Si en el amor en Guantanamera era socialista, el amor de Las Vegas es todo lo contrario, si es que se le puede llamar amor a algo como lo que pasa en esta historia. En medio del desierto al sur del estado de Nevada se aprecia un manchón de luces multicolores, eso es Las Vegas. La tierra sin ley, donde el juego está permitido y donde en alguna ocasión la mafia, tuvo centro receptor de operaciones.
Las luces de neón de la ciudad iluminan los sueños de los visitantes, y abulta los bolsillos de una ciudad creada para vivir al filo.... es que el juego mezclado con dinero es mucho más entretenido, jugar poker sin dinero es un aburrimiento y la sensación de que caigan monedas sin parar por las máquinas es casi orgásmica ... no importa que esas monedas lentamente vuelvan sin regresar al tragamonedas, es la ley del casino, compartimos esa complicidad y sabemos que en realidad por más que ganemos, al final siempre perdemos. Siempre me han sorprendido las ciudades que surgen desde la nada, así como los enclaves mineros o del caucho, Las Vegas es una ciudad que surge gracias a la legalización del juego... y por lo mismo se transformó en el manjar de la mafia. Casi como un documental Sam "Ace" Rothstein (Robert De Niro) narra su historia de aciertos en las apuestas hípicas que poco a poco le ayudan a que la Mafia desde Kansas City le den el beneplácito para colocarlo como el gerente de un casino en plena Las Vegas de la década de 1970. Como Administrador de Casino Ace conocía todo y dominaba todo lo que le concernía. Es como pensar como piensan los otros, como razona un jugador, un mafioso, un estafador o un asesino... el ambiente de los casinos tenía tanta luz, que no se sabe cuando es la noche o el día, las luces encandilan hasta el corazón y solo el verde de los dólares que llueven es la extraña realidad.
Amar en medio de tanto dinero es difícil, en realidad casi imposible... bueno... cuando se habla de amor de verdad, que es distinto al gustar y al querer. Ace sabe que si se enamora, es jugar con fuego... la apuesta más alta de su vida (como a todos en realidad)... y en un mundo como el que se da en Las Vegas, donde la prostitución es legal. Que mejor que Ginger (Sharon Stone) una prostituta que merodeaba el casino para enamorarse. Pero creer en el amor, no es lo mismo que confiar en quien se ama... a veces un concepto traicionero... y no vale esa frase de "todo por amor" cuando tu dignidad se queda en el piso (como Julio Canale cantándole a Luli), lo correcto no siempre es lo mejor, lo saben los mafiosos y aunque Ace lo percibe, prefiere seguir encandilándose con el neón para no ver, y subiendo el volumen de la música para no oír los gemidos infieles de su esposa. ¿De qué sirve dar la llave de las posesiones?, de que sirve tanto dinero cuando la vida se vuelve una pesada carga.
El amor ingrato y las malas compañías, son dos elementos que no deseamos cerca de nuestra de vidas, para Ace las actividades de Nicky (Joe Pesci) son esa maldita amalgama con el pasado que no te deja tranquilo. Desde que se dedicó a proteger a Ace, Nicky no hace más que robar y asesinar. Los tres elementos se suman para acabar con la redención. Un pasado oscuro, un mal amor y las malas compañías se transforman en un desequilibrio de fuerzas que cualquiera sabe que terminará mal, caminar entre las brasas es una virtud que pocos tienen...
Al final ¿quienes juegan... ¿nosotros?, ¿la mafia? parece que todos y nadie a la vez, la adrenalina y la frenesí de ganar lo que sea, parece ser nuestra manera de hacer "todo por amor", porque pagamos muy caro esas pocas veces en que los dados muestran los puntos que deseamos, o que los tres signos del tragamonedas coinciden... ¿de que sirve despilfarrar tanto en esas apuestas que nos engañan?, ¿esos malos amores que son como los dados?... al final las cifras dan números rojos... y sólo quedan esos segundos de emoción como las luces en medio del desierto de nuestras vidas.
Guantanamo se encuentra al sur de la isla de Cuba, su bahía se encuentra controlado desde fines del siglo XIX por Estados Unidos, pese a ello la ciudad cubana de Guantanamo es una ciudad que vive de la caña de azúcar y el café. Desde ese lugar nace la última película de Tomás Gutiérrez Alea antes de morir.
Paradójicamente, la trama central de su película fue un funeral, Yoyita era una de las voces nobles que la ciudad le había regalado a Cuba, su talento la llevó a otros escenarios de la isla... dejando consigo el amor inconcluso, la vida se encarga de reencontrar los sueños en cualquier momento. El amor debería ser socialista, debería ser igual para todos y en grandes cantidades, todos deberíamos trabajar para él, a nadie debería faltarle a quien amar. Cándido lo siente así... por algo esperó el regreso de Yoyita por toda su vida... nada supera a esas breves horas de amor que quedaron entre ambos. Años de sueños, de imágenes de reencuentros, ilusiones se encontraron ese día en Guantanamo sellando ese amor postergado por los caminos. Novescientos diez kilómetros separan a La Habana con Guantanamo, es el camino que debe tomar el cortejo funebre para sepultar a Georgina en la capital cubana. Pero hay historias que sólo se pueden dar en la Cuba revolucionaria y bloqueada económicamente. La burocracia revolucionaria se encuentra inserta hasta en las funerarias, lo sabe muy bien Adolfo el funerario de Guantánamo que en un plan "genial" decide transportarla por tierra, intercambiando el carro fúnebre de cada estado para así ahorrar el combustible que significaría utilizar un sólo auto de ida y vuelta por la isla... desde ya para uno suena una idea descabellada y ridícula, pero en un país en que los recursos deben maximizarse... puede ser... ¿viable?. Desde ese momento al ritmo de la mítica canción cubana, como lo hiciera Solás en su tercera parte de Lucía, la carretera A1 comienza a ser la principal protagonista de esta Road Movie cubana. En toda carretera no pueden estar ausentes los camiones y en este caso el camión de Mariano circula por la misma ruta hacia La Habana.
Entre encuentros y desencuentros Georgina, la sobrina de la fallecida Yoyita, se encuentra con el camionero, un café en el suelo, dos miradas que se cruzan y una imagen en blanco y negro proyecta ese último día, en que una carta cayó del libro de la profesora Georgina de la facultad de Ingeniería. ¿qué había sido de la profesora de Economía política del socialismo? y ¿qué era de ese alumno de ingeniería?. La carretera los encontró nuevamente después de tres años de ausencia y de nuevos rumbos, ahora entre muertos y muertes, existe la posibilidad de resurgir, de reinventarse y de amar. Tiempo de cerrar los ojos y esperar que los labios se besen. Entre Guantanamo y La Habana pasan muchas cosas y esta historia de solidaridad, de plan común, de un país en que la dignidad se encuentra presente en todas sus manifestaciones todo vale a la hora de seguir creyendo en que las cosas se pueden hacer, en que no hay edad para amar, que vale la pena esperar, que las cartas de amor son una ventana del alma, que la verdad es la guía que conduce a la razón, que los viajes nos van enseñando a vivir mejor y que mientras la coherencia guíe los sentimientos el camino será mejor.
Hace un par de años atrás, por falta de proyectos se me redujo mi sueldo a la mitad, desde ese momento comprendí lo vulnerable que cualquier persona puede ser en términos económicos… y desde ese pilar se puede ser vulnerable en todo el resto de los aspectos de la vida. Muchas parejas comienzan sus problemas en el momento en que falta la plata, la salud escasea y la cultura comienza a transformarse en el primera víctima del desastre económico… las visitas al cine, las compras de discos y los recitales se transforman en algo prescindible. Hay una diferencia fundamental entre ser pobre y estar pobre, creo que estar pobre es una condición que denota fragilidad y que prácticamente nadie esta libre… ni siquiera Bill Gates, ni Slim, ni Piñera. Al igual que las personas, el mundo también tuvo su depresión de los treinta. La caída de la bolsa, rompió los sueños de paz eterna de los años veinte y el manto de la pobreza comenzó a vestir de harapos a la población del mundo. El emperador del norte es una historia modesta, una historia de pobrezas y miserias… algunos piensan que es lo mismo… pero la verdad ambas palabras son distintas… es más hay más ricos miserables que pobres en esa condición. Cuando la vida se hacía insostenible valía la pena cualquier ahorro, lo sabemos quienes hemos pasado por períodos económicos difíciles. En el caso del Número uno (Lee Marvin) el viajar de polizonte en los trenes era una necesidad, cuando el trabajo escasea vale la pena buscar en otros horizontes. Por su parte Shack (Ernest Borgnine) es el jefe del tren Nº 19 con destino a Portland… que dicho sea de paso es una de las ciudades más interesantes de Estados Unidos. Shack era tan miserable que a los polizontes los sacaba a martillazos de su tren. Esta maldita costumbre lo convirtió en el mito de los ferroviarios… y de los vagabundos, haciendo del tren nº 19 el imposible para todos. El “número uno” era un vagabundo que circulaba por el territorio libremente, asumiendo los costos de la vida… Cada año que pasa nuestra sociedad transforma el derecho de viajar en un privilegio de unos pocos. La mayor frontera que tienen los pueblos en la actualidad no la coloca la distancia, mas bien el costo de lo que cuesta viajar, sólo van quedando las bicicletas como esa utopía de libertad en dos ruedas, por que nuestros pasos no pueden seguir más lejos de lo que nuestro cansancio llega. En Chile los casos son tan extremos que nuestras autopistas urbanas han acercado a lo lejano, pero han alejado lo cercano y han transformado el transportarse en algo suntuoso. Para que hablar de nuestros trenes, como en el resto de América Latina, son una empresa que agoniza lentamente tratando de salir a flote en diversas ocasiones, sin mayores resultados (como el Metro de Valparaíso). ¿Qué les queda a los pobres?... si viajar es un castigo de la pobreza. En el caso del Número uno, ser audaz y silencioso, en especial frente al terror que se le tenía a Shack y su martillo maldito.
Se nos olvida la importancia que tiene viajar para nuestras vidas (después de dormir y trabajar (estudiar) es la tercera cosa que nos quita más tiempo en la vida… y es la que menos consideramos. En el equipaje de un polizonte va la dignidad, un poco de miedo, una gran dosis de valentía y el anhelo de soñar que las cosas serán mejores. La mochila que el Número uno lleva en el viaje son los sueños de un país que sale de la depresión, una ciudad de prosperidad, un desafío permanente, la humildad de la experiencia y las ganas de seguir viviendo.
Buscando en la RAE que es amor encontré estas definiciones 1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. / 2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear./ 3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo./ 4. m. Tendencia a la unión sexual./ 5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor/ 6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing.Para llevarle un don a sus amores/ 7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella./ 8. m.p. us. Apetito sexual de los animales./ 9. m.ant. Voluntad, consentimiento./ 10. m.ant. Convenio o ajuste./ 11. m.pl. Relaciones amorosas./ 12. m. Objeto de cariño especial para alguien./13. m. Expresiones de amor, caricias, requiebros.
La verdad ninguna definición me dejó satisfecho, después- y a propósito de una discusión- para una amiga amor es la cosquilla que se siente en el estómago por alguien, esa idea la sentí más cercana... pero tampoco es una definición completa. Pero.. ¿qué es amor...? según los religiosos el amor es Dios (definición demasiado doctrinaria). Mientras se sigue en la búsqueda de las palabra amor, aún tiene alas y vuela libremente por todas partes... como el mismo Cupido, vuela se mete por las rendijas de las puertas, choca con los ojos, acaricia los oídos, moja con los labios, se transforma en perfume, viaja por las pantallas, los teléfonos y los megabytes del Internet, el amor brota por los blog's, por las calles, ventanas ¡hasta en los techos!... todavía no tiene palabras que lo describan para enjaularla, por eso los eruditos de la RAE aún no han logrado encontrar la palabra para definirlo.
Las calles de París son un ejemplo más del brote de amor que se sale por todos nuestros poros de diversas maneras, con diferentes visiones y formas. En este caso dieciocho versiones en dieciocho sectores de la ciudad luz, puede sonar como una ambiciosa (y también sandía calada) película, pero que más decir de lo siempre dicho... el amor aparece por accidentes y situaciones inolvidables, así en nuestro voyeurismo cinematográfico podemos ver definiciones empíricas del amor en pequeñas dosis, que sólo nos empujan a seguir soñando a seguir construyendo por nuestra cuenta el resto de las historias.
Búsquedas de amor aparecen desde una simple baja de presión arterial o el amor entre culturas distintas, el amor del hijo perdido por la muerte, después de una golpiza, una canción de cuna cantada en dos instantes muy distintos, un abuelo fumador con su nieto, dos mimos en la torre Eiffel, un malentendido en el metro, un ciego y una actriz, un turista y una vampiro, una adicta, dos jóvenes, un vendedor de productos de peluquería, una pareja que se divorcia, otra pareja a punto de casarse mientras pasea por Pere Lachaise, una pareja por el barrio rojo o una mujer sola mientras mira un parque.
Lo que no cabe duda es que el amor es el motor de nuestra vidas, mientras más cerca está más felices somos, desde esa mirada penetrante que les damos a ese rostro que nos presta sus pechos para alimentarnos, que desdesu vida emergimos a este planeta y que nos acompaño desde nuestro segundo cero en la tierra. ¡que lindo son esos recuerdos con los hermanos, en esos días de niño en que sentíamos la lluvia y el calor de la casa!. Los juegos con los amigos, esos primeros besos tímidos y esos besos apasionados. Las despedidas, los encuentros fortuitos y programados... son recuerdos que ligados a lugares, a casas, a sillones, a bancos de plazas, butacas de cines, autos en movimiento, veredas de calles que van dejando sombras en los espacios.
Así vemos el desfile de directores y actores por las calles de París, invitándonos a seguir soñando y creyendo en el amor (y dicho sea de paso a viajar a París como nuestra propia La Meca), mientras veía las imágenes no dejaba de pensar en el regreso de mi tío después de largos años fuera de Chile, hace unos días jugábamos fútbol, nuevamente todos juntos, en esta ocasión mi tío con sus dos hijos y un nieto... en algún momento pensamos que esa escena sería imposible, pero que bueno es saber que nada está escrito y que a veces tenemos tiempo para recuperar el amor y recuperar los sueños. Siempre hay una nueva esperanza para seguir amando, seguir queriendo y fundamentalmente seguir viviendo.
Uno de los problemas más comunes de América latina, es el derecho a la vivienda, más que la pobreza el gran problema es la desigualdad en nuestras ciudades, en el caso de Santiago las diferencias salariales son una de las peores vergüenzas de Chile.
A lo largo de la historia no hemos sido capaces de solucionar el problema de vivir bien, de vivir dignamente, la movilidad residencial ha sido un constate juego entre ricos y pobres que se evitan pero se buscan. La necesidad de encontrar espacios para vivir va provocando diversos procesos en el mismo espacio.
El domingo tres de marzo de 1985, a trece minutos de las veinte horas el Cardenal Raúl Silva Henríquez sobrevolaba Santiago, cuando cuenta en un relato espeluznante que desde la ciudad comienza a brotar una nube de polvo que emerge desde la profundidad por toda la extensión de la ciudad. El terremoto que ese día sufrió la ciudad fue destruyendo como las olas castillos dearena la historia y parte del patrimonio urbano santiaguino.
La ciudad destruida comenzó a mostrar realidades ocultas bajo las fachadas de antiguos palacios. El fenómeno conocido también como tugurización urbana se había gestado silenciosamente en el centro histórico de la ciudad. Algo menos notorio que los ocupas de los edificios abandonados.
Conociendo realidades latinoamericanas se descubre que este proceso de tugurizador y de renovación urbana es un conflicto común para los centros históricos. Los centros abandonados por las clases adineradas que emigran hacia una periferia cercana, se convierte en la oportunidad de los “sin casa”.
Sergio Cabrera se impresionó cuando en Bogotá después de la tortuosa burocracia se efectuó el desalojo de una casona en el centro en que al entrar la fuerza pública, descubren que ya se encontraba deshabitada. La historia de la Estrategia del caracol es la de los residentes de la “Casa Uribe” en pleno centro histórico de Bogotá.
La verdad es tan fácil vulnerar a los que tienen menos, en Santiago eso es un efecto notorio. Es a los pobres a los que se le expropia sus casa, son a ellos los que se les colocan los aeropuertos, estadios, cementerios o cárceles. Para los barrios pobres las supercarreteras van por superficie, cercenando sus tramas uniendo lo lejano y separando lo cercano… la mejor prueba de eso en la ciudad es una autopista que viaja por toda la ciudad por superficie, en los sectores acomodados irá subterránea (parece que son los únicos sectores donde la palabra plusvalía tiene significancia).
La presencia de los pobres en los centros de nuestras ciudades es una escena que a muchos hace arrugar la nariz, las políticas de estado prefieren alejarlos lo más posible de sus vistas. En los años ochenta en Chile se erradicaron los campamentos de diversas partes de la ciudad a sectores a más de veinte kilómetros de sus antiguas residencias… ahora desde su nueva caja… perdón quise decir casa deben viajar más de cuatro horas diarias a sus lugares de empleo…
La estrategia del Caracol es una historia fantástica, que nos da el favor del gustito por que las cosas sean mejores, pone en duda la verdadera posesión de los bienes, cuando los dueños prefirieron escapar a nuevos lugares, dejando abandonada la ciudad histórica a merced de la corrosión. Son los que habitan las casas son los que reviven los terrenos. En la casa Uribe la dignidad es la principal actriz, un valor que cuando se mezcla con pobreza se trata de pisotear con la “injusticia de la justicia”.
Yo me pondré a vivir en cada rosa y en cada lirio que tus ojos miren y en todo trino cantaré tu nombre para que no me olvides
Y al contemplar llorando las estrellas se te llena el alma de imposible es que mi soledad viene a besartepara que no me olvides.
Yo pintaré de rosa el horizonte y pintaré de azul los alelíes y doraré de luna tus cabellos para que no me olvides. (Oscar Castro)
Decir te amo, es algo difícil, pero prometer amor es una prueba más dura... en general he conocido pocos casos en que el amor que se ha separado por la distancia se mantiene. Es ese amor de las palabras, el del sonido del teléfono, el del correo electrónico, el que se comunica por fotolog o Messenger. Los paraguas de Cherburgo, es una de las historias con que la generación de mis padres se emocionó, con la magia del cine de los años sesenta, el relato completo de una historia de amor cantada es una de las muchos íconos de la época.A través de tres tiempos la historia de amor entre Geneviève y Guy, llena de juventud y sueño queda trunca por la guerra con Argelia. La separación convierte a los besos en palabras y a las noches en silencio.
¿Qué le pasa al amor... cuando se transforma en fantasmas?; Los recuerdos se vuelven más dulces, la persona amada se recuerda más bella. Las horas se inundan pensando que pasará. Se piensa en pasado y se piensa en futuro. ¿Cómo será nuestro reencuentro?. ¿Te voy a besar por horas y horas?, ¿me encontrarás hermoso aún?, ¿nos seguiremos amando igual?. Se puede vivir por años soñando besos, abrazando a la distancia... tanto besar al viento, va enfriando los labios, el dolor de la ausencia al quedarse en la intemperie va llenándose de musgo, del rocío y la escarcha. El amar se va volviendo algo cotidiano... y sin darnos cuenta la cuenta de los días se pierde. El calendario parece olvidarse y lo que parecía eterno se va difuminando en el diario vivir. La lluvia del puerto de Cherburgo va limpiando los recuerdos... y la marcha impotente del destino nos conduce por surcos llenos de necesidad. El regreso no es el soñado, El presente ya no es el futuro y el pasado se olvidó del presente. Al final sólo se trata de vivir lo que nos va tocando decidir... y las promesas de amor.... ejem... las promesas dejémoslas que sigan en nuestro rincón de los sueños, esperando que sean despertadas con el beso apropiado.
Hace un tiempo como paseo de amigos se nos ocurrió ir al circo, al gran circo internacional Golden Circus, mientras se presentaban artistas de diversas partes del mundo, nosotros quedábamos impresionados de lo poco magnífico del circo. En medio de la función mi amiga le pregunta a una de las vendedoras de todas las pichiruchas con que los niños se emboban (ya sea globos, cabritas, los collares luminosos y otros juguetes)... bueno lo que le pregunta de que países vienen y la niña decía que todos eran de Chile (que se cambiaban los nombres a cada rato)... bueno... cuento corto esa es historia vieja de todos los circos, en que el señor Corales, es el que vende las entradas, es el domador, el payaso, el músico y el que vende los juguetes...
Pero hay un circo fantástico, antiguo eso si, con el que si quedé muy marcado cuando chico... el circo del doctor Lao... una de las historias viejas que daban en algunas ocasiones en las películas de la tarde en la televisión de los años ochenta. En realidad la película era "Las siete caras del doctor Lao". Yo quedaba impresionado con esos efectos especiales... bueno hace unos días me la compré en DVD y la ví de nuevo... y tuve la misma sensación que tengo cuando miro Los Magníficos (A-team) !Cómo me pudo gustar esta película!. En un principio vi los efectos... y me reí a mi mismo con la serpiente parecida a la de los Muppets show, o el dragón o los efectos de los fuegos de artificio. Pero al final sentí que las siete caras del doctor Lao, era una película honesta, no tenía mayores pretensiones que ser una historia mágica, con los sueños y esperanzas de un pueblo perdido en el oeste estadounidense del siglo XIX, El doctor Lao como buen circense había montado su humilde cine en una aldea próxima a desaparecer por la extraña "benevolencia" de un empresario que quería comprar el pueblo... una especie de Carlos Slim del oeste, que poco a poco acaparaba ciudades. En un pueblo sin mayores pretensiones que la lucha entre un periodista y el empresario, el chino de más de mil años venía a dar respuestas al pueblo. Transformarse en distintos personajes es algo que nos ocurre muy seguido, por más que tratemos de ser auténticos, no nos comportamos igual con toda la gente... eso es claro y creo que no se debe condenar... lo que no hay que tolerar es quienes en sus siete caras transforman (o mejor dicho transan) sus principios según la ocasión. Nos toca ver a muchos chupamedias en los trabajos, universidades, colegios, iglesias, hasta en la política que viven alrededor de los perros grandes, tratando de lograr las simpatías y preferencias. Son aborrecibles sus caras son como puñales y se transforman en serpientes que se arrastran y desean estar a la altura de las circuntancias que les toca vivir, esas caras son las peores; están los que te saludan con la sonrisa de pasta de dientes que mientras con sus blancos incisivos esconden las maldiciones. Así hay muchos que poseen más rostros que el propio Doctor Lao. El doctor se convierte en la voz que todos quieren escuchar, pero que nadie se atreve a oir. Es Apolonio de Tiana y desde ahí dice el futuro predecible ese camino que conocemos, el destino es el futuro convertido en pasado. Por otro lado la serpiente (estilo Mazapán) es la conciencia del terrateniente; el fauno que se transforma en ese deseo escondido de Angela (Barbara Eden... mi bella genio), el propio Merlin, la Medusa, el mismísimo Doctor Lao que va llenando el circo interior. El Golden Circus aparte de las mil caras, no tenía mucho del Doctor Lao... pero la humilde magia de ambos circos, basta para asombrarse... en un tiempo en que prácticamente todo parece ser lo que no es, cuando entre tantas caras de las personas no se reconoce el verdadero rostro, lo soñado es parte de lo que nos lee la verdad, despierta los sueños y convierte en piedra los dolores. El circo del Doctor Lao es ese espacio de magia que moldea la esperanza de que todo puede ser posible.
Por esto del blog… siempre creen que uno es cinéfilo, o peor aún que se ha visto todas las películas. Sería un sueño poder ver todo lo que se ha hecho… pero cada vez es algo más imposible… en mi casa tengo un montón de películas que aún no puedo ver… pero dentro de esos pecados “El joven manos de tijeras” era una película que nunca había visto completa… Siempre que contaba que no había visto esa película, me respondían con un “¡Aaaah!, pero como”… bueno este fin de semana por fin la vi (era una de las que me faltaba de Tim Burton, para ponerme al día).
No pude dejar de pensar en todo momento en que miraba el universo de Burton, la magia de esa realidad fantástica de oscuridad y color pastel que hay en la historia… entre la típica vida que se caricaturiza en el suburbio americano, altanero y preocupado de lo que el vecino tiene y hace; surge una de las historias más hermosas que él ha contado… en una conversación hace días se hablaba de la situación ridícula de algunos suburbios de Santiago. Como La Dehesa en que muchos de sus residentes están prácticamente todo el tiempo compitiendo en quien tiene el mejor auto, la mejor fachada, el mejor jardín y despreciando por completo a los rotos o New rich que llegan desde otro lugar… peor es el caso de sectores como Huechuraba, Chicureo o Ciudad de Los Valles en que los residentes piden que se saquen recorridos de Transantiago para que no les baje el perfil “exclusivo” de sus casas, al final todos me decían como en El joven Manos de tijeras (otra razón para ver la historia). En el suburbio del cuento pasa algo parecido, la vendedora de productos AVON pasa de casa en casa vendiendo los productos de la transnacional... desde ahí llega al castillo donde el vive Eduardo. No voy a contar toda la historia porque me imagino que la han visto más veces que yo... pero entre todas las maravillas de esta historia mágica, no puedo dejar de admirar el talento de Eduardo... que es el talento de quienes padecen un impedimento que los transforma, según algunos en discapacitados... y que desde su diferencia lo que los discapacita se transforma en virtud; basta recordar las miles de historias de superación que aparecen en las Teletones de personas que sin manos o pies salen adelante. En el caso de Eduardo (¡que siendo puristas no me imagino como lo hicieron con tijeras en vez de manos!) transforma su sensibilidad en belleza a través de lo que poda, esa es su mejor forma de acariciar. Por otro lado, el amor es una limitación más, y lo es para Kim, (cuando Winona Ryder no era cleptómana aún). No es fácil enamorarse de alguien que es diferente al común de las personas, la verdad nadie sueña a su amada o amado, sin una pierna, ciego o con otra deficiencia... sólo le queda a muchos como Eduardo, vivir en la soledad acompañada, asumirse o esconderse en el propio castillo, podar los rincones y soñar con la ilusión del amor, creando figuras de hielo que el tiempo derrite haciendo desaparecer... y dejar que los años pasen mirando como la nieve cae soñando en el beso imposible y en el abrazo sin heridas. ¿podremos superar esas limitaciones?.
Haciendo una mini encuesta... descubrí que se nos olvidó rápido Tsotsi... bueno debe ser porque prácticamente no la vimos en ninguna parte, lo más probables es que haya estado una semana en cartelera en alguna sala, o simplemente nuestra lejanía del mundo y el buen ojo de nuestros distribuidores entendieron premonitoriamente de qu no veríamos esa historia. Ya han pasado muchos meses y en Chile prácticamente no han llegado las otras tres películas extranjeras... (después no se quejen de la piratería).
La historia que ganó el Oscar 2005 como mejor película no inglesa tenía bandera sudafricana, ese año le ganó a Paradise Now entre otras. Según los malpensados por la moralina ganó esta historia. ¿dejémoslo en la duda?
La historia de Sudáfrica es fresca, cuando niño siempre escuche dos cosas de dicho país "Fin al Apartheid" y "Free Nelson Mandela" para nosotros (los chilenos) el proceso sudafricano fue significativo porque se vivió en los mismos días en que Chile volvía a la democracia, las buenas noticias (cosa poco común en los diarios) se repartían entre ambas historias. Hoy casi quince años después de esos días, parece que los sueños de alegría siguen esperando, en el caso de Sudáfrica la segregación Racial pasó a convertirse en segregación social, eso es lo que vive Tsotsi y su pandilla, un grupo que ataca la frágil sociedad que desea surgir. Nunca me he olvidado de la noticia de la bebé que cayó en un zoológico a la jaula de una gorila, esta inmediatamente la vio la empezó a cuidar, parece que hay ciertos códigos que nos transforman... y algo tan pequeñito como una nueva vida, nos transforma a varios. El robo de un auto y el disparo a una mujer, hacen que Tsotsi salga despavorido en el auto robado, hasta que en un momento un llanto lactante lo deja pasmado, ese es el gatillo para volver al pasado, para recuperar el nombre, para seguir viviendo, en otras palabras para saber que la redención existe. África tiene redención, a veces parece importarnos tan poco que se sigan matando en guerras civiles, que el SIDA siga exterminando, que las empresas farmacéuticas sigan experimentando como lo hacía el doctor Mengele, con poblaciones completas. Pero pese a ello y a las nefastas políticas de esterilización, la vida es esperanza... no es ese pensamiento Malthusiano que compara cada nacimiento geométrico con el alimento aritmético, se le olvidó a Malthus y a la ONU que cada vida además de boca trae manos y cerebro, por cada vida que nace hay una nueva oportunidad de redimirnos, de perdonar todo el daño que se le hizo a un continente por la codicia y ese falsa idea de superioridad. Así como Tsotsi hay esperanzas para todos los demás.
Hay veces en que la palabra patria, es aborrecible… en nombre de ella alguna vez la Alemania Nazi cometió sus atrocidades, por Chile un treinta de septiembre de 1989 una arquero se hizo un corte en la cara para engañar al mundo. Por la patria se ha torturado y miles de veces se ha asesinado.
Discusiones de qué es la patria, he tenido muchas... al final en mi caso, es una palabra normal... ¿importante?... sí... pero no sagrada. La patria es algo que no ha sido completamente definido, es más que el territorio, es más que las personas, más que la cultura y más que el ejército. No creo que nadie defiende más a la patria que otros... siento que todos hacen patria... Pinochet murió orgulloso de haber hecho lo que creyó bueno por la patria, Osvaldo Romo torturó por la patria. Así que siendo franco le temo al significado de la palabra patria. Poco le gustó a Francia que Stanley Kubrick hiciese otra historia polémica; esta vez en la Guerra de trincheras en la primera Guerra Mundial... cuando Europa vivía una de sus épocas de más egocentrismo (no es que ahora no lo tenga... pero en esa época costó millones de vidas). Las Guerras son los peores momentos para la racionalidad, son capaces de justificar que un pueblo extermine a otro o que un avión B-29 abrá una escotilla con una bomba y mate a noventa mil personas en un segundo. La guerra de trincheras fue el momento en que los egos se equilibraron. Los surcos paralelos se extendieron... hasta que todo se estancó. En medio de este letargo el alto mando francés decide en una acción de patriotismo atacar para conquistar un cerro, completamente ocupado por el frente alemán. Se supone que la valentía es uno de los requisitos para ser soldados, al parecer este es un valor que es inversamente proporcional al grado que estos tienen. Es fácil para los generales planificar la guerra desde sus escritorios, con los mapas y maquetas decidirr que se va a hacer... muy distinto es estar en combate... esa no es novedad. Pero eso de los altos mandos no sólo corre para las fuerzas armadas, todos sabemos que mientras más sacrificio menos se paga a quienes lo hacen. Lo vemos en los que diseñan los grandes proyectos políticos, muchas veces son personas que jamás han trabajado fuera de la burbuja teórica. En el caso de la educación muchos de los que diseñan las políticas, jamás han hecho clases en una escuela (¡y dan cátedras en universidades!)... Que fácil es tener la calculadora y enumerar muertos, otra cosas es verlos morir. Por supuesto, que la ofensiva francesa fracasa, pero el general tras esta ofensa a la patria, decide que se ejecuten al menos tres hombres de su propio ejército, a modo de ejemplo para el resto de las tropas, desde ese momento viene un juicio a lo que es realmente la guerra, mientras los altos mandos bailaban en fiestas, los soldados entre el barro y la sangre, defendían la historia. La película de Kubrick, por supuesto fue censurada en el país de la "libertad, igualdad y fraternidad", no era pertinente mostrar la difamación del país... (como luego volvería a pasar con La Batalla de Argel). Era intolerable ver como se ofendía a la patria libremente. Senderos de Gloria es una de las tantas historias de la estupidez humana, en que la muerte es algo tan despreciable como vivir, en que el capricho puede más que la razón, en que ser valiente es sinónimo de ser idiota, en que amar a la patria es la maldita razón para destruir los sueños.
Estamos llenos de decisiones todo el día, a cada rato en cada segundo desde lo que queremos pensar en adelante… siempre recuerdo esa imagen entre el reflejo de los lentes polarizados de Morpheus mostrando la pastilla roja y la azul… había que elegir entre una destino u otro sólo por tomar cualquiera de esas càpsulas…
Al final uno tiene que estar tomando pastillas del destino por cada cosa que hace… sólo el olfato es el que nos guía por las decisiones… la gran ventaja para algunos es que disponen de una serie oportunidades para tomar sus decisiones y otros el destino es algo que empuja por una trinchera en la que asomar la cabeza es un peligro. Caluga o menta es la película que abre el ciclo del maldito cine marginal… ese cine que muchos latinoamericanos detestan… como vamos a hacer que vengan turistas a nuestros países si estamos mostrando la violencia, la droga y la muerte de nuestros pobres. Creo que la mejor frase que refleja el cine chileno marginal la dijo mi mamá en un lenguaje poco coloquial “A mi me cargan las películas chilenas porque los huevones echan puras chuchadas”. La sensación de ese cine es como vivir frente a un espejo y no saberlo hasta tocarlo y verse a uno mismo (como diría Silvio Rodríguez) Para uno que vive en el sur de la ciudad, sabe que la gran parte de Santiago no es tan bella como las postales. La pobreza y la marginalidad es algo que realmente nos avergüenza y lo escondemos como cuando se deja la basura bajo la alfombra. Hay reacciones tan patéticas como en la comuna de Lo Barnechea que se colocó un muro que separa a los pobres de los que tienen mejor situación. Así pasa con nuestro cine… La delincuencia es algo lejano… del otro lado del muro, en algún momento este tema casi decide una elección presidencial… pero el Niki no tenía más opciones que caluga o menta… en un país que no ofrecía más esperanza que la de esperar la muerte sentado en un neumático. ¿Qué más se puede soñar cuando la vida no da nada?, ese es el país que no queremos pero que exista. Parece ser que esperanza es un sinónimo de juventud, yo estoy lleno de sueños y los que me rodean... pero en que momento los marginados dejaron de ser niños y se convirtieron en seres sin sueños, con la cara llena del sudor , cuando se convierten en ciudadanos despreciados, segregados y estigmatizados ¿será cuando nacen? Pero lo marginal es nuestro problema... es lo que creamos y crean los que estigmatizan, los que rechazan. Caluga o Menta tiene esa sensación de rascarnos el lomo con la escopeta, esas espinas en la conciencia. Después nos horrorizamos con la violencia de las poblaciones marginales. El mega gana puntos de rating mostrando las pandillas, los académicos viajan por el mundo y se ganan proyectos de investigación hablando de los marginados. Mientras los jovenes siguen ahí sentados entre los escombros de los sueños, entre el las mínimas instancias de lucidez y las alucinaciones constantes de la pasta base y el neoprén, vivir se parece a un castigo. Que hacemos con Caluga o menta... la seguimos escondiendo... como si fuese o una película... ¿o abrimos los ojos para buscarla en nuestras ciudades? Acordémonos de los locos antes de que se vuelvan más locos.
De que el continente americano es rico, creo que no hay discusión. Muchos países han tenido su minuto de fama en que sus recursos naturales enriquecieron las arcas, lo supo Potosí con sus minas de plata, Argentina con sus cueros, Chile con el salitre y así se puede seguir mencionando a cada país. Pero uno de los mundos más sorprendentes que se crearon fue el de las ciudades de la Amazonía sobre todo Manaos, Belém do Pará e Iquitos. Las ciudades del caucho… las lagrimas milagrosas de lo árboles que enriquecieron a Brasil y a los países amazónicos, transformó a ese hermético mundo de los grandes árboles, de los ríos gigantes, de los animales salvajes y de los aborígenes desconocidos en la oportunidad. Parece extraño que por Goodyear y su trabajo en Vulcanización del caucho,el lugar más agreste del planeta a principios del siglo XX, comenzará a vivir el Ciclo da borracha, más conocida como la fiebre del caucho.
Werner Herzog comienza su historia desde el mítico día en que Enrico Caruso cantó en el teatro de Manaos... parecen dos mundos distintos el que el celebre tenor cruzara el Amazonas para sellar la prosperidad de una época que ahora parece cercana al Macondo de García Marquez.
Ese momento histórico es el motivo de Fitzcarraldo… ese personaje que había emigrado hasta Perú, motivado por su tenacidad de hacer algo grande para Iquitos. Sus sueños eran simples, sólo quería transportar la grandeza de Manaos a la Amazonía peruana. Ver a Klaus Kinski en los ríos de Sudamérica se me ha hecho una imagen habitual, desde Aguirre a Fitzcarraldo... la fuerza en la mirada, y porque no decirlo, su propia locura convierten a este actor alemán en la propia película. Los que se obstinan en hacer sus sueños realidad son sonámbulos, son peligrosos y no se les puede despertar. La locura de Fitzcarraldo parece cuerda cuando comienza a subir río arriba en una selva habitada por los jíbaros. La opera es el sonido que lo transporta contra la corriente... hacia la incomprensión de la tripulación. Pero en esta historia hay un punto de inflexión que transforma la película Fitzcarraldo de película interesante a algo que está por sobre todas las dimensiones del cine. Cometeré el pecado de contarles que cuando ha pasado gran parte de la historia... y con ayuda de los aborígenes, la tenacidad de Fitzcarraldo desea transportar el barco por sobre una montaña a pulso. Ese es Werner Herzog, tan obstinado como Fitzcarraldo que transforma el paisaje para lograr la hazaña... el corazón se hincha al ver semejante acción, de ver como el esfuerzo conjunto pese a lo agreste de la selva... un barco se avanza por la montaña en busca del río paralelo, sin efectos especiales, sin maquetas, sin efectos de computador... sólo el temple de un director y un actor con caracteres completamente opuestos... y en constante disputa.
¿Qué hubiese sido de esta historia sin el odio mutuo entre Herzog y Kinski?. Parece que así como necesitamos del amor, el odio también es un sentimiento noble. No solo por lo que el bolero canta, si no porque el odiar tiene pizcas de dolor, gotas de amor y deseos de muerte. Los egos mutuos no cabían dentro del Amazonas... y como ya es casi un clásico las peleas entre actor y director eran insostenibles (aunque cuentan que también fue un truco publicitario).
Los sueños de gloria de Fitzcarraldo se fueron disolviendo a medida que el caucho comenzó a obtenerse desde otros lugares como el sudeste asiático y nuevas ciudades empezaron a decaer, el caucho perdió exclusividad y como el hilo se corta por lo más fino, los seringueiros, que habían emigrado principalmente del nordeste de Brasil, se llevaban la parte más dura en un régimen de semiesclavitud, las ciudades se han llenado de los fantasmas de los días de gloria del caucho. De la historia del barco Fitzcarraldo que navegó por la montaña, de la voz de Caruso en medio de la selva, de Goodyeaer y las empresas. Los árboles parecen cubrir el pasado, ya no quedan huellas de esos sueños, aunque el caucho continúa explotándose en Manaos e Iquitos, aunque el petróleo es uno de los elementos más importantes de los ríos. Herzog nos regaló la historia de Fitzcarraldo y con ella removió las hojas como si tuviese una hoz, para recuperar ese pasado glorioso en que los arboles lloraron otra de las tantas riquezas de la selva.