De vez en cuando la vida
toma conmigo café y está tan bonita que
da gusto verla. Se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena. De vez en cuando la vida
se nos brinda en cueros y nos regala un sueño
tan escurridizo que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo. De vez en cuando la vida
afina con el pincel: se nos eriza la piel
y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla. Joan Manuel Serrat
Hola ¿cómo estás?... bien, digo yo en forma instinstiva, pero la verdad ¿qué es estar bien?, o ¿estar mal?, son los formalismos que la vida entrega que desconcertan, ahora que miro como los fuegos artificiales salen con intensidad desde algún lugar de Santiago, con estruendos inmensos, y luces que iluminan la ciudad llenandola de color e ilusión, vuelan por lo alto y en algún momento se desvanecen y en el aire queda un olor a lo vivido.
¿Qué fue lo que pasó entre la generación de nuestros abuelos y la de nuestros padres que hizo que todo cambiara?, ver que la muerte estaba a un paso, que los estados han sido más asesinos que las personas. Que lo que por siglos creimos como real ahora se coloca en duda, por lo sobrenatural y peor aún, ahora que estamos más conectados con el mundo vivimos la tremenda soledad de nuestra propia creación, al mismo tiempo envidiamos a los que creen y tienen las convicciones de que después de la muerte hay otra vida y se quedan en una paz interior contentos porque sus seres más amados ahora estan en otro lugar mucho mejor. La vida nos da lecciones en cada momento, cuando veo a los niños aprender y ser màs, me emociono cuando comienzan a caminar, cuando nos reconocen, cuando comienzan a leer, cuando se enamoran al mismo tiempo al mirar las fotos los recuerdos y los lugares. Ver a mis padres, llegar a mi casa y encontrar mi habitación vacía como si me hubiese ido ayer, abrazarlos y agradecer de que aún estamos todos es algo que me llena siempre.
En cada momento me voy convenciendo de que la vida más que un regalo es una misión y ahora al cruzar mi mirada con la "La mejor juventud" sentí la necesidad de poner en pausa todo lo que tengo para dedicar 6 horas de mi vida, para mirar el espejo de las vidas jóvenes de los hermanos Matteo (Alessio Boni) y Nicola Caratti (Luigi Lo Cascio) que se encuentran terminando sus estudios de medicina y letras con la única preocupación de salir por primera vez con sus amigos. En la misma época Matteo decide ayudar a Giorgia (Jasmine Trinca), una joven que se encuentra en el hospital siquiátrico de Roma a recuperar el mundo que las celdas del sanatorio le han quitado. Simplemente caminar y conversar con ella, cosa que no es tan simple como uno se imagina, el mundo interior de Giorgia está lleno de miedos y del hermetismo que no se puede explicar, Matteo entre las lecturas, las poesías y la fotografía descubre en el revelado que la joven tiene marcas de electroshock en las sienes. Matteo al consultar a Nicola de los peligros que puede tener el tratamiento, decide sacarla escondido del hospital... ¿pero que se puede hacer con una fugada de un manicomio?... El viaje de los amigos se arruina porque los hermanos Caratti prefieren devolver a Giorgia a su familia. No se imaginarán los tres que ese simple viaje será el más importante de sus vidas.
El amor cuando está presente se disfruta tanto, y no me refiero sólo al amor "enamorado", si no al fraternal a esa sensación de sin nombre del "que rico es estar contigo" que es lo que más se da en ese pequeño viaje en búsqueda de la familia de Giorgia... pero es su propio padre el que la había enviado al sanatorio, es mejor dejar "el problema" a manos de otros y seguir la vida como si ella no existiera. ¿qué se puede hacer ahora?, pensaban los hermanos hasta que en un momento de confusión Giorgia es detenida por la policía... y ellos pasmados (porque en palabras simples eran secuestradores) prefieren quedar en silencio... bueno... ya no está Giorgia, así que mejor proseguir el viaje con los amigos por el resto de Europa piensan, pero mientras ambos hermanos están en la estación un tren a Roma pasa y Matteo decide partir. Como si el fin de una vida se quedaba en la estación de trenes y el camino preparaba otro viaje. En la incomprensión Nicola decide llegar hasta Noruega el otro extremo de Europa para seguir con lo que se había propuesto.
Nadie sabe que pasa por la cabeza de Mateo, no le era fácil enamorarse, una soledad inmensa o una depresión endógena inunda los momentos, en algunos momentos tiene decisiones apresuradas pero definitorias que le hacen cambir de rumbos constantes. En una de esas se le ocurre deseximirse del Servicio Militar, el pelo largo desaparece y comienza primero a ser militar y luego policía. Mientras Nicola de regreso a Italia conoce a Giulia (Sonia Bergamasco) ambos se marchan a Turín, donde la rebeldía estudiantil se ha convertido en el motor de la lucha por la igual de los años sesenta. En medio de las revueltas Nicola se entera que será padre y que la vida nuevamente comienza a tomar una nueva etapa. Nicola por su parte ahora es un policía de fuerzas especiales que se dedica a detener las protestas estudiantiles, con los métodos que acá en Santiago conocemos bastante bien. Los mismos hermanos que viajaban juntos en la motocicleta ahora después de Giorgia están en frentes distintos, pero nunca odiándose, a veces no hay mucha comprensión pero una palabra italiana tan linda como "Fratello" no se destruye con ideologías ni guerrillas.
La vida se irá encargando de dar un y otro giro en historia de seis horas, de las cuale no he contado ni una hora y media de cosas que me han hecho abrazar, y sentir que los días están poblados de lo mejor de nosotros, de lo que queremos entregar, lo que soñamos y que, por otro lado, esas pesadillas y palabras que guardamos, o esas cosas que malinterpretamos nos hacen gastar el poco tiempo que tenemos juntos en perder momentos lindos que harían que ese pequeño aliento que tenemos en medio del universo ha sido nuestra luz que vuela por los aires, como esos fuegos artificiales que despiden cada año iluminando la noche, con flores de fuego, con brillos que se expanden y con ilusiones que brillan en los ojos. Así es nuestro paso, así deberíamos esperar menos y amar más, tocarnos y tratar de que de alguna vez por todas tratemos de estar todos mejor...
Saludos a todos.
Con La mejor juventud comienzo el "especial" de éste mes... que de especial no tiene nada, solo trata de poner al día todos las otras dedicaciones que hice antes y que han tenido películas rezagadas por tiempo, porque no vi, o porque no existían... así que pasaran películas de Truffaut, de Bergman, Kitano, de Woody Allen o películas europeas, africanas, indias, iraníes y latinoamericanas que se quedaron rezagadas en meses anteriorer... muchas gracias por sus visitas y acá seguiremos.
¿Qué fue lo que pasó entre la generación de nuestros abuelos y la de nuestros padres que hizo que todo cambiara?, ver que la muerte estaba a un paso, que los estados han sido más asesinos que las personas. Que lo que por siglos creimos como real ahora se coloca en duda, por lo sobrenatural y peor aún, ahora que estamos más conectados con el mundo vivimos la tremenda soledad de nuestra propia creación, al mismo tiempo envidiamos a los que creen y tienen las convicciones de que después de la muerte hay otra vida y se quedan en una paz interior contentos porque sus seres más amados ahora estan en otro lugar mucho mejor. La vida nos da lecciones en cada momento, cuando veo a los niños aprender y ser màs, me emociono cuando comienzan a caminar, cuando nos reconocen, cuando comienzan a leer, cuando se enamoran al mismo tiempo al mirar las fotos los recuerdos y los lugares. Ver a mis padres, llegar a mi casa y encontrar mi habitación vacía como si me hubiese ido ayer, abrazarlos y agradecer de que aún estamos todos es algo que me llena siempre.
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