En los años sesenta se reunieron los cuatro directores más importantes de la Italia sesentera para representar escenas de Boccaccio, Fellini, Visconti y De Sica dieron la vuelta por el mundo contando sus historias de fanatismo moral, de condes infieles y de cuñadas rifadas…
Sí, cuatro directores hicieron Boccaccio pero uno fue dejado en su casa, los productores internacionales no encontraron nada mejor que dejar en la casa a Mario Monicelli, “el público del mundo no es capaz de soportar una historia de tres horas” y así los que no nacimos en el país con forma de bota, tuvimos (aunque yo ni nacía) que ver a Fellini, a Visconti y Vittorio De Sica…
Comienza con la felicidad… hay pequeños momentos deliciosos todas las semanas… uno de ellos es la salida del trabajo… sobre todo los días viernes. Con ese momento comienza la extraña, pero no poco común historia de Renzo y Luciana… que en medio de las multitudes de una empresa los trabajadores pasan por dos rejas marcando su salida… por un lado los hombres y por otro las mujeres… está prohibido tener parejas de compañeros de trabajo, peor es casarse… suena extraño pero en algunos momentos eso era común… la manía de los antiguos jefes de controlar hasta los sentimientos de sus obreros…cuando el mundo parece idiota, un poco de mentira permite un espacio de cordura… y entre un trabajo ahogante, ambos enamorados decide casarse…
Al mirar a Renzo y Luciana, no puedo dejar de pensar en mis padres, ver a los actores italianos era como ver las fotos de mis jóvenes padres casándose, sin nada más que el amor (y mi hermana mayor en el vientre)… y una dosis de sueños que en el camino han ido forjando… los primeros días de casados de los pobres sólo tienen fidelidad y una dosis de sueños. En este tiempo en que el olvido parece lejano, las fotos en blanco y negro del día en que mis padres decidieron, pese a todo, estar juntos fue el momento en que el resto importó poco, solo importaron las tres personas que estaban armando lo nuevo.
El amor no debería esconderse, no es fácil enamorarse es un sentimiento tan maravilloso que esconderlo bajo sabanas ajenas le entrega unas dosis de tristeza. Prohibir enamorarse es una aberración tan grande como eliminar una sección completa de una película. Enamorarse es algo que llena de nuevos colores lo que la luz nos conduce hacia el ojo, nos embellece y por lo mismo no hay fábrica, religión, sexo, clase social o edad que impida los que el cuerpo dirige.
Entre los sueños y las decisiones Renzo y Luciana comienzan en cada momento a ser más libres, como nosotros cuando por fin pudimos ver la primera parte de esta tremenda cruzada de historias que surgen de estos monstruos del cine italiano.
"Cuanto me gusta Roma… que bien se está aquí… ¡Que placer trabajar aquì!... ¡Que diversión!" Asì empieza la historia que cuenta Federico Fellini… muy distinto a las primeras palabras que escuche hoy en la Radio Zero mientras entrevistaban a un periodista que se encontraba realizando un estudio para Chilectra que medía como estábamos los chilenos y que pronto saldrá publicado en la revista Foco 76, el resultado era poco alentador.
Pero en medio de odios y amores… hay algunos hechos en todas las ciudades que llaman la atención y le hacen perder esa virginidad pendiente… entre los hitos de la ciudad, hubo un día de fines de Julio del 2002 mientras Brasil y Alemania jugaban la final del Mundial de Japón Corea… cinco mil santiaguinos decidieron sacarse la ropa y posar desnudos para Spencer Tunick… ese día quise más a Santiago. No por mi voyeurismo intrínseco… si no porque fue el día en que la ciudad cambió. Dejaba de ser esa ciudad de los viejos moralistas… salvo algunos fanáticos de alguna iglesia evangélica que protestaban por el hecho. La ciudad maduró y fue un poco más libre.
Ese día de junio Santiago se libró de el Doctor Antonio… ese personaje que Fellini relata como ese bastión de la moral y las buenas costumbres… que entre su represión mental, su bipolaridad, su pacatería y pechoñería. Era capaz de meterse en los bosques para interrumpir la “intimidad” de las parejas… y protestar por toda mujer que se atreviera a mostrar una parte de su escote (que viejo más idiota)… Su vida cambia el día en que para promocionar la leche, nada mejor que mostrar a Anita Eckberg (sin duda que mejor envase)… el Doctor no puede creer que tamaña inmoralidad se encuentre en pleno parque del suburbio romano…
Así es esa moral que hace que las ciudades palidezcan y dejen de tener colores, eso de la educación para los amorales… que algunos hacen a veces la considero patético… en Chile aún quedan algo de eso… afortunadamente ya hay ley de divorcio y cada vez estamos más concientes de que no son otros los que dirigen nuestros gustos, deseos y visiones… Al final la camisa de fuerzas es para otros… no para nosotros.
Yo creo que el único momento en que somos todos iguales es entre que somos ovulo fecundado y los últimos segundos en el vientre, después conoces el mundo desde una clínica o desde un hospital… y todo el resto deja de ser igual… ni siquiera la muerte. Tampoco el voto te hace ser distinto, porque en un sistema como el nuestro uno prefiere votar para castigar a otro, que por quien uno realmente quisiera.
Pero entre lo distinto, hay un tipo de personas que me sorprenden… esos son los que nunca han trabajado, no me refiero a los zánganos de nuestros colegas, me refiero a esa gente que nunca ha querido… o no ha sentido la necesidad de trabajar… principalmente esposas… por favor que no se entienda que ser dueña de casa, sea como no trabajar (de hecho siempre he creído que es un trabajo durísimo y muy mal pagado)… me refiero a las Ladys que su vida circula entre la teleserie, el gimnasio y
No hablo por la herida… pero encuentro que es una soberana lata estar de evento y evento, en Europa será más común un poco de títulos nobiliarios, como el conde de Lonate Pozzolo, más conocido como Luchino Visconti. Un aristócrata preocpado del neorrealismo, en una historia sacada del universo lejano de un conde… pareciera que no estamos preparados… no es algo común para los chilenos al menos… En plena lejanía una serie de abogados, asesores y asistentes vuelan por las escaleras para tratar de complacer al conde. En medio del escandalo de su infidelidad... su esposa decide dedicarse a buscar en que trabajar... con el pastel de esposo no hay mucho que soñar... pero en fin parece en que puede trabajar una persona que nunca le ha dado un peso a nadie... y que peor... ser una esposa de un conde... como que no es un atributo muy interesante para colocar en un curriculum vitae... acá el amar, el amor y el enamoramiento son cosas distintas y lejanas entre sí. Esa situación que parece secar algunos amores es la que Visconti adapta en Boccaccio.El maldito "amor maduro" que nos convierte en esos viejos con moralina que tanto odiamos cuando jóvenes y esa infidelidad putera de nuestros abuelos... son otro submundo que aparece en la fauna cotidiana de patrón de fundo. "Il Lavoro es la tercera parte de Boccaccio... según algunos la parte más débil...
Saludos a todos y gracias por los comentarios.
Cuando hablaba de los siete samurais, comentaba las cosas grandiosas y los personajes que parecen sacados de otro planeta por lo monstruoso de sus personalidad... me había olvidado de una. Sophia Loren... siempre he encontrado bellas a las italianas y a las españolas... pero Sophia Loren, es una de esas mujeres que dejan a cualquiera como un microbio a su lado. Vittorio de Sica lo sabe y por algo es una de sus máximas musas...
La última historia se cuenta en Napoles, en plena feria ganadera un cuñado vende una rifa clandestina... eso de las rifas siempre me ha causado desconfianza, un método rápido de ganar plata es vender numeritos para los sorteos... en este caso el premio no es ni más ni menos que una noche de pasión con la cuñada... y quien es la cuñada la mismisima Sophia... son esos premios que uno siempre quisiera ganar... a mi me hubiese encantado ganarme algunas cuñadas que conozco y como la Loren con mayor razonó.
Pero poniéndose cartuchos... en realidad es bien feo rifar a la cuñada... por muy Sophia Loren que sea, creo que no hay moral que justifique algunas formas de tener dinero... lo digo no por la idea de rifar... lo pienso por la cantidad de robos que tenemos en todo momento... no de esos robos típicos de la calle, en que pedimos mano dura... y que los policías los revienten a palos. Si no a los robos más grandes esos que por la tele no salen, curiosamente porque son los auspiciadores... hace unos días en Ripley del Mall del Centro me tocó ver como un guardia presionaba a los compradores, siguiéndolos en todo momento como si fuesen delincuentes... y en uno de esos momentos a una madre se le escapó la hija pequeña (tres años) y ella fue a buscarla y el guardia pensó que se iba a robar una chaqueta... toda la situación comenzó a agrandarse hasta que se llevaron a la comisaría a la señora... me consta que la señora robaba porque la conozco... y ahora se le está haciendo un juicio... prácticamente como mechera. Pero los intereses que nadie conoce, las cobranzas y el pago de sueldos de Ripley nadie lo controla... ¿no eso más robo que creer que alguien se va a robar un abrigo?. Bueno... me estoy pareciendo al Aló Eli con tanta denuncia... Pero volviendo a Vittorio de Sica, la rifa es un secreto a voces, que desean todos los hombres de la feria ganadera, pero que sólo uno obtiene el magnifico premio...
Boccaccio 70, fue una idea apoteósica que mostró la nueva perspectiva que el cine italiano mostraba al mundo... la nueva generación se reía de su antiguo Fascismo... sin remordimientos ni silenciaciones (a diferencia de la Alemania Nazi).... las escenas crudas de Vittorio de Sicca, tienen esa sensación de hiperrealidad que rodea las historias. Los cuentos de Boccaccio 70, siguieron vigentes, los cambios fueron distintos en su temporalidad pero en la esencia la idea relatada por Boccacio es un testimonio de que nuestros valores siguen poco alterados...
¿será bueno eso?
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Sobre Luchino Visconti
4.- Banda sonora de Nino Rota para La tentación del Doctor Antonio de Fellini
5.- Sobre Renzo y Luciana por Nuvolalgia (de él es la imagen del comienzo)
5 comentarios:
Me parece más que acertada la idea de dividir este post en varias partes porque se corresponde un poco con la estructura de este film conjunto. Mi episodio favorito es el de Fellini. Saludos!
Tienes mucha razon en eso de que uno "vota para castigar al otro", por aca en Perú tambien pasa. Chauuuuuuu
Maestro Budokan
coincido que el episodio de Fellini es uno de los mejores (y uno de los mejores de su carreta también).
como siempre uno honor sus post
César
Al final todas nuestras historias latinoamericanas son más parecidas que distintas. saludos
Muy buenos poemas tienes.
Dicen que Fellini es uno de los más grande directores de la historia.
Con esas minas en el reparto, a quien le importa Fellini, el reparto o la historia, jajaja.
No vengo mucho porque siempre pones pelis que me dejan pillo.
Comentate la NOTABLE "Bourne, el Ultimatum" y vengo con un cargador de conceptos, ja.
Saludos.
RIPNE
Esta semana pretendo ver Bourne ahí te cuento... todos esos temas de la CIA me interesan.
saludos
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