"¿Me pregunto si no fuésemos hermanos, hubiésemos sido amigos?".
Siempre he escuchado... y a veces lo comparto eso de que las familias se soportan y los amigos se eligen. Por eso muchas veces prefiero a mis amigos. Pero no puedo dejar de pensar en lo que vivido con mi familia, hablo de esos tiempos de niño en que los tres hermanos vivíamos con nuestros padres en la misma casa. Cuando almorzabamos los cinco el domingo, cuando peleabamos entre hermanos y también cuando jugábamos, fueron muchos años que ahora los veo con la belleza que sólo entrega el pasado.
Pero también pienso en lo que no vivimos como hermanos, por ejemplo, creo nunca salimos los cinco solos de vacaciones cuando fuimos niños, tampoco jamás he ido a un viaje con mis hermanas, ellas sí (una vez anduvieron por Mendoza).
La vida se nos fue llenando de nuevos personajes esposos, hijos, nietos que nos fueron convirtiendo en otras personas, en hacer una familia más grande, pero más distante geográfica y emocionalmente. Ahora soy yo el que está más lejos y desde que me cambié de la casa de mis padres sólo he ido dos veces, no por malagradecido, simplemente porque mi vida se está armando en un sector un poco más distante.
Francis Whitman (Owen Wilson) lo decide todo, siempre entre hermanos tenemos un coordinador, ese que cree que piensa por todos nosotros, que decide que se va a hacer en fiestas importantes y nos da lecciones como si siempre fuésemos los hermanos chicos. Bueno, Francis es el hermano mayor y decide juntar a sus otros dos hermanos en un viaje en tren a Darjeeling, en el subcontinente Indio. Como si fuesen una isla entre el mar de gente los tres hermanos Whitman que vagan por el mundo, deciden reunirse en un viaje interior, como tres hermanos que el destino se encarga de alejar por ramas distintas de un árbol familiar.
Todos los viajes tienen una transformación del espíritu, hace bien viajar de todas las formas posibles, desde un viaje solo, hasta esos cargados de personas, en el caso de estos hermanos no queda escapatoria más que la confianza dentro de la desconfianza mutua de hermanos; la última vez que se habían reunido había sido en el funeral del padre hace una año antes... ahora en otras latitudes buscando el origen de sus vidas, y también buscando respuestas.
Tal vez sea eso último lo que nos mueve por esos rieles del destino, buscar una nueva respuesta a todo lo que extrañamos, que no comprendemos, lo que callamos y lo que no debimos decir (ni hacer), todo parece distinto a veces... los que vimos grandes ya no lo son tantos, los infalibles se equivocan, los que idealizamos ya no son tan admirables, y lo que pasaba desapercibido parece ser interesante, como si los gustos cambiaran, la vida de los hermanos solitarios va tomando otros sentidos, desde la extraña perspectiva del miedo, las faldas de las madres y el reencuentro de los hermanos que pese a todo siempre se amarán.
Saludos a mis dos hermanas
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer
5.- Banda sonora (pronto)
3 comentarios:
La verdad es que esta película es un drama de principio a fin, pero relatado de tal modo que te hace pasar la mayor parte del tiempo con una sonrisa. Algunas escenas me recordaron al camarote de los hermanos Marx. Me gusta Wes Anderson; su hilaridad, su dulce acidez, su simpre viaje a ninguna parte..
Muy original tu comentario. Un saludo!!
Esta película me llego en todos los sentidos, respeto y adoro la estetica de anderson y ni que decir de la banda sonora pero al igual que tu lo que me mantuvo viendola fue toda la identificacion que senti con los hermanos, en mi caso somos dos y hembras pero hemos pasado por muchas cosas y ni hablar de las peleasl las distancias y los encuentros...
Saludos
Babel
Tienes razón con ese recuerdo con los hermanos Marx, hace poco veía Negocios de monos y me recordaba de Darjeeling
muchos saludos.
Juniper
es lindo el colorido de las películas de Anderson, gracias por tus comentarios.
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