miércoles, 9 de noviembre de 2011

UN PERRO ANDALUZ


Dalí se desdibuja 
tirita su burbuja 
al desconfiar latidos 

Es un muro del Museo Reina Sofía en Madrid, que se estampa tan imponente como la inmensidad de Guernica  o La muchacha en la ventana de Dalí. Yo caminaba en la mitad del museo mientras se oía una bandoneón y una mujer sacando la lengua y encontrándose con un tipo en la playa mientras caminan...
Creo que el hecho de sacarse los zapatos ante la inmensidad del mar y caminar por la orilla, mientras la espuma se deja posar como testigo de toda esa sal que se funde con la arena convierten siempre esos instantes en momentos inolvidables.
Del mismo modo que cuando en medio de la noche el cielo estrellado se posa una y otra vez como testigos de lo que ya no existe son las más grandes pruebas de que lo grandioso del mar y del universo nos empapan de la belleza de nuestra pequeñez...

Así me sentí en el Reina Sofía al ver, por primera vez bien, "Un Perro Andaluz", sabía que no era larga y también que en una escena a una mujer (Simone Mareuil) le cortaban un ojo... pero ahora al sentarme bien y descubrir que "Un chien andalou" se proyectaba, los que estabamos ahí quedamos pasmados ante lo majestuoso que puede ser el mar y las estrellas unidas en un nuevos cosmos.  Es que por mucho tiempo algunos se dedican a interpretar los sueños y en el Perro andaluz los sueños están ahí, incoherentes, extraños y conocidos... con la misma sensación de que una y otra vez vuelven a aparecer, en los mismos escenarios, las mismas personas y los mismos símbolos.

Es que la generación que venía en España era prometedora, los sueños que para algunos parecían extraños, tenían la genialidad de que algo nuevo se venía, no solamente en el arte, también en la historia española. El firmamento se llenaba de colores, formas y palabras que Luis Buñuel estaba comenzando a percibir. Mientras desde la mano de un hombre salen hormigas y una mano cortada queda en la calle, sensaciones que parecen extrañas cuando el deseo y lo real se funden y se confunden. No sólo las manos que acarician a la mujer hasta aparecer desnuda y al mismo tiempo el arrepentimiento y deseo de la mujer que se reprimen entre el miedo al placer. A la vez el reflejo mayor de lo dificil que era avanzar por lo nuevo cuando hay que arrastrar pianos, asnos podridos y sacerdotes por la misma cuerda.

Una mariposa calavera abre sus alas para mostrar en su belleza la presencia de la muerte como parte del futuro y tanto el mundo onírico que Buñuel y Dalí se encargarán de mostrar por las siguientes décadas comenzarán a entregar una explosión de realidades que durante el mes de noviembre trataré de agregar en este sitio. La vida con Buñuel se encargó de transportarlo por diferentes escenarios, momentos y vivencias, al mismo tiempo que las décadas se encargaron de que su obra se convirtiera en rascacielos que hacen que los apellidos de esa generación de la Residencia de Estudiantes tomará la fama que hoy viste los museos de arte moderno del mundo. Buñuel se encargará una y otra vez de lanzarnos por la cara lo que el piensa de la sociedad, de la vida y de la muerte... por ahora queda sólo contemplarlo y disfrutarlo con esta pequeña inmensa primera muestra.

Saludos a todos.


Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Sitio de Un perro Andaluz
4.- Un chien andalou en Wikipedia
5.- Película completa


* Eungenio Salvador Dalí por Mecano.

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