Ay, París
cuanto rostro fingiendo la paz
disfrazados de un gesto feliz
que no es más que un barniz
un grotesco antifaz ocultando a París*
De diez palabras que a dario digo una es París, es que esos días de diciembre y enero han quedado marcados como fragua en mi ser. Creo que nadie puede morir sin conocer esa ciudad tan llena de luz. Mi dosis de París la tuve el año pasado y este comienzo de año. Los ojos brillan con tanta belleza y quedan impregnados de una mirada perdida que en algunos días de junio se transportó hacia mi propia terraza. Cuando unos hermosos ojos claros se posaban cada mañana en el sol que salía por mi Cordillera de Los Andes. Cada día fue distinto mientras ella se quedó en mi departamento santiaguino. Fue la luz de París, o mejor dicho de Meudon que se posó en la luz santiaguina. Uno trata de ser lo más cordial cuando llegan visitas extranjeras... y a la vez redescubre lo que tiene al hablar de su país. En mi caso descubrí que había en la historia de Chile cosas que contenían a la capital francesa. Desde la explosión folclórica del siglo XX a la diaspora del exilio... asi de a poco aparecía el Quartier Latin, o Colombes, y la fiesta de L'Humanite. Salían pasados y presentes de un país sudamericano herido por el pasado que trata de recuperarse.
Sin duda serán días inolvidables estos días en que al mes de junio le salieron brazos que acariciaban y se deslizaban acompañando lágrimas y miedos mutuos.
En medio del frio y la lluvia dominical un día partimos a un cine del Parque Arauco, parecía ironía pero para una parisina venir a Santiago a ver una película de París de Klapisch era algo diferente... ver a tu ciudad en un lugar tan lejano tiene otro sabor... un poco melancólico y ansioso. Después de noches mirando "Machuca" y la mítica "Batalla de Chile" como para contar lo que Chile vivió en los turbulentos años setenta... era buena una dosis de París, para ambos.
Mientras las calles salen en las primeras escenas mi corazón empieza a latir con más fuerza, confirmando una vez más que lo que decía como un papagayo una y otra vez es cierto "París es una ciudad hermosa" y en la sonrisa de Elise (Julliete Binoche) los edificios se ven más hermosos... los niños en el "muniverso" entre el Panteón y los jardines de Louxembourg felices de vivir. Mientras un joven (Romain Duris) baila en un cabaret, una hermosa joven (Mélanie Laurent) camina hablando por su celular camino a su clase, un profesor universitario (Fabrice Luchini) graba un programa sobre la ciudad y su hermano (François Cluzet)dirige la construcción de nuevos edificios y trabajadores del mercado se mueven constantemente (Albert Dupontel, Zinedine Soualem, Julie Ferrier...entreo otros), la vida cotidiana se pasea por desconocidos entre las baguettes de la boulangerie y el conjunto de soledades que mueven todas las ciudades en busca de nuevos sueños.
París es la mejor excusa para enamorarse una y otra vez de la vida, mientras las noticias no son alentadoras para Pierre el bailarín su corazón no puede funcionar bien y la muerte se le acerca, con eso empieza a abrir las ventanas para ver en un extremo la centenaria Torre Eiffel y al otro extremo la Montparnasse ; y recibir la brisa acariciando su tristeza desde el último piso desde el que se ven los ojos hermosos de Laetitia recibiendo hermosos mensajes de amor de un desconocido por celular... en fin las calles que parten desde rotondas a lugares infinitos son el escenario de la construcción de una conformidad que hace que los días pasen de lo cotidiano a lo extraordinario. Mientras que de tanto saludar a la señora que compra el pescado las cosas se ven más hermosas, un profesor se enamora perdidamente de una alumna y un constructor en que todo le resulta perfecto se preocupa del porqué parece su vida más perfecta.
Pero las ciudades se proyectan más lejos de lo que ellas mismas creen, desde Camerún los sueños de llegar a una ciudad europeos se convierte en una dificil aventura en una lancha oscura que en alguna playa se posaran para vivir dentro de las postales de sueños. En fin las ciudades se van conformando de una serie de lugares y momentos que nos relacionan desde distintas perspectivas hacia el mismo centro común... en el centro de todo están esos labios que sellan el beso cálido, como una meta en común el amor a la vida se vuelve lágrimas, y todos en el fondo disfrazados de gestos, vamos armando en calles e historias esa mole hermosa que es vivir.
Los ojos inolvidables de esos días lindos de París, estuvieron de regreso iluminando los días fríos de Santiago, entre los miedos a la soledad definitiva, la espuma que le daba mordiscos al mar en Isla Negra mientras la tumba de Neruda descansaba entre los pinos del barco en tierra, mientras la Cordillera de Los Andes nos despertaba como el referente de Santiago, mientras las copas de vino y el cigarro en el frío se convertía en palabras llenas de honestidad, el compartir soledades momentaneas hizo de esas dos semanas en algo dificil de olvidar.
Hoy el sol sigue saliendo por la Cordillera buscando si es que te encuentras, el mar de Isla Negra se esparce entre las rocas, las noches de Lastarria siguen sonando y Santiago sigue buscando esas pisadas que hacían entrevistas de otras realidades... mientras en París las vidas que Klapisch retrataba siguen moldeando los sueños.
Sigamos felices entonces de vivir entre cordilleras y ciudades luminosas que le dejan repitiendo incesantemente esas dos silabas llenas de sueños.
Bonus Tracks
1.- París en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer 1
5.- Trailer 2
6.- Seize The day por Wax Tailor
Seize the Day - Wax Tailor
* de Eduardo Peralta "Ay, París"
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