Muchas cosas han pasado en tan poco tiempo, la más significativa para mi, es este mismo instante, mientras escribo feliz de regreso, contemplo a mi ciudad desde el ventanal del dormitorio, puedo ver ahora las luves que se encienden, lentamente como cuando timidamente aparecen las estrellas en el cielo. Hasta el fondo del horizonte veo las luces de Santiago que van formando una estela brillante que transforma la noche en algo más bello, que la soledad que me invade el dejar a mi familia con la que viví toda mi etapa anterior, es algo distinto para ellos, como para mí... para ellos el pasar por mi antigua pieza y no encontrarme, y para mí, el estar en silencio todo el día, son sensaciones melancólicas pero importantes. Desde la altura de un piso once se oye a lo lejos el sonido de las conversaciones de las veredas, como si las palabras volaran al cielo, como si las ideas se depositen por el espacio esperando los oídos de los ángeles, escuchando nuestras plegarias.
Como volviendo de El Cielo sobre Berlin, las calles parecen distintas... la ciudad ya no es la misma, es más libre las picotas, puños y brazos destruyeron las paredes que habían separado a dos países iguales. Ese es el país nuevo que Cassiel (Otto Sanders) mira desde las alturas, mientras susurra compañía, acompaña como mudo testigo del crecer y envejecer de algunos. No se le pide más a los angeles que la compañía placida, en medio de la incomprensión, y en la soledad más profunda.
En la melancolía de Wim Wenders, se va plasmando la decisión de ser siempre bueno, En el caso de Cassiel una decisión lo vuelve terrenal, con el los colores reaparecen y el mundo se vive de más cerca, la bondad no es la mejor consejera y a veces de a poco comprendemos que lo mejor, no siempre es sinónimo de lo bueno. Pero como angel o como humano siempre tenemos nuestra dosis de buenas y malas personas que hacen que las cosas fluyan.Nos toca actuar de ángeles y humanos al mismo tiempo, la divinidad viene intrínseca en el alma, la llamamos magia, pero eso extraño que nos brota de los ojos que dice te amo por la mirada, que se alegra, o se coloca triste nos hace volar por los aires deseando sentirnos cerca de los que amamos, mientras nos encontramos lejos. Así estoy yo ahora desde la ventana que mira a Santiago, tan lejos y tan cerca de las cosas que amo.
saludos a todos.
y gracias por la paciencia.
Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Escenas de la película
4.- Miradas de cine














































