domingo, 29 de diciembre de 2019

LA BIBLIA DE NEON


Tiempos difíciles, no volváis nunca más.
Es el sonido, el suspiro del cansancio.
Tiempos difíciles, tiempos difíciles,
no volváis nunca más.
Lleváis ya muchos días
acechando en la puerta de mi cabaña.
Tiempos difíciles, no volváis nunca más.
Es un suspiro que llega por el camino
es un lamento que llega hasta la orilla.
Esta canción se oye cerca de la solitaria tumba.
Tiempos difíciles, no volváis nunca más.
Es el sonido, el suspiro del cansancio.
Tiempos difíciles, tiempos difíciles,
no volváis nunca más.
Ya lleváis muchos días acechando
Tiempos difíciles, no volváis nunca más.

En estos tiempos nuevos, algunos matinales se asombran y conmueven de ver como vive la gente pobre en Chile, por años la pobreza en televisión le han puesto el nombre maquillado de “gente de esfuerzo” o pobreza honrada. Cuando salía un pobre se recalcaba su felicidad “con tan poco”, como si fuera la cara de Dios, el pobre que el Padre Hurtado le decía “Patroncito”, el de la señora Juanita, de don Pepe, de las tías del aseo y otros tantos nombres que les damos de cariño pero que nos implican, ojalá no saber qué hay más allá de ni siquiera conocer su apellido. Así por años hemos estado construyendo sociedades de castas, que para muchos eran mejores mientras menos pobres se te cruzaban por el camino, ha ido cambiando a un nuevo tiempo.


Un tren que avanza en medio de la noche muestra el reflejo de un joven, en su mirada su niñez en una casa de Georgia, en plena década del treinta, a lo lejos una silueta lo emociona, la llegada de su tía Mae (Gena Rowlands) es el viento fresco que trae la ciudad a un pueblo congelado en la vida puritana del interior. Su “licenciosa” vida de cantante por Loussiana la convierte en la vergüenza para su hermana Sarah (Diana Scarwid). Son los malditos tiempos difíciles que la depresión carcome los sueños, el hambre se mezcla con el machismo, el racismo y la religión. Todo ha llegado a concentrarse en una suerte de pequeño infierno.

Pero en medio de todo, la vida del niño David (Jacob Tierny) va viendo como la partida de su padre a la guerra, y la vida sin los hombres les entrega por primera vez a las mujeres un poco más de libertad, sonrisa y creatividad. En medio de esta alegría pasajera, la muerte de su padre en el campo de batalla y la locura de la madre, harán que sólo quede David y su tía Mae, aferrándose a la pobreza, que sigue siendo la protagonista de este cuento lleno de mitos religiosos que la vida rural genera.

Es difícil vivir en la sociedad que hemos ido creando, llena de ásperos días, en que la batalla contra la muerte se enfrenta por todos las aristas de infelicidad, esa inseguridad de que tus descendientes podrían sufrir lo mismo que tú, que lo que te han postergado, seguirá por otro tiempo postergando a los que vienen. Por lo mismo ya no hay nada que perder, porque no se tiene nada, porque nunca se ha ganado nada, solo la esperanza de que algún día todo cambie.

Saludos a todos.

Bonus tracks
4. - Escena de Gena Rowlands cantando

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