Mientras conversabamos ayer con una amiga de la sensación de la seguridad ciudadana, ella sentìa que Santiago es una ciudad peligrosa, al contrario de lo que yo creo, pese a que los medios de comunicaciòn y el discurso de los ministros de interior indiquen constantemente lo contrario. Yo por mi parte creo que, como en todos lados y a ciertas horas, uno está más dispuesto a ser asaltado. Si uno se compara con otras ciudades grandes es cierto que Santiago es tranquilo, pero comparándo con ciudades o pueblos de menor escala, la cosa es distinta. Pero al final pese a las sensaciones siempre hay personas que delinquuen, podemos decir que es por falta de oportunidades, por la desigualdad, porque en una época de individualismos ya no nos interesa lo que el otro vive. Sin embargo algunos pese a todos ricos o pobres han elegido el camino de obtener lo ajeno como si fuera de ellos... esos son los peligrosos.
En el fondo del camino un auto a baja velocidad parece ir gimiendo sus últimos minutos de vida como si fuera agónico entre la playa y el cielo, entre los zig zag que el esfuerzo trata de enderezar Albie (Jack MacGowran) se encuentra en muy mal estado practicamente no se puede mover, mientras desde atrás Richard "Dicky" (Lionel Stander) empuja el taxi, ambos están heridos de bala quizas por qué incidente, pero con sus últimos esfuerzos tratan de sobrevivir entre ese paisaje lejano en que parece no existir otra persona de confianza cerca. La única esperanza cuando ya las fuerzas no dan para empujar son unos cables de teléfono que deben guiar a algún lugar.
Algunas costas son traicioneras y el mar lentamente comienza a levantarse para cubrir los caminos, Dicky decide ir a buscar ayuda para ambos, como el plan fallò su jefe debería ir a rescatarlos. La suerte parece acompañarlo en la ruta cuando primero se encuentra con una pareja de amantes que deben estar hospedando en un lugar cercano. En eso tiene razón cuando cerca del camino encuentra con el castillo Rob Roy, al entrar no encuentra a nadie solo huevos y un poco de leche... y un teléfono la ayuda para salir del problema. Sin embargo algunos ruidos parecen preocuparle, en ese momento descubre que los amantes que estaban en la playa tienen relación con semejante construcción.
Así la casa se va poblando de personas, llega el George (Donald Pleasence) el propietario del castillo que vive con su hermosa esposa francesa Teresa (Françoise Dorléac), cosa que no le calza a Dicky que en un primer momento vio a la misma francesa como amante de Christopher (Ianin Quarrier), el hijo de sus lejanos vecinos. Sin embargo parecen vivir bien, pese a lo pusilánime de George. La verdad a Dicky le importa poco la personalidad de ambos, el tiene la situaciòn controlada... bueno... cualquiera parece tenerla si tiene un revolver en la mano. La primera misión està completa llamar al jefe para que los rescate, la segunda es regresar a buscar a Albie que ahora tiene casi la mitad del auto cubierto de agua por la subida de marea... para lo cual tienen que acompañarlos Teresa y George. Ahora ambos están cautivos en su propio castillo, pero en realidad están todos cautivos por el mar que encierra, por la lejanía de lo que en algun momento parecía privado e íntimo, por el miedo a la muerte y a la realidad. Mientras Dickie quiere creer que lo vendran a rescatar y George cree que la infidelidad de su esposa se calmará... todos desean que el momento termine pronto. El matrimonio se desmorona, Albie està agónico y el "encierro" los tiene en el filo de la cordura.
Lo que parecìa seguro para el matrimonio, con esas grandes murallas y torres vigías ahora es su propia cárcel, cuando no se es capaz de reconocer las debilidades el destino puede pasar la cuenta. Las vidas del matrimonio estàn siendo puestas a pruebas por los mafiosos prófugos, mientras la farsa de la tranquilidad se trata de mantener. Cul de Sac es otra visión de como pese al dinero, las amenazas, la riqueza o la pobreza podemos estar privados de nuestras libertades sin tener rejas ni grilletes... otras cosas nos pueden ahogar...
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