FUR, UN RETRATO IMAGINARIO DE DIANE ARBUS

Cuando estaba en la universidad, una vez nos enojamos tanto con una compañera que no nos hablamos en todo el camino en micro a casa de otra para terminar un trabajo, los dos furiosos no nos hacía reír ni un sindicato de payasos... pero como ibamos sentados en el primer asiento veíamos a todos los que subían y entre ellos subió una abuela que tenía una protuberancia en un párpado que nos dejó tan sorprendidos, que no pudimos quitar la vista de esa malformación... por supuesto hasta se nos olvidó el enojo.

Que extraño es lo que nos pasa cuando vemos a alguien distinto, es como que queremos y no queremos mirarle su rostro, porque extrañamente nos da un sentimiento de culpa.
Cuando salió Freaks, la película se consideró de terror porque las personas que salían en dicha historia eran tan deformes que incluso en algunos países fue censurada... como si tener alguna deformación fuese algo alejado de la moral y las buenas costumbres. Diane Nemerov después de ver esa horripilante historia, comprendió que sus fotos debían recuperar esa dignidad de lo distinto, para ello partió por Estados Unidos a buscar sus modelos para sus retratos. Así se encontró con enanos, gigantes, peludos, prostitutas o transexuales. Diane perpetuó el invisible de las conciencias colectivas, el cuarto oscuro de Diane reveló a los que no se ven porque no son como el común de las personas.
Un retrato imaginario de Diane Arbus, pretende revelar a través de una interpretación como fue el momento en que ella decidió retratar lo freaks, un vecino del piso superior a su casa se transforma en un misterio para ella. Una familia norteamericana perfecta de los años cincuenta que se dedica a fotografiar modelos para revistas como Vogue o Esquire, se acostumbra a la belleza... (por algo Diane es interpretada por Nicole Kidman). ¿Qué es lo bello?... he escuchado tantas teorías, incluso modelos geométricos de la belleza, pero nadie puede explicar por que al final hasta las palabras, los gestos o el silencio son cosas tan bellas que no responden a esa geometría. Diane descubre esa belleza en las miradas que se esquivan.

Los rostros son tan intimidantes que sus ojos taladran nuestras conciencias, lanzándose desde sus pupilas en picada sobre nuestros temores y vergüenzas... pero a la vez que tienen esas imágenes que hacen que hasta los que sono normales parezcan anormales. Esa complicidad del retratado y la foto crearon nuevas miradas... en realidad no las crearon... se rescataron. Es que es una forma de reconocer de que somos más los que estamos acá, que pese a ser diferentes por algo físico, hay deseos, sueños, amores y desengaños. Somos los mismos con todas nuestras miserias y nuestros anhelos. ¿qué más queda por esconder?... Diane nos mostró todo, no tuvo pudor sólo el deseo de liberar a través de sus imágenes el ser verdadero... tomar sus miserias moldearlas con la luz y transformarlas en virtudes. Acá en Chile se conoce con el idiota (y plagiado) nombre de Retratos de una obsesión... no tiene mucho de retrato ni de obsesión... pero pese a ello la historia del Señor Sweenet (Robert Downey Junior) y Diane es la historia de ese aliento que se guarda en un bote inflable para generar la inspiración y besar hasta el infinito.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Sobre Diane Arbus en WikiPedia
4.- Página no oficial de Diane Arbus
5.- Algunas fotografías
6.- Más de la Fotógrafa
7.- Trailer