jueves, 24 de julio de 2008

LA STRADA

Hace un tiempo, mientras estaba en el cine con una amiga, ella me decía como la mirada de un robot como Wall-e podía causar tanta ternura… esa afirmación me quedó dando vueltas por meses. Es que algo hay en algunos rostros que no dejan de conmover, como las escenas del cine imborrables que se parecen a esos lindos momentos de nuestro pasado que se atesoran como ventanas de nuestro interior. La verdad no se que es lo que tiene eso, por lo mismo si hubiese que colocar un nombre a ese sentimiento me digo quedando con el de saudade que los portugueses supieron nombrar.

Para mi, en Giulietta Masina corre saudade por sus venas, sólo una mirada suya es tan envolvente que me conmueve, una pequeña mueca que brota como una sonrisa, me provoca una ternura dulce que desearía abrazar. Siempre la recuerdo en Giullietta de los espíritus, pero en La Strada se convierte en una estrella de mi propio firmamento.

Para mi Gelsomina, es la imagen de mi abuela materna con esa mirada tierna, su sonrisa y el amor sumiso con dosis de temor y con el único amor de su vida, mi abuelo. Por su parte mi abuelo tuvo la brutalidad de Zampanó, porque así tenían que ser los hombres. Mi abuela hasta el final le tuvo miedo a abuelo y ese miedo se lo transmitió a sus hijos, afortunadamente los nietos no heredamos ese sentimiento.

Zampanó (Anthony Quinn) es un hombre de circo callejero, que viaja por la Italia de posguerra, mostrando por “la strada” su increíble número de fuerza pectoral… romper cadenas con el pecho no lo hace cualquiera, y con su número da algo de dinero para vivir. Así compra a Gelsomina para que sea su ayudante por las calles. Como una niña adulta ella sin saber que es, va conociendo las cosas sin nombre desde tocar el tambor a punta de latigazos con espinas hasta algo parecido a la felicidad.

Italia se refleja como siempre con todos sus personajes, en un neorrealismo duro pobre, ruidoso y alegre como el mediterráneo rural.
En un mundo así no es fácil darse cuenta lo que pasa, en el caso de Zampanó la preocupación por comer no le permite ver más allá de su propio ser, no hay tiempo para amar ni reir. ¡Es desdichada la vida de los pobres del circo!, al menos Zampanó siempre parece ser un hombre serio.

Entre los techos un cable por los aires y en el suelo una multitud de gente que mira hacia el cielo, ve como un ser con alas de papel y pintura blanca en su cara, come unos espaguetis en la cuerda floja, Il Matto (Richard Basehart) un payaso acróbata se pierde entre en la multitud, pero (al igual que yo) quedó impregnado con los ojos de Gelsomina. Las coincidencias los reúne en el mismo circo. El acróbata comediante es todo lo contrario del bruto forzudo.

Fellini trajo su cine a nuestro mundo con La Strada, para dejar perpleja a la pantalla con la música de Nino Rota, la esencia de Italia en toda su extensión como si fuese un Road Movie, va creando personajes tan humanos dentro de historias tan simples, que pareciera que los sentimientos se vistieran de piel para ser representados. No hay ni buenos ni malos, sólo circunstancias que nos hacen ser como vivimos, como lo que nos ha tocado ser y lo que podemos soñar.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- Escenas de la películaç

5.- Fotogramas

6.- Banda sonora de Nino Rota.
boomp3.com

domingo, 20 de julio de 2008

EL ROCK DE LA CARCEL

"¿Qué se le va a hacer? Es la vida que me tocó vivir"*

De lo poco bueno que he visto en la televisión local este último tiempo, me ha llamado la atención tres cosas… entre esas un programa llamado Nadie está libre de Canal 13, en el que se ha grabado la vida al interior de las cárceles. En un país que se está constantemente asustando a la población por la delincuencia, es raro que sea la misma televisión muestre el lado más "humano" del terrible mundo de la cárcel. Es como las portadas de antes en la cuarta que en el titular condenaban a un violador y en las fotos colocaban mujeres desnudas (que ambiguo ¿no?).

Los códigos de la cárcel son muy distintos a los que manejamos en el exterior, al menos eso he aprendido, el valor de los cigarros, la vida bisexual de los internados, la relación con los gendarmes, el hacinamiento y las condiciones infrahumanas que se respiran. Cada interno da para un guión distinto de una película con amargo final… y caer en la cárcel como se aprecia es mucho más fácil de lo que parece.

Paradójico fue mi contraste al terminar de ver el reportaje y encontrarme con Vince Everett (Elvis Presley) en una cantina después de un día de pago, una pelea ridícula termina con la muerte a puños de una persona, llevando al joven a la cárcel.

Por supuesto una cárcel distinta a las de Chile, una cárcel al estilo de los años dorados de Hollywood, cuando los cincuenta todavía tenían esa moralina que endulzaba hasta el horror de la prisión y el racismo. Como buen ejemplo de rehabilitación y gracias a su compañero de celda el cantante de country Hank Williams, Vince comienza a cantar y moldear un nuevo estilo en su manera de ser para el día en que le toque volver al mundo real.

Pero la vuelta a la libertad no es tan simple, muchas puertas cerradas que sólo la perseverancia y la ayuda de Peggy (Judy Tyler)materializan hasta convertir a Vince… en algo parecido a Elvis Presley, con lo bueno y lo malo que esto contiene. El pasado regresa a pedir cuentas de las promesas… con la vuelta de Hank a la libertad, ambos expresidiarios representan el cambio cultural que comenzaba a llegar.

El rock and Roll se instalaba como la nueva moda pasajera, frente al country representado por Hank y arrancado de los programas de televisión al estilo de Ed Sullivan, Así el antiguo movimiento quedaba paseando perros Basset hound… hasta que Dylan y Báez nuevamente… El clásico traje a rayas (como el de Abimael Guzman) al ritmo de Jailhouse Rock es el nuevo piso que "el rey" dejaría para el futuro de la música.

A diferencia de muchos, la cárcel es el pretexto para el cambio de vida… a pocos les pasa eso (por no decir a nadie)… de las prisiones locales hay otras escuelas, otras enseñanzas más duras, que en algunas ocasiones me tocó conocer un poco más de cerca (afortunadamente por trabajos sociales, no por condenas)… un mundo distinto es el que cada uno de nosotros les toca vivir, eso no es nada nuevo, y como "nadie está libre" hay que disfrutar y cuidar la libertad que tenemos, hay muchas personas que desearían que fuésemos más prisioneros de sus necesidades.



Saludos a todos.

* Cuña de miguelito, niño delincuente de Santiago recluído más de dieciséis veces en sus catorce años.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Escenas de la película

4.- Fotogramas

5.-El cartel en Impawards
6.- Jailhouse Rock por el único Elvis
boomp3.com

sábado, 19 de julio de 2008

EL FRANCOTIRADOR

¡como vivir frente a un espejo y no saberlo hasta tocarlo y verme yo!*

Con el Facebook nos hemos reencontrado, pero ese reencuentro no sólo ha sido virtual, en algunos casos también en persona, pero más que recuperar un nuevo presente, lo que ha hecho es lanzar una cuerda hacia el pasado y forzarlo a reaparecer, por medio de canciones, ideas y fotos. He recibido fotos de otro tiempo cuando soñábamos con otras cosas y pensábamos en nuestro futuro de otro modo, sin pensar que lo que seríamos (en algunos casos) sería muy distinto... en otros casos nos hemos encontrado por la calle con algunos y sólo hay una mirada indiferente que hace como si fuésemos desconocidos.


Los amigos de Pensylvannia son compañeros de trabajo de una empresa metalúrgica, como amigotes de trabajo y farra, unas buenas cervezas siempre vienen bien escuchando a Frankie Valli en "Can't take my eyes off of you" pese a lo viejo que niños somos, como una sociedad feliz en que todo lo que hace es un juego, hasta cazar venados, como trofeos el buscar ciervos en la montaña, es algo que consolida la amistad y fortalece. Es que el paisaje de los bosques te devuelve a la intimidad.

Pero lo que uno sueña a veces no va en el mismo curso que la historia, en el caso de Michael (De Niro), Nick (Walken) y Stan (Savage) la guerra de Vietnam los lleva por un nuevo camino. La bestialidad de la muerte puede más y sólo queda jugar el juego, convertirse en monstruo y matar para vivir. Es una pausa a la racionalidad, pero no a la amistad, que se fortalece como esa ventana para mirar los días de amor en Pensylvannia.

La tortura de los vietnamitas merma las posibilidades de salir cuerdo de esos días en el sudeste asiático, sólo la fortaleza mental de Michael puede salvar a un cazador de ciervos y a sus amigos, mientras el tambor de un revolver gira al azar para destruir vidas. ¿Cómo se sigue viviendo si ya se ha muerto tantas veces?, si un nuevo segundo depende de la acción de tu pulgar.

Para algunos la guerra termina antes, entre el schok y la desesperanza, parte de la vida quedó en el campo de batalla, lo que vuelve es un cuerpo gastado (en algunas ocasiones sólo parte de este). El cuerpo ha sido marcado con un fierro ardiente para que no quede duda que la hoz de la muerte estuvo cerca... la vida no es igual a la de esos días en la fábrica y el zumbido de los helicopteros sobrevolando los arrozales y el agua del Mekong, ya ha teñido los blancos recuerdos que se tenían al partir.

El reencuentro comienza a moldear algo distinto que une todos esos pasados y los trae de vuelta, hay deudas pendientes, las amistades toman sus cursos propios, lo que fue nuestro ya no es tan mío y el asumir el presente se refleja en un tejido para el que no regresará. Las vidas son distintas y estar sólo es parte de lo real en una guerra que sólo ha destruido la esencia de cristal de un país acostumbrado a la gloria.

Pero la verdad debe primar, no se puede vivir sin saber que ha pasado a nuestro lado, ¿Dónde está Stan?, ¿seguira vivo Nick?, ¿será el mismo Michael?.... entonces hay un llamado interior que obliga a encontrar el presente, a recuperar lo que una maldita època arrebató a miles de jóvenes. El país ya no es el mismo, la vida no es igual y los sueños han sido destruidos por el plomo y la sangre... ¿Me reconoces, Nick?, ¿te recuerdos de esos días cuando cazábamos ciervos? parece que algunos se vuelven ciegos por sus nuevas vidas.

La amistad es una de las cosas más hermosas que tiene el vivir, porque es nuestra opción, es el reflejo de lo que somos y lo que hacemos, no tiene mayor compromiso que la propia fe y el amor.
los caminos se alejan, como los miles de amigos que Facebook ha traído de regreso de nuestros propios combates, hoy vuelven para explicarnos que fue lo que nos pasó, cuando dejamos de llamarnos, dejamos de vernos para desaparecer en la niebla del olvido para que nuestros nombres fueran reemplazados por otros, ahora que tenemos la oportunidad del reencuentro, como si la vida nos hubiese dado un nuevo repechaje, tenemos la oportunidad de ser amigos nuevamente, de amar nuevamente y de hacer que las cosas difíciles del pasado mejoren con el nuevo futuro.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- El Cartel por Impawards
5.- Trailer

6.- Fotogramas

7.- Banda Sonora
boomp3.com

miércoles, 16 de julio de 2008

EL BAÑO DEL PAPA

“El trabajo no es, pues, algo que el hombre debe realizar sólo para ganarse la vida; es una dimensión humana que puede y debe ser santificada, para llevar a los hombres a que se cumpla plenamente su vocación de criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios”.*

Los parlantes sonaban en las calles de Melo con la voz imponente del Papa Juan Pablo II hablando al mundo de los trabajadores de la República Oriental del Uruguay. ¿qué paradójico? Hablar de trabajo en un lugar donde cuesta tanto trabajar.

Cada cierto tiempo escucho el discurso de algunos de que la gente es pobre porque es floja, cómo si esa fuera la condición única para alcanzar la riqueza, yo detesto esa afirmación, porque no veo nada más ajeno a la realidad que ver que quienes más trabajan en todas las empresas son los de menores sueldos. No es fácil ganar dinero, en especial si se vive alejado de los grandes núcleos urbanos; como en Melo al norte de Uruguay, a más de trescientos setenta kilómetros de Montevideo y de los mejores sueños.

En el Melo de fines de los ochenta se vive al límite en todo los aspectos, la plata no alcanza para vivir mejor, sólo queda cruzar la frontera para contrabandear mercadería entre los cerros que separan a Brasil de Uruguay. El camino difícil y peligroso por la propia policía confiscadora, pero que más queda cuando no queda nada. Sólo seguir cruzando por unos pocos pesos para salir adelante. Es el año 1988 y el Papa vuelve a Uruguay, ahora a recorrer diversos lugares del país, entre ellos Melo, los periodistas hablan de la llegada de más de cincuenta mil fieles para ese domingo ocho de mayo.

El representante de Dios ha querido visitar a los pobres y con ello sacarlos de la pobreza, ¡imagínense! Que haremos con toda gente piensa los vecinos de Melo, por lo mismo cada vecino comienza a invertir en su propio negocio, panes, chorizos, bollos y chapitas de recuerdo del maravilloso día.

Beto (Cesar Troncoso) trabaja con su bicicleta haciendo contrabando a los almacenes uruguayos, es el único ingreso que hay en la familia, no hay nada más que hacer entre tantas familias pobres, la idea es que quede algo para comer y algo para guardar para los estudios de la hija. Mientras más lejos de la capital se está las cosas simples toman más importancia. Mientras todos preparan comida para el día en que el Papa llegue, Beto va más allá, no sólo en sus sueños sino también en el proceso digestivo, entre tanta comida las cincuenta mil personas tendrán la necesidad de ir al baño, que mejor que construir un buen baño para ese día.

Un baño mejor que el pozo negro que actualmente se tiene, un baño que terminará con el pozo negro de la pobreza, un baño cerrado, con taza y puerta, con agua y papel. Un baño lleno de gente feliz de haber visto a la figura del santo padre cerca de su casa. Que raro suena la idea, pero la familia se entusiasma con los sueños de Beto y todo se invierte en el negocio.

Contar más es un crimen, pero no me sentía tan conmovido por una historia desde la vez que ví "El Ladrón de Bicicletas”, es que estas historias de “neorrealismo latinoamericano” que parecieran ser de argumentos simples al oírlos, se hacen distintos cuando en un baño se depositan todas las esperanzas de surgir y de tener cosas; cuando no se tiene el pan todos los días y acercarse a ver que trae la olla es algo que hace tan cercano en esta historia tan bien contada que la risa contiene toda la amargura de la desesperanza. El Papa es una gran anécdota en ese día especial, ahora la historia uruguaya, que obviamente a Chile no llegó (o no ha llegado) contiene esa dualidad entre desesperanza e ilusión que se esparce por todas nuestras pequeñas ciudades que conviven con el mundo rural, las estrellas de la noche, el sonido de los grillos y la mirada brillosa del futuro.



Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer

5.- Fotogramas

6.- Camino de Quileros
7- * Discurso de Juan Pablo II,

lunes, 14 de julio de 2008

HACIA EL SUR

No nos fijamos, pero sacando cuentas a todos nos conviene que existan los pobres, ya sea países o personas. En todos los ámbitos de la vida porque lo que para nosotros es una bicoca para ellos es buen dinero. Para los que hacen estudios para la pobreza, la segregación urbana es una fuente de nuevas investigaciones... pero una fuente de ingresos muy rentable. Para los que realizan campañas solidarias además de hacerlos famosos y por supuesto más buenos.
Siempre recuerdo una vez en mis clases de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Católica (y perdonen si lo hubiese contado antes en otra entrada pero no me acuerdo) tenía un compañero que contaba con orgullo que para ayudar a un amigo que ahora no tenía dinero, le pagaba para que le limpiara el auto... y como lo hacía tan bien otros de sus amigos también le pedían que le limpiara... esa era su buena acción... Es la caridad de Susanita de Mafalda... esa en que hacen banquetes para ricos para juntar plata para comprar arroz, tallarines y otras porquerías que comen lo pobres.

Brenda (Karen Young) llega a Haití en los años ochenta, ¿qué puede hacer un profesional en ese país en esos días? todo parece tranquilo, Puerto Príncipe a la distancia se ve tranquilo... ya en el hotel todo parece más tranquilo un oasis en medio de la violenta pobreza que azota al país. Un paseo en la playa de Brenda va descubriendo que un joven afroamericano duerme cerca de la espuma que deja los estertores de las olas, como algo depositado por el mar.

¿Legba?, si es él el joven apuesto y musculoso joven haitiano (Ménothy Cesar)con el que Brenda hace unos años atrás en el mismo hotel y la misma playa habían tenido sexo... ella no lo olvidaba (y el tampoco) y en realidad ese era el motivo de su viaje. La vorágine del trabajo había destruido todo en casa, el matrimonio fracasaba, el empleo consumía en el Hotel de Haití se puede ser todo lo que no se es en casa, en que otro lugar se puede disfrutar de esos ejemplares de hombres en el mundo de fantasías sexuales... sólo por el costo de un poco de comida.

Pero el secretito de Legba es común para muchas mujeres estadounidenses y europeas que llegan al hotel, de las más importantes es Ellen (Charlotte Rampling) la señora novia de Legba, así parece porque no lo suelta en todo momento. Los jóvenes les dan lo que ellas buscan y ellas saben que son elementos desechables, que pueden morir con la violencia urbana del exterior... no hay amor. Sólo son turistas que le sacan fotos a los pobres lugareños para contar en sus viajes de lo triste que vive la gente en esos países pobres.

Laurent Cantet lo hace de nuevo (antes fue Recursos humanos y El empleo del Tiempo), en esta historia muestra lo bajo que podemos llegar los profesionales por conseguir lo que queremos, como si el dinero lo puede hacer todo, no nos importa mucho enrostrar a los que no han corrido la misma suerte lo que sabemos, lo culto que somos y los que les falta por aprender, por leer por conocer... porque ellos talvez nunca lo harán...

Al final todo vuelve a la normalidad, las vacaciones terminan, ellas vuelven a su normal rutina y ellos siguen cuidándose de no morir... ¿cuanto tiempo más seguiremos así?

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Trailer

4.- Fotogramas

domingo, 13 de julio de 2008

EL ESPINAZO DEL DIABLO

En Chile todos comentan la acción “temeraria” o irascible de una niña que en plena reunión al lanzarle el agua de una jarra a la ministra de educación. Condenas he leído en todos los diarios, en la televisión y en las sobremesas, tanto así que LUN (el diario que dice traer noticias) hoy me obligó a ir al diccionario a buscar la palabra Zafacoca (no les dará vergüenza a los periodistas estudiar tantos años para terminar trabajando en ese diario.
Pero más patético que eso ha sido la actitud de la niña, porque no hay que olvidarse que es una niña de 14 años… es la actitud de nosotros los adultos, partiendo por la propia ministra que con una ironía desafortunada sólo lograr sulfurar más los ánimos, luego algunos dirigentes del colegio de profesores que han abalado y alabado la acción acuática de la niña y el peor de todos el alcalde Raúl Alcaíno, el mismo que sacó a los músicos del centro porque metían “bulla” y que le ha dado la batalla a los pintores de la plaza de armas… exige que expulsen a la niña del colegio por maleducada (que ironía).

Pero el problema, insisto, no son ellos somos nosotros los adultos… somos capaces de pelear, de olvidarnos de lo esencial y sólo leemos los titulares de lo que pasa en la vida, nunca hemos sido capaces de llegar a las profundidades de los problemas, como si acabar con la delincuencia se soluciona metiendo gente en la cárcel, como expulsar a niños de los colegios, como reclamar al estado por los paraderos de Transantiago que la misma gente destruye.

Por eso me recordaba ese hogar de huérfanos de la República que en plena Guerra Civil Española se relata en El Espinazo del Diablo. Mientras un auto va acercándose al orfanato, el niño Carlos se asombra de esa bomba enterrada que no explotó como una señal de vida entre la muerte cercana, sin entender el motivo de la visita, su maleta queda en el camino mientras el auto que lo traía se va sin él. La Guerra tiene duras consecuencias para los niños que ni siquiera fueron consultados por lo que les tocó vivir.

En el interior del escuela sólo quedan las ruinas de un sueño, de algo que pudo ser bueno, las balas y la represión se encargó de envenenar lentamente lo que estaba por pasar. En medio de todo sólo queda la amistad y las ganas de salir adelante. Está la incomprensión de la violencia infantil, el primer amor y la simpleza de un anillo de habano como compromiso del cariño. No se puede cuestionar a los niños, ellos son los que les ha tocado vivir... y lo que les ha tocado es lo que hemos construido nosotros.

Los fantasmas rondan por la casa, indicándonos algo que no está bien, algo que queda pendiente... pero sólo algunos son capaces de oirlos, otros solo escuchan el sonido común, la voz de los periodistas y los políticos en el caso de Chile, la voz deformada de nuestras verdades superficiales. Si pusiéramos un poco más de atención encontraríamos que las cosas tienen un porqué más importante... que nos llama a la justicia... como la del niño fantasma del hogar.

Saludos a todos

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Trailer

5.- Fotogramas