jueves, 11 de septiembre de 2008

MACHUCA

En Cabaret aparece una escena en que un niño canta Tomorrow belongs to me, y todos los alemanes que estaban ahí se paraban a cantar… quince años después cuando el nazismo caía… todos escondían brazaletes, uniformes y literatura nazi… todo desapareció… es más desapareció incluso esa escena de las películas porque el nombre de Hitler o de la cruz gamada debía ser borrado de las mentes alemanas.
Mientras escribo esto veo las escenas de muchos que celebraron la caída de Salvador Allende en plazas y calles, que colocaban la bandera victoriosa por que la paz volvía a sus casas… hoy veo desde el televisor como en Bolivia la "autonomía mezquina" de algunos quiere desmembrar la esencia de un pueblo… y así podemos seguir enumerando a esas personas que han sido masas… y que como la amnesia ya no recuerdan (o no quieren recordar) como votaban por el Si, que colocaban sus calcomanías de Büchi en los autos, o colocaron la bandera para nuestro once de septiembre.
Mientras algunos académicos predican que no puede ser que vivan en Santiago las clases sociales tan segregadas, "que los pobres vivan lejos y los ricos cerca" que el Ministerio de Vivienda debería luchar contra la segregación, no han sido capaces de mirar sus propios intereses… y es que no es la distancia la solución a la brecha de la segregación… porque no se trata de ir acercando ricos con pobres espacialmente si no en las oportunidades.

Eso fue lo que entendió el Padre Gerardo Whelan en los años setenta, él hizo más y habló menos para integrar. En el colegio Saint George (uno de los colegios más prestigiosos de Chile) integró a alumnos de campamentos que vivían cerca del establecimiento. Niños ricos y niños pobres en la misma aula… es que las esperanzas en los días de la Unidad Popular hacía parecer que los sueños se podían tocar y solucionar los problemas era más simple de lo que se pensaba… pero el egoísmo pudo más, quedaba claro, porque los apoderados del colegio empezaron a reclamar, porque sus hijos se llenaban de piojos por tener en la misma sala a "peras con manzanas". Por supuesto este curita y su estilo educacional fue cortado abruptamente después del golpe militar… y todo volvió a la normalidad… entendiendo por normal que los ricos no sean molestados por esos hediondos y desaseados pobres.

Afortunadamente junto con esos niños que vivieron esos tres años de sueño estuvo Andres Wood, ya que estudió en ese colegio en esos días… y la figura del Padre Gerardo quedó en su retina… pero cuando contó que quería hacer esa historia algunos le preguntaban ¿Por qué quieres contar esa historia, por qué quieres volver a esos años, por qué no miras hacia adelante?. La gente estaba aburrida de eso… que fácil es mirar a adelante cuando uno sabe donde está enterrada la gente que aparece en sus álbumes de fotos.

Esos días fueron distintos para Chile, como el momento en que el niño Gonzalo Infante en plena clase veía como llegaba el Padre McEnroe con los nuevos compañeros a la sala. No parecía que hubiese nada nuevo… sólo eran unos niños pobres de un campamento cercano. Todo el resto parecía normal… el desabastecimiento de alimentos (que curiosamente apareció al otro día del golpe), las marchas en contra, o a favor de Salvador Allende… y el ambiente polarizado eran algo tan común… que la llegada de pobres a la sala no era mayor sorpresa.

Pero todo empezó a ser distinto para Gonzalo, porque la niñez no ha terminado de llenarse de los prejuicios intolerantes que ya viejos colmamos en nuestras barricas… y sin querer la amistad supera todo… ahí esas palabras integración o segregación no han sido inventadas porque se neutralizan con la honestidad. Así en un paseo en bicicleta de Gonzalo y Pedro Machuca, el niño del campamento cercano, parece terminar a los pies de una cancha de tierra. Al otro lado un campamento armado en una toma de terreno…

Todo cambia en el momento en que Gonzalo cruza la cancha hasta el campamento, ahí descubre que lo cotidiano no es igual para todos… que hay casas con piso de tierra, que no hay ventanas… que cuando llueve el barro se transforma en enfermedad… que hay hambre, que los baños son unos pozos negros en que las fecas se quedan como testigos aromáticos de nuestro interior… que es un afortunado por haber nacido donde nació.

Otro día un closet se abre y los ojos impactados de Pedro Machuca, no pueden creer que Gonzalo tenga tanta ropa, una mentira piadosa le hace creer que no toda es de él… pero lo que más impresiona a Pedro son las zapatillas, es que no cualquiera las puede tener, y los segundos que Pedro se prueba el calzado de Gonzalo son claros. Pero de tanto soñar la realidad va comenzando a llenar la paciencia de otros… las reuniones de curso son insostenibles, el país está enfrentado… la guerra civil parece inminente… y todo parece llegar a la temperatura de ebullición que asegura que las cosas no terminarán bien.

El sonido es tan fuerte que hace imposible ver por donde pasan esos Hawker Hunter, los aviones supersónicos bombardean las utopías, en la mira el Palacio de La Moneda y la casa del presidente en Tomas Moro. El fuego quemó todo ese día… incluso la valentía… un balazo partió el cráneo del presidente… y una generación completa quedo castrada y cobarde. La amistad terminó el mismo día mientras unas zapatillas blancas hacen la diferencia en el trato… Chile volvía a ser el mismo… segregado y segregador… ahora mejor que antes… porque las ideas revolucionarias de un cura "rojo" como Gerardo Whelan se iban como el alivio de despertar de las pesadillas…
Hoy se cumple otro aniversario de ese día nefasto mientras algunos seguimos viendo como se desvanece la fecha en el calendario… en las partes más pobres de Chile como marcas de ganado, entre el fuego, la oscuridad y el miedo… Chile sigue gritando por la verdadera justicia social.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Machuca por Wikipedia
5.-Trailer

6.- Fotogramas

7.- Bicicleta de la Banda sonora
Boomp3.com

2 comentarios:

JCG dijo...

Hermosa la historia, gracias por ponerla, aquí en españa desde donde te escribo, pocos se acuerdan ya del golpe del 11 de septiembre de 1973. Ese año yo vivía en Buenos Aires y cursaba 4º año de la secundaria, ese día salimos todos a la calle, marchamos a la embajada de chile y luego por la noche al Congreso a exigirle al gobierno que se solidarizara con el gobierno de Allende, mucha gente dispuesta a ir a defender con su vida un gobierno del pueblo... luego vinieron los años de oscuridad y sólo supimos de Chile, su pueblo,sus luchas por radio magallanes, y por Acta General de Chile de M. Littin, que ayer me llevó a encontrar tu blog.

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Machuca sencillamente refleja lo que en algún momento pudimos ser como sociedad chilena, pero que no fue porque quebraba el orden de nuestra sociedad. Y hasta el día de hoy no hemos tenido el coraje de tratar de quebrar ese orden para hacer una sociedad más justa.
Saludos