lunes, 24 de septiembre de 2007

UN TRANVIA LLAMADO DESEO

La comuna de Providencia, es una de las más cercanas al que llamaban barrio alto, en alguna época la elite de Santiago vivía en este sector, eso queda de manifiesto en las hermosas casas que se encuentran dicho sector.

Ahora Providencia ha cambiado, no se ha tugurizado, sigue teniendo un valor residencial por una parte, la condición residencial se mantiene… el problema que se mantiene verticalmente con unas torres gigantescas en medio de casas residenciales. En medio de los jóvenes que habitan el sector, siempre me han llamado la atención algunas señoras de edad, por no decir “viejas” que viven en el sector, muy elegantes al más glamoroso estilo de las damas de los años cincuenta. Trabajando para unas encuestas me tocó visitar a una de esas señoras, y me impactó ver lo precaria de las condiciones de su casa. La verdad sólo le quedaba la cama, un televisor y una mesa…

Lo que pensé que sería todo un lujo, sólo era la imagen que se proyectaba desde el exterior de su casa.

No es fácil manejar a las visitas familiares, sobre todo si son ajenos a tu familia directa… todo es distinto (yo por lo mismo, no soy de visitas largas). Blanche Dubois (Vivien Leigh) fue la última que se quedó en la antigua casa, pero de a poco empezó a perder todo, cuando ya no lo quedó nada terrenal, sólo su hermana es la esperanza. Al bajar de la estación de trenes toma el tranvía llamado deseo, hasta llegar a una población en deterioro, ¡no puede vivir en esta pocilga mi hermana!.

Por el mismo trabajo que tuve que ir a la casa de la señora que no tenía nada más que su glamour, otra vez me tocó ir a un lugar llamado Saladillo en plena Cordillera de Los Andes, en una casa de adobe, con una humedad que producía en su interior un musgo de más de un metro desde el suelo, entre la humedad, la nieve y el musgo, le digo a la niña que tenía a su hijo de meses en sus brazos (me caracterizo por lo poco copuchento)… “¿porqué te viniste de Valparaíso a este lugar tan solo? ¿es por amor?... en realidad no había mucho que adivinar, sólo el amor nos permite irnos a la montaña, soportar y volver casi hipnotizado por los gritos de quien amas.

Stanley Kowalski (Marlon Brando) es lo que en Chile se le llama un “pastel”. El típico borrachín, bueno para pelear, que cuando se enoja le grita a la esposa (si es que no le pega), un tipo violento y exaltado. ¿Pero que hacer con un pastel cuando alguien se enamora?, debo reconocer que muchas de mis conocidas han sido especialistas en enamorarse de pasteles como Stanley, (el parecido en lo idiota no en lo físico)… son capaces de perdonar todas los errores por amor. Lo mejor es no meterse, ni siquiera juzgar, cuando la miel del amor nos consume, nuestros movimientos pasan al estado de la fantasía.

Blanche disfraza con glamour su miseria, sueña con la clase y odia profundamente a su cuñado, en realidad el odio es mutuo (es rico el odio mutuo), Stanley detesta sus aires de grandeza y desde su odio descubre otras cosas de Blanche…

Al final la soledad de lo que se aparenta por Blanche, el deseo de amor total de Stella (Kim Hunter) y la bipolaridad de un borracho enamorado como Stanley, produce cualquier cosa menos sinergia, no se puede esperar mucho de una relación tensa.

La historia que dirige Elia Kazan, prácticamente es una obra de teatro en el cine, donde el texto de Tenesse Williams fluye por el trío, transformando esta historia en otra historia inolvidable, no se si por la obra en teatro o por la película en sí; pero es imposible olvidar los gritos de arrepentimiento de Stanley en la escalera, para la hipnosis de Stella, olvidando gritos, hermanas y un poco de cordura… pero en fin nadie dijo que estar enamorado es sinónimo de estar cuerdo.


Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- Escenas de la película

5.- Alohacriticón
6.-

8 comentarios:

Anónimo dijo...

aún no veo esta pelicula.... pero tu post me hizo recordar a un libro que leí sobre los descendientes de los caucheros que trabajaron en la selva peruana.... que hace pocos años hubo un reportaje en television sobre la esposa o hija d uno de estos que ya era anciana y el hijo de èsta... vivian en san isidro que es uno de los distritos más caros de Lima (también hay casas viejas y un monton de edificios nuevos xq tb es centro financiero) y dentro de la casa no había casi nada.... todo era viejo... la basura estaba en el suelo y la señora hablaba de que era familia de alguien importante... era lo único que recordaba....
creo que la única pelicula de elia kazan que vi fue "esplendor en la hierba".... tenia 13 años y la encontre en cable... ya empezada y hace poco la encontré... en formato vcd y q se veia malísimo... pero al menos al fin pude verla completa.... me acuerdo de la primera vez que la vi... me quedé prendada pensando en que bonita era natalie wood .... ¿tu la viste?...

BUDOKAN dijo...

Me ha gustado el encare que le has dado al comentario sobre el film con esas reminicencias a tu ciudad. La película me había gustado mucho cuando la vi. Saludos!

Ale dijo...

Clasico de clasicos, tremenda pelicula.
Lo qeu dices de las ciudades es tan cierto cada vez queda menso, yo tengo al suerte de vivir en el aptrimonio, esperemos qeu lo respeten.

Un beso

Anónimo dijo...

Hola
no me acuerdo si ví esta película o no, pero no venía a eso en todo caso, pasaba por aquí para decirte que te dejé algo en mi blog. Me gusta este espacio (aunque no contestes los comentarios, jajaja)

Gio. Ghigièrmo ~ dijo...

Que genial la convergencia de temas de la vida real, con películas!
Me encantó tu blog!
Te seguiré leyendo!

Por el tema de la imagen, que necesaria parece volverse para ciertos grupos sociales, y se pierden del objetivo de vivir felices, por "mantener el estátus". Nos es malo ser arrivista, pero lo es a medida que comienza a traer decepciones en vez de gratificar a la persona que lo es..

Jaja me inspiré demasiado
Me entretuvo mucho tu historia
Felicitaciones por tu blog!

Anónimo dijo...

Aquí te dejo el enlace

saludos.

Rogolagos dijo...

Kt
gracias por tu comentario, es cierto lo que dices, hay personas que sólo se amparan en sus recuerdos... cuando no queda nada más.
Pronto escribiré sobre esplendor en la hierba.

Maestro Budokan
sus comentarios siempre me honran.

Ale
Bueno, como trabajador del Plan Director de Patrimonio, le envidio su suerte, tiene una ciudad muy bella.

Pao.
no es que no conteste los comentarios... es que no estaba!
Gracias por tu mención.
me siento honradísimo.

Guillermo
Gracias por tus comentarios
que bueno que te entretenga... pasa más seguido.

Pao.

Tranqui! si ya lo ví, ahora te constesto

saludos a todos

Anónimo dijo...

muy buena la entrada