miércoles, 30 de junio de 2010

SARABAND

Junto a ti,
mi futuro de sueños llené,

logré identificar tu belleza

y el mundo al revés
nos miraban de muy buena fe,
nada cruel existía,
si yo te veía, reía después.

Desperté
la mañana en que no pudo ser,

no sin antes jurar que si no era contigo,
jamás,

que esta herida me habría de matar

y heme aquí qué destino
que ni el nombre tuyo
pude recordar.

Ya ha pasado la época vertiginosa de Facebook, sus primeros días fueron de reencuentros virtuales, con conocidos, viejos amigos y antiguos amores. Creo que después de su aparación mi lista de personas que deseaba reencontrarme ya no existe. Me encontré con todos y se como están. Lo increible fue que después comenzó una segunda etapa cuando empecé a borrar conocidos... de algunos ya sabía pero no me interesaba seguir sabiendo que era de ellos y ahora la etapa en que algunos de mis conocidos publican demasiadas cosas de la vida privada que prefiero no leer así que borro sus actualizaciones. Sin darme cuenta después de casi dos años, quedé con algunos amigos de Facebook y el resto siguen siendo los mismos que ahora tengo.

Un día Marianne (Liv Ullmann) después de mirar fotos antiguas nos cuenta de su deseo de ver nuevamente a Johan (Erlan Josephson), los mismos de Escenas de la vida conyugal ahora después de treinta años sin verse; es un buen reencuentro pese a que Johan no lo quería. En medio de una campiña en pleno otoño. Con el rojizo de las hojas y la luz directa... Marianne y Johan se sientan juntos a mirar el ocaso de las vidas, conversando de sus hijas en común, que Johan casi había abandonado. De las ex parejas que ambos tuvieron, de sus trabajos... Marianne continuaba como abogada de asuntos familiares y Johan ya no ejercía la docencia porque era millonario. En una casa tan bella y en un viaje tan largo Marianne decide quedarse unos largos días con Johan.

Nadie dice que la relación entre padre e hijo sea siempre de amor, en éste caso no lo es Johan odia a su hijo Henrik (Börje Ahlstedt) desde la infancia. El cual desde que murió su esposa convirtió su vida en un sendero por el cual vaga sin encontrar más luces que las de vivir y enseñar a tocar mejor el cello a su hija Karin (Julia Dufvenius) de diecinueve años. Ambos viven juntos en una cabaña que Johan tiene cerca de su casa. Ahí padre e hija solos viven en una extraña relación en que el incesto se confunde con la lastima y el amor. Un día Karin al llegar llorando a casa de su abuelo se encuentra con Marianne a quien termina contando su problema con su padre, él se esfuerza para que su hija se vaya al conservatorio a perfeccionar su técnica... ella lo quiere hacer, pero su convencimiento va más por satisfacer los deseos del padre que sus sueños.

Su abuelo, por su parte antes de humillar a Henrik ante una negativa de prestarle dinero, desea que Karin estudie con una amigo maestro ruso y que él se encarga de los pagos. Ella debe decidirse entre la propuesta de su padre o la de su abuelo. Pero sabe también que si elige algo que su padre no quiere (mejor dicho algo que implique que Karin se vaya) él es capaz de suicidarse.
Marianne ha llegado en un momento oportuno, o puede ser que ella encendiera la mecha en el polvorín. Pero en sus paños fríos va logrando que Karin tome la decisión más correcta, a pesar de que las cosas que tienen que pasar pasan. Así lo que parecía la historia del reencuentro de viejos amores se convierte en otro de los dramas que Bergman nos trajo en su cine.

En una etapa de mi vida en que el pesismismo parece ir en mi carro el cine de Bergman llegó para abrir los ojos, para descubrir en él la vida en todas sus dimensiones, como los niños de Fanny y Alexander, como los amantes de Sueños de una noche de verano, como hijos en Sonata de otoño. Tuve miedo en La hora del lobo o en Vergüenza. El cine de Bergman fue una enseñanza en todos sus temas desde Dios, el amor, la muerte, la familia y la vida en general. Un cine de redención sin grandes pavoneos y efectos especiales, todo vi por sus ojos fue honestidad. La honestidad de un maestro que con actores que una y otra vez se transformaban en nuevos seres fue plasmando un cine de atmósfera... miro estos dos meses de ese cine y me lleno de actores que poblaron momentos emocionantes como Max von Sydow, Harriet Andersson, Liv Ullmann, Gunnar Björnstrand, Bibi Andersson e Ingrid Thulin. Me imagino esa Isla Faro en Suecia (¡que ganas de ir algún día!) con sus costas de piedras grises. Veo a un cineasta que se paseo por el cine desde la década del cuarenta hasta el 2003... termino agradecido de esta terapia de honestidad que ha sido mejor que cualquier confesión y cualquier consejo. Bergman murió un día del 2007 pero nos dejó un testimonio de vida que brotaba en cada fotograma como la luz más delatora de la realidad.

Saludos a todos




Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Saraband en Wikipedia
4.- Trailer

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