sábado, 6 de septiembre de 2008

CABARET

El año pasado vino a Chile Liza Minnelli en un concierto que se hizo en el Arena Santiago. Las entradas màs caras, tenían derecho a estar en la parte central de la pista, con mesas y personas que atendían como si estuviesen en un cabaret, en las partes altas se encontraba la gente que había pagado menos (que en Chile no quiere decir que sean más baratas), ellas no sólo veían el espectáculo de la mítica showoman, también el de los espectadores que abajo se encontraban como parte del decorado, sólo faltaban los trajes de frac y los peinados de la época dorada que hemos visto desde siempre en esas películas de los años treinta... pero no importa "La vida es un cabaret"...
Me sorprendí en ese momento... pero ahora entiendo todo bien, cuando escuche a alguien "orgulloso" (si, ese es el adjetivo) de haber pagado un dineral por el concierto de Madonna, por haber pagado la entrada màs cara "del mundo" por ese recital... y no era un familiar de Carlos Slim... para un tacaño como yo esas cosas me descolocan... como una vez que necesitaba comprar un lapiz portaminas y me ofrecían uno de setecientos pesos y otro de catorce mil pesos... mmm... por supuesto compré el barato... y un conocido me dijo pero el de catorce mil te dura màs... y yo le decía que con el de setescientos, si se me dañaba, compraba otro y otro, e igual me saldrán más baratos que ese.
Uno de los primeros fotogramas de Cabaret, dice Berlin 1931... con eso ya sabemos todo lo que viene... sabemos que el infierno está ad portas, que el nazismo es algo incipiente, que Alemania se está recuperando, que hay judíos, alemanes en un estado alerta... y que la nación está comenzando a hervir... pero así son todos bienvenidos en alemán, francés e ingles por un maestro de ceremonias... aún hay tiempo para reir... y reir con todas las ganas, porque los sueños aún no han sido destruidos.

Pero esos obviedades de nazis, judíos, represión y muerte acá están de más... son parte de nuestro decorado imaginario, para eso estaban nuestras propias escenas preconcebidas de "Mundo en Guerra", Holocausto, Patton, Casablancas y otras historias... que nunca supieron que trabajaron para que Cabaret no se dedique a eso. Acá bailamos y nos enamoramos por un rato, porque todavía somos todos amigos, judíos, alemanes, británicos y estadounidenses. Nada más ni nada menos... nada nos importa mucho y los prejuicios están de más... como si supieramos lo que pasará después de que las letras del película digan FIN.

Sentí la honestidad al escuchar el canto de un joven rubio de ojos claros, que al bajar ese primer plano, me indica que en su brazo lleva una jineta con la cruz gamada, cantando Tomorrow belongs to me, y un país que se levantaba poco a poco por algo inentendible, entendí porque otros se quedaban en silencio con miedo de esa fuerza que la gente como cegada por un destello que no permitía ver más allá del mañana.

Ir a un cabaret es para pasarlo bien, para entretenerse y para olvidar, por un momento lo malo... eso está claro... y siempre es bueno un poco de música, baile y placer. Para agradecer cada momento en que se vive... sobre todo en esas èpocas en que saber si se vive al otro día es algo que pocos pueden saborear.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- Trailer

5.- Escenas para este Blog... Bienvenidos y Tomorrow belongs to me

6.- Money, money

7- Fotogramas

7.- Cabaret por Liza Minnelli.
Boomp3.com

2 comentarios:

Yuejö dijo...

a mi me da miedo la parte en la que cantan Tomorrow belongs to me...

Anónimo dijo...

"Si todos los judios son banqueros"
"¿Como pueden ser tambien comunistas?"
Extraordinaria película, y extraordinario tu trabajo, amigo Rogolagos. Y Liza Minelli, en el papel de su vida. Saludos!!!
http://pablocine.blogia.com