lunes, 6 de agosto de 2007

LOS AMANTES DEL CIRCULO POLAR

Una de las figuras más enigmáticas son los círculos, en un mundo tan plano como el que vemos se olvida que las líneas rectas no existen y que todo lo que miramos es curvo. En la cima del volcán Rano Kao de la isla de Pascua se aprecia nuestro verdadero horizonte circular, ese es el verdadero instante en que te das cuenta que la vida es un circulo.
El veintiseis de abril de 1937 la legión Cóndor de la Alemania de Hitler bombardea Guernica en favor del dictador que después gobernaría por treinta y cuatro años España. En medio del bombardeo un aviador alemán se lanza en paracaídas quedando atrapado entre los bosques de la ciudad destruida... en medio del fuego es rescatado por un español del cual, pese a todo se hacen amigos... el aviador se llama Otto Midelman y es en honor a él que al nieto del español recibe el mismo nombre que puede leerse igual al derecho o al revés, porque los palíndromos son círculos que no se sabe si comienzan o terminan.
El círculo toma volumen y a la salida de una clase sale un pelota de fútbol lejos del colegio y Otto corre a buscarlo por el bosque... ahí se encuentra con una niña que también corre, al parecer sin motivo el mismo camino se transforma en un círculo ¿La ruta nos aportó otro paso natural?.

En el círculo polar el sol, parece que saltos por el horizonte, como cuando uno lanza piedras planas por el lago, es que la inclinación del planeta hace que nosotros veamos las cosas de otra manera, así insinuamos las vidas de otra forma y damos valor a los signos que se nos repiten. Ana entiende los ciclos de ese ocaso que no existe, porque su padre no muere... es sólo el sol que inmediatamente después de llegar a su punto más bajo, comienza nuevamente a elevarse cambiando ese color rojo nostálgico en un azul más esperanzador, como el que vio ese día cuando las lágrimas de su madre le dijeron que su padre ya no volvía y no le quedó otra que correr por el bosque hasta encontrarse con ese niño que buscaba una pelota de fútbol, son los pasos naturales que dan los senderos los que se materializan en el padre muerto y en el niño del camino.

Parece tanta fantasía en las coincidencias, pero lo real y lo fantástico son dos lados opuestos del mismo círculo; y por lo mismo en la historia de Ana y Otto son comienzo y final. el círculo de las pupilas va dirigiendo sus líneas curvas por senderos que parecen distintos pero que coinciden en la misma latitud. Hay un magnetismo polar que sólo los amantes conocen y quienes no se atreven a amar de verdad, a dejar todo por el amor verdadero no entenderán. Porque la utopía es de los cobardes, los amantes son capaces de vencer el miedo, de saltar ventanas, de esconderse bajo las camas, de guardar secretos, de negar hasta la muerte, de llorar por dentro, de besar a la muerte, de esperar en el infinito y de saltar en paracaídas. Ese es el norte que apuntan las agujas de las brújulas, es el destino de los amantes del círculo polar y es esa vista tan lejana que sin darse cuenta se transforma en la imagen de tu propia silueta desde la espalda. Para Ana y Otto las líneas son círculos que los devuelven al origen, el amor en todas las expresiones son sólo los matices de un día que dura meses... y de una noche de pasión eterna.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página del director
4.- Lo que dice Cineismo de la película
5.- Lo que dice Cinematografía.cl de la película
6.- Trailer

7.- Parte de la banda sonora de Alberto Iglesias


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3 comentarios:

Ale dijo...

Que película más maravillosa.
Es una de mis favoritas.
Me hace pensar que las coincidencias son las obras del destino.

Sólo hay que saber coincidir.

Un abrazo.

BUDOKAN dijo...

Qué bella película que nos traes al recuerdo en esta ocasión. Un film para ver enamorado o sino para enamorarse. Qué bien lo hacía Medem por aquella época. Saludos!

K. dijo...

Esta es una de las películas que quiero que vean mis nietos...me encantó tu comentario sobre ella.

Beso!!!

K.