sábado, 30 de abril de 2011

MILAGRO EN SANTA ANA

Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos
a pesar de los golpes que asestó en nuestras vidas
del ingenio del odio, desterrando al olvido
a nuestros seres queridos.
Víctor Heredia

Me conmueven esos testimonios de vida frente a tanta muerte, cuando aún quedan algunos que tienen tatuado en su brazo el número que se les asignó en Auschwitz, o los que pasaron en Chile por Villa Grimaldi u otras casas de muerte... poder vivir para contar algo es un don que todos tenemos pero no hemos logrado con eso hacer mucho más. Porque pese a ello seguimos cometiendo los mismos errores, sólo se cambia el país, el pueblo y el lugar discriminado... así mientras algunos claman por Libia o Afganistán. En México, Somalía, Pakistán y Sudán la violencia y la muerte continúa en manos de algunos que quieren imponer su historia y sus verdades a sangre y fuego. Al final la amnesia de nuestro individualismo convierte esos momentos en cinco minutos frente al noticiero, o peor aún analizando cuales son nuestras consecuencias de ese conflicto que nos sube el precio del petróleo, o hace que el dólar baje o suba... más que eso parece no afectarnos que la historia se escriba y deforme en cada momento.

Esos olvidos se hicieron inexplicables en la oficina de correos del Nueva York de 1983 cuando de un balazo murió un ciudadano italiano a manos de un funcionario que vendía estampillas. ¿cómo un tipo que no tenía antecedentes tenía una pistola Luger en su escritorio?. Como si hubiera esperado el día en que el círculo se cerrara... El punto de orígen se encuentra en La Toscana italiana en plena segunda guerra mundial, en la època en que Alemania había invadido Italia y partisanos y soldados aliados trataba de reconquistarla. Pero en los aliados había un grupo que no era muy reconocido pero desde el silencio ha estado presente en momentos importantes de la historia de Estados Unidos, son llamados los batallones buffalos.

De esos batallones era Héctor Negron (Laz Alonso) un portorttiqueño, específicamente de la 92, que en una de esas misiones suicidas que les daban a la división afroamericana debían cruzar un río lleno de amatralladoras nazis por la otra rivera, pese a todo llegaron cuatro al otro lado...
El sargento Aubrey Stamps (Derek Luke), el sargento Bishop Cummings (Michael Ealy), Hector Negron y Private Samuel Train (enson Miller). el último es un grandulón bien educado que está aterrado con toda la muerte que ha visto en los terribles días de la guerra... pero pese a ello decide entrar en una casa abandonada donde encuentra a un niño desfalleciendo y delirando por su amigo perdido... así por milagro el pequeño Angelo (Matteo Sciabordi) descubre que ha sido salvado por un "gigante de chocolate"... así como en una fantasía Train se lleva al niño por una parte y por otra una cabeza que encontró en un lugar donde había un puente dinamitado por los nazis.

La vida rural en Italia ha sido amenazada por los nazis, lo saben muy bien en los pueblos mientras los hombres han decidido entrar en la resistencia como partisanos. A ese mundo llegan los soldados americanos, sin entender mucho el idioma tratan de decir que no son nazis (cosa que no es dificil de creer) y comienzan a ayudar en la defensa de la ciudad... es ahí donde comienza a revelarse el horror cuando el jede de los partisanos cuenta de la masacre de Santa Ana, una aldea próxima donde mueren todos sus habitantes fusilados por ametralladoras frente a la iglesia porque no delataron la ubicación de los partisanos. Así la masacre sirve de leyenda del miedo y a la vez de incentivo para aumentar la lucha... pese a que se sabe que dentro de los partisanos algún traidor le dijo a los nazis de Santa ana.

Muchos critican a Spike Lee, por su fantasía en una historia o por su resentimiento social, pero la masacre de Santa Ana está inspirada en la Masacre de Stazzema donde el 35 Batallon Panzer de las SS asesinaron a 500 residentes, en la plaza y luego quemados sus cuerpos como "lección a la resistencia partisana". También lo acusan de resentido racial, pero también es cierto que los batallones de afroamericanos quedaron en el olvido de la historia de la Segunda Guerra Mundial y sólo 30 años después del regreso a Estados Unidos fueron reconocidos y condecorados... un poco tarde pero necesario.
El cine de Spike Lee es tiene es de color oscuro, como la piel de sus actores, él también ha vivido días difíciles no sólo como afroamericano, si no por la poca tolerancia "racial", que persiste en algunos pese a la extinción del concepto razas humanas, a las conquistas siempre van apareciendo las niñas de Birmingham de 4 Little Girls, o la figura de Malcom X, o el actuar de Katrina reflejado en Cuando los diques se rompen, o esta misma historia para demostrarnos que no está equivocado, que siempre son necesarias más voces que nos recuerden hasta el final de que ésto no puede seguir ocurriendo, que ni el cine, ni la vida real pueden discriminar a nadie por ningún motivo. Spike Lee es un ser necesario que afortunadamente es contemporáneo a nosotros así que podremos seguir sorprendiéndonos y disfrutando de un cine con el color, el olor y dolor de su Nueva York y de una sociedad cultural que nos ha regalado en la música y el arte grandes nombres.

Gracias por el apoyo en esta sección de éste mes.
Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Miracle at St. Anna en Wikipedia
4.- Trailer

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