miércoles, 19 de enero de 2011

ZATOICHI

Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca exploro con el báculo indeciso, yo, que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.
Borges (Poema de los Dones)

No puedo dejar de ver a los ciegos y ese mundo extraño en que los colores son palabras extrañas, en que los sueños son voces, en ese mundo sin estrellas, sin días y sin noches... es mundo al que no deseo pertenecer, pero para algunos se vuelve inevitable y triste. Pero pese a ello surge la inmensidad de Borges, en las tragedias de Homero, los colores de Monet y los sonidos de Wonder, Feliciano y Ray Charles... me demuestran que entre esa sombra que invade que Borges comenta en su discurso de la ceguera, hacen sorprender a los que (hasta ahora) tenemos los sentidos en equilibrio.

Zatoichi (Beat Takeshi) parece ser un masajista ciego o tal vez es un samurai oculto. Mientras vaga por las calles del Japón restaurado del siglo XIX entre la anarquía y la aparición de los primeros grupos yakuza, la katana comienza a dirigirse por el sonido del viento. Los colores en el ciego se convierten en esos sonidos más finos, en olores y en sensaciones que saben donde pisar y donde estar... en ese mundo se mueve el samurai oculto. Mientras el clan de Ogi (Saburo Ishikura), dueño del burdel del pueblo comienzan a elevar los impuestos y aumentar la injusticia entre los más desposeidos con la mano fuerte de Ginzo (Ittoku Kishibe) en ese panorama por cosas del destino Ichi, como se hace llamar Zatoichi, llega hasta la casa de Oume (Michiyo Ookusu)

A su vez Hattori (Tadanobu Asano), un ronin que anda vagando con su esposa enferma comienza a trabajar para Ginzo aumentando el poder de muerte de la banda y en otro lugar de la ciudad dos geishas O-Kinu (Yuko Daike) y O-Sei (Daigoro Tachibana) disfrazan su pasado y su sexualidad en la búsqueda del tatuaje de "Kuchinawa" los asesinos de sus padres... ambas geishas se reunen por el azar con Ichi en casa de Oume y desde ahí desestabilizan al clan que domina. Mientras el sobrino de Oume, Shinkichi (Gadarukanaru Taka) por su afición a los dados también logra meterse en problemas.

El mundo de Kitano se refleja en ese dominio del tiempo que juega entre lo importante y la sorpresa, con grandes peleas de sables que duran segundos, con el humor y con cuota de sincronía de música y coreografía (estilo Stomp) que hacen de la historia del samurai ciego una nueva vuelta de tuerca en el estilo de autor. El ciego que ve el sonido de la hoja que corta al enemigo, es el que aumenta el campo visual que la katana permite... Pareciera ser que para él estar ciego es casi un estilo de vida... y como dice el gran escritor argentino la ceguera "no es una total desdicha sino que debe ser una ocasión para que el hombre se muestre fuerte que debe ser un instrumento más entre los muchos tan extraños que pone la providencia en nuestras manos"

Saludos a todos.


1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Zatoichi en Wikipedia
4.- Trailer

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