domingo, 13 de julio de 2008

EL ESPINAZO DEL DIABLO

En Chile todos comentan la acción “temeraria” o irascible de una niña que en plena reunión al lanzarle el agua de una jarra a la ministra de educación. Condenas he leído en todos los diarios, en la televisión y en las sobremesas, tanto así que LUN (el diario que dice traer noticias) hoy me obligó a ir al diccionario a buscar la palabra Zafacoca (no les dará vergüenza a los periodistas estudiar tantos años para terminar trabajando en ese diario.
Pero más patético que eso ha sido la actitud de la niña, porque no hay que olvidarse que es una niña de 14 años… es la actitud de nosotros los adultos, partiendo por la propia ministra que con una ironía desafortunada sólo lograr sulfurar más los ánimos, luego algunos dirigentes del colegio de profesores que han abalado y alabado la acción acuática de la niña y el peor de todos el alcalde Raúl Alcaíno, el mismo que sacó a los músicos del centro porque metían “bulla” y que le ha dado la batalla a los pintores de la plaza de armas… exige que expulsen a la niña del colegio por maleducada (que ironía).

Pero el problema, insisto, no son ellos somos nosotros los adultos… somos capaces de pelear, de olvidarnos de lo esencial y sólo leemos los titulares de lo que pasa en la vida, nunca hemos sido capaces de llegar a las profundidades de los problemas, como si acabar con la delincuencia se soluciona metiendo gente en la cárcel, como expulsar a niños de los colegios, como reclamar al estado por los paraderos de Transantiago que la misma gente destruye.

Por eso me recordaba ese hogar de huérfanos de la República que en plena Guerra Civil Española se relata en El Espinazo del Diablo. Mientras un auto va acercándose al orfanato, el niño Carlos se asombra de esa bomba enterrada que no explotó como una señal de vida entre la muerte cercana, sin entender el motivo de la visita, su maleta queda en el camino mientras el auto que lo traía se va sin él. La Guerra tiene duras consecuencias para los niños que ni siquiera fueron consultados por lo que les tocó vivir.

En el interior del escuela sólo quedan las ruinas de un sueño, de algo que pudo ser bueno, las balas y la represión se encargó de envenenar lentamente lo que estaba por pasar. En medio de todo sólo queda la amistad y las ganas de salir adelante. Está la incomprensión de la violencia infantil, el primer amor y la simpleza de un anillo de habano como compromiso del cariño. No se puede cuestionar a los niños, ellos son los que les ha tocado vivir... y lo que les ha tocado es lo que hemos construido nosotros.

Los fantasmas rondan por la casa, indicándonos algo que no está bien, algo que queda pendiente... pero sólo algunos son capaces de oirlos, otros solo escuchan el sonido común, la voz de los periodistas y los políticos en el caso de Chile, la voz deformada de nuestras verdades superficiales. Si pusiéramos un poco más de atención encontraríamos que las cosas tienen un porqué más importante... que nos llama a la justicia... como la del niño fantasma del hogar.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer

5.- Fotogramas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran pelicula, me da lata que nadie alla hecho ningun comentario.

Saludos.
Pancho.