Guantanamo se encuentra al sur de la isla de Cuba, su bahía se encuentra controlado desde fines del siglo XIX por Estados Unidos, pese a ello la ciudad cubana de Guantanamo es una ciudad que vive de la caña de azúcar y el café. Desde ese lugar nace la última película de Tomás Gutiérrez Alea antes de morir.
Paradójicamente, la trama central de su película fue un funeral, Yoyita era una de las voces nobles que la ciudad le había regalado a Cuba, su talento la llevó a otros escenarios de la isla... dejando consigo el amor inconcluso, la vida se encarga de reencontrar los sueños en cualquier momento.
El amor debería ser socialista, debería ser igual para todos y en grandes cantidades, todos deberíamos trabajar para él, a nadie debería faltarle a quien amar. Cándido lo siente así... por algo esperó el regreso de Yoyita por toda su vida... nada supera a esas breves horas de amor que quedaron entre ambos. Años de sueños, de imágenes de reencuentros, ilusiones se encontraron ese día en Guantanamo sellando ese amor postergado por los caminos.
Novescientos diez kilómetros separan a La Habana con Guantanamo, es el camino que debe tomar el cortejo funebre para sepultar a Georgina en la capital cubana. Pero hay historias que sólo se pueden dar en la Cuba revolucionaria y bloqueada económicamente. La burocracia revolucionaria se encuentra inserta hasta en las funerarias, lo sabe muy bien Adolfo el funerario de Guantánamo que en un plan "genial" decide transportarla por tierra, intercambiando el carro fúnebre de cada estado para así ahorrar el combustible que significaría utilizar un sólo auto de ida y vuelta por la isla... desde ya para uno suena una idea descabellada y ridícula, pero en un país en que los recursos deben maximizarse... puede ser... ¿viable?.
Desde ese momento al ritmo de la mítica canción cubana, como lo hiciera Solás en su tercera parte de Lucía, la carretera A1 comienza a ser la principal protagonista de esta Road Movie cubana. En toda carretera no pueden estar ausentes los camiones y en este caso el camión de Mariano circula por la misma ruta hacia La Habana.
Entre encuentros y desencuentros Georgina, la sobrina de la fallecida Yoyita, se encuentra con el camionero, un café en el suelo, dos miradas que se cruzan y una imagen en blanco y negro proyecta ese último día, en que una carta cayó del libro de la profesora Georgina de la facultad de Ingeniería. ¿qué había sido de la profesora de Economía política del socialismo? y ¿qué era de ese alumno de ingeniería?. La carretera los encontró nuevamente después de tres años de ausencia y de nuevos rumbos, ahora entre muertos y muertes, existe la posibilidad de resurgir, de reinventarse y de amar. Tiempo de cerrar los ojos y esperar que los labios se besen. Entre Guantanamo y La Habana pasan muchas cosas y esta historia de solidaridad, de plan común, de un país en que la dignidad se encuentra presente en todas sus manifestaciones todo vale a la hora de seguir creyendo en que las cosas se pueden hacer, en que no hay edad para amar, que vale la pena esperar, que las cartas de amor son una ventana del alma, que la verdad es la guía que conduce a la razón, que los viajes nos van enseñando a vivir mejor y que mientras la coherencia guíe los sentimientos el camino será mejor.
Bonus TracksEl amor debería ser socialista, debería ser igual para todos y en grandes cantidades, todos deberíamos trabajar para él, a nadie debería faltarle a quien amar. Cándido lo siente así... por algo esperó el regreso de Yoyita por toda su vida... nada supera a esas breves horas de amor que quedaron entre ambos. Años de sueños, de imágenes de reencuentros, ilusiones se encontraron ese día en Guantanamo sellando ese amor postergado por los caminos.
Novescientos diez kilómetros separan a La Habana con Guantanamo, es el camino que debe tomar el cortejo funebre para sepultar a Georgina en la capital cubana. Pero hay historias que sólo se pueden dar en la Cuba revolucionaria y bloqueada económicamente. La burocracia revolucionaria se encuentra inserta hasta en las funerarias, lo sabe muy bien Adolfo el funerario de Guantánamo que en un plan "genial" decide transportarla por tierra, intercambiando el carro fúnebre de cada estado para así ahorrar el combustible que significaría utilizar un sólo auto de ida y vuelta por la isla... desde ya para uno suena una idea descabellada y ridícula, pero en un país en que los recursos deben maximizarse... puede ser... ¿viable?.
Desde ese momento al ritmo de la mítica canción cubana, como lo hiciera Solás en su tercera parte de Lucía, la carretera A1 comienza a ser la principal protagonista de esta Road Movie cubana. En toda carretera no pueden estar ausentes los camiones y en este caso el camión de Mariano circula por la misma ruta hacia La Habana.
Entre encuentros y desencuentros Georgina, la sobrina de la fallecida Yoyita, se encuentra con el camionero, un café en el suelo, dos miradas que se cruzan y una imagen en blanco y negro proyecta ese último día, en que una carta cayó del libro de la profesora Georgina de la facultad de Ingeniería. ¿qué había sido de la profesora de Economía política del socialismo? y ¿qué era de ese alumno de ingeniería?. La carretera los encontró nuevamente después de tres años de ausencia y de nuevos rumbos, ahora entre muertos y muertes, existe la posibilidad de resurgir, de reinventarse y de amar. Tiempo de cerrar los ojos y esperar que los labios se besen. Entre Guantanamo y La Habana pasan muchas cosas y esta historia de solidaridad, de plan común, de un país en que la dignidad se encuentra presente en todas sus manifestaciones todo vale a la hora de seguir creyendo en que las cosas se pueden hacer, en que no hay edad para amar, que vale la pena esperar, que las cartas de amor son una ventana del alma, que la verdad es la guía que conduce a la razón, que los viajes nos van enseñando a vivir mejor y que mientras la coherencia guíe los sentimientos el camino será mejor.
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Comentario de Cinemablog
4.- Guantanamera en Wikipedia
5.- Acerca de las Road Movies
6.-Trailer
7.- Una de las escenas más lindas del cine cubano
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario