sábado, 10 de diciembre de 2011

EL MERCADER DE LAS CUATRO ESTACIONES


Hay familias en las que cuando presentan a los hijos o nietos lo hacen anteponiendo sus profesiones, así como si fueran títulos nobiliarios les dicen "mi hijo el abogado, el ingeniero, etc", llenos de orgullo de que alguna vez lanzaran el birrete al cielo, por ser titulados de alguna cosa... siendo que en Chile cualquier persona puede ser profesional con un poco de dinero en una mala universidad. Es parte del clasismo que lleva la idiosincracia que cree que da más estatus afirmar que los hijos son mejores porque son lo que estudiaron. Peor aún algunos hablan de los que no son profesionales literalmente como "nada", me tocó ver incluso a un conocido decir que su novia no es nada, porque trabaja de secretaria, como si decir nada es mejor que los prejuicios que otros puedan tener de lo que no eres.
Por so me molesta esos títulos profesionales que algunos quieran ser nombrados como doctores o licenciados fuera del trabajo, tengo un vecino que le gusta que le digan doctor en el edificio y la persona que le hace el aseo lo llama de esa forma en todo momento.

Al regresar de la Legión extranjera Hans Epp (Hans Hirschmüller) es recibido por su madre (Gusti Kreissl) con poco cariño, sólo los cobardes regresan. Así es la pasada de Hans por el planeta estará poblada de humillaciones de una familia que aparenta más. Desde que es expulsado de la policía por dejarse hacer una felación con una prostituta, el mundo se le hace más dificil por lo que se comienza a dedicar a ser vendedor ambulante junto a su espoas Irmgard  (Irm Hermann) gritando por las calles ofreciendo peras en las calles de Munich... en una de esas calles es donde Hans se reencuentra con su gran amor (Ingrid Caven) en una insinuación completa ella le pide que suba a dejarle las peras, la tentación y la frustración se unen para ambos.


Se supone que todos estamos en la vida para algo, más importante que lo que somos es lo que hacemos dicen algunos. A Hans todos le resfriegan en la cara que es un don nadie, desde su esposa que lo fastidia el día completo hasta su familia que lo menosprecia. Se puede trascender en un ambiente hostil, en que hasta el verdadero amor fue cercenado por ser rechazado como vendedor ambulante... ¿cual es la barrera de lo que llaman emprededor y un vendedor cualquiera?, ¿hay trabajos más dignos que otros?, ¿hay personas que valen más?... todos diremos que no probablemente, pero creo que igual discriminamos de algún modo, a los que piensan distinto, a los que tienen menos o a los que tienen más. Es cierto que no somos todos iguales, pero al menos podríamos ser más equitativos. En el caso de Hans todos se han dedicado a hacer de su vida un fracaso constante, entre el menosprecio y la soberbia se han manejado siempre llevandolo por los caminos más desesperanzadores que millones de personas tienen en su paso por la vida. Fassbinder con su simpleza muestra como el mundo se vuelve nuevamente injusto en pos de la nueva "nobleza" de los que porque tienen un poco más creen que tienen más derechos.
Saludos a todos.





Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Der Händler der vier Jahreszeiten en Wikipedia
4.- El mercader de las cuatro estacion por Rafamorata
5.-Escenas

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