domingo, 22 de julio de 2007

CALUGA O MENTA

Estamos llenos de decisiones todo el día, a cada rato en cada segundo desde lo que queremos pensar en adelante… siempre recuerdo esa imagen entre el reflejo de los lentes polarizados de Morpheus mostrando la pastilla roja y la azul… había que elegir entre una destino u otro sólo por tomar cualquiera de esas càpsulas…
Al final uno tiene que estar tomando pastillas del destino por cada cosa que hace… sólo el olfato es el que nos guía por las decisiones… la gran ventaja para algunos es que disponen de una serie oportunidades para tomar sus decisiones y otros el destino es algo que empuja por una trinchera en la que asomar la cabeza es un peligro.
Caluga o menta es la película que abre el ciclo del maldito cine marginal… ese cine que muchos latinoamericanos detestan… como vamos a hacer que vengan turistas a nuestros países si estamos mostrando la violencia, la droga y la muerte de nuestros pobres.
Creo que la mejor frase que refleja el cine chileno marginal la dijo mi mamá en un lenguaje poco coloquial “A mi me cargan las películas chilenas porque los huevones echan puras chuchadas”. La sensación de ese cine es como vivir frente a un espejo y no saberlo hasta tocarlo y verse a uno mismo (como diría Silvio Rodríguez)
Para uno que vive en el sur de la ciudad, sabe que la gran parte de Santiago no es tan bella como las postales. La pobreza y la marginalidad es algo que realmente nos avergüenza y lo escondemos como cuando se deja la basura bajo la alfombra. Hay reacciones tan patéticas como en la comuna de Lo Barnechea que se colocó un muro que separa a los pobres de los que tienen mejor situación. Así pasa con nuestro cine…
La delincuencia es algo lejano… del otro lado del muro, en algún momento este tema casi decide una elección presidencial… pero el Niki no tenía más opciones que caluga o menta… en un país que no ofrecía más esperanza que la de esperar la muerte sentado en un neumático.
¿Qué más se puede soñar cuando la vida no da nada?, ese es el país que no queremos pero que exista.
Parece ser que esperanza es un sinónimo de juventud, yo estoy lleno de sueños y los que me rodean... pero en que momento los marginados dejaron de ser niños y se convirtieron en seres sin sueños, con la cara llena del sudor , cuando se convierten en ciudadanos despreciados, segregados y estigmatizados ¿será cuando nacen?
Pero lo marginal es nuestro problema... es lo que creamos y crean los que estigmatizan, los que rechazan.
Caluga o Menta tiene esa sensación de rascarnos el lomo con la escopeta, esas espinas en la conciencia.
Después nos horrorizamos con la violencia de las poblaciones marginales. El mega gana puntos de rating mostrando las pandillas, los académicos viajan por el mundo y se ganan proyectos de investigación hablando de los marginados. Mientras los jovenes siguen ahí sentados entre los escombros de los sueños, entre el las mínimas instancias de lucidez y las alucinaciones constantes de la pasta base y el neoprén, vivir se parece a un castigo.
Que hacemos con Caluga o menta... la seguimos escondiendo... como si fuese o una película... ¿o abrimos los ojos para buscarla en nuestras ciudades? Acordémonos de los locos antes de que se vuelvan más locos.


BONUS TRACKS
1.- Página en IMDB
2.- Comentario
3.- Escenas

1 comentario:

Rosaritopunk dijo...

Está chulisimo tu blog, muy lindo en verdad.
Está película recuerdo haberla visto muy chica, y no haber comprendido mucho. Pero todo el cine chileno de esa época siempre me recuerda oscuridad, dictadura, resentimiento, marginalidad...
Todas esas cosas son parte de nuestra historia y de nuestra vida como país, pero creo que a veces es necesario salir a buscar lo luminoso y no quedarse pegados en nuestras miserias, que al final eso solo nos termina por hundir y apagar el alma.

Besos de todos los colores y abrazos gigantes y apretados