dunst) con Michael (Alexander Skarsgård). Todos los invitados ya están en la casona, pero dos horas después han llegado los novios, para la hermana Claire (Charlotte Gainsbourg) y su esposo John (Kiefer Sutherland), quienes practicamente ofician de anfitriones están desesperados porque la fiesta se está hundiendo, nadie entiende bien por qué Justine decidió casarse, estaba enamorada, pero a lo mejor las presiones de su jefe y padre del novio han hecho que ella tome una decisión, o a lo mejor la propia presión de la sociedad que tantas veces obliga a muchos a forzar los destinos de otros hace que la hermosa fiesta de matrimonio con el poco tiempo se convierta en una tragedia... En el caso de Justine estamos viendo como los astros se están modificando para avisar que las cosas cambiarán. Gaby (Charlotte Rampling ), la madre de Justine le previene en plena fiesta que las decisiones precipitadas son siempre malas decisiones y las demasiado pensadas también, el mundo de Justine está destruyéndose en cada instante.

Pero su hermana Claire, también irá viendo como su mundo comienza a destruirse por completo, ahora no por los caprichos o por las decisiones, más bien porque ha entendido que el verdadero fin de todo está comenzando, Justine cuando miraba al cielo se asustaba de la ausencia de Antares en la constelación de Escorpión, Ahora la cosa era más grave al ver que lentamente viene Melancholia en el cielo. No esa melancolía que a uno le invade en los días previos al año nuevo, que nos obliga a recordar todos esos momentos inolvidables que el año nos deja. En este caso la que viene es un planeta que ya pasó cerca de Mercurio y Venus sin grandes peligros, pero que con la Tierra parece que no se podría decir lo mismo. Por más que John le diga que el planeta lentamente se irá alejando, el terror del fin en vez de aliviar a Claire, la desespera por lo que se viene... como si viniera algo.

 Grandes y pequeñas cosas parecen ir destruyendo las ilusiones de ambas hermanas, el legado de amargura de su madre, la soledad y la incomprensión son capaces de hacer que el cielo se venga a abajo, por mucho que finjamos que ponemos las mejores intenciones en globos luminosos de papel que se elevan en el cielo nocturno, cuando no queda esperanza la oscuridad envuelve lo poco que se va diluyendo en lo invisible
En siete minutos iniciales Lars Von Trier muestra los últimas momentos que conocemos de lo existido, entre sombras diversas y movimientos de alta definición, uno ya sabe que se encuentra viendo una de las películas inolvidables de la vida. Es cierto será marginada por los comentarios que el director hizo en Cannes, pero aún así perdurará en la memoria de quienes la vimos y su mayor premio será el infinito.

Saludos a todos.




Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Melancholia en Wikipedia
4.- Trailer

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