martes, 4 de mayo de 2010

COMO UN ESPEJO

Este pedazo de la historia es aguerrido para ver y reposar. Parece que es definitivo se rompe todo y todo vuelve a comenzar.
Silvio Rodríguez.

A veces de tanto ver seriales y películas, muchos creemos que nuestra vida también lo es. No porque uno no quiera entender la realidad de la ficción, creo que más bien es porque uno siempre desea tener un final feliz… como si morir fuera un acto de felicidad. A los “artistas” creo que el sentimiento es peor aún, entre iluminados y “personajes” que me ha tocado ver, por la investigación de una amiga… han desfilado escritores que quieren llenar sus palabras de grandes epitafios, fotógrafos que desean mujeres desnudas tras sus lentes, músicos que aún luchan por que se les reconozca y los actores de teatros que añoran tener más fama que todos los nuevos seres humanos de los realities de la televisión. Pero en el fondo entre el colorido de las palabras, los ropajes, esas boinas guevarianas, esos trajes de Amelie y esas barbas intelectuales… se siente el eco de la soledad, del deseo perdido y del esfuerzo por ser más intelectual… superando cualquier costo. Las familias quedan atrás, los hijos; en fin... esa sensación de superioridad que algunos creen tener por sus cargos, sus cosas o sus creencias van llenando nuestra ciudad de fantasmas y dioses muertos que se convierten en arañas negras que envenenan la esencia de lo cotidiano.

En medio de risas se ve a lo lejos a cuatro personas que nadan en las heladas aguas del Mar Báltico, al llegar al borde aparecen Minus (Lars Passgård) un joven hijo, Karin (Harriet Anderson) la hija mayor, Martin (Max Von Sydow) el esposo de Karin y David (Gunnar Björnstrand) el padre de ambos jóvenes que se dedica a escribir novelas, en distintas partes de Europa. El padre de regreso, aunque sea por unos días siempre es un momento especial para ambos hijos. Lejos del reconocimiento que el mundo le da a David... los hijos viven su propios días en un isla pequeña entre el muelle y las piedras... la vida gira en torno de Karin, entre un solapado incesto y las frigidas noches con Martin. El padre llena de vida los espacios olvidados de una vieja casa cada vez más ancha para los hijos.


Pero en medio de las risas del comienzo, las cosas se van colocando más oscuras, las mentiras siempres parecen hacernos bien, con ellas nutrimos nuestras ilusiones de esperanzas y finales felices. Pero la verdad es más fuerte y llena de aristas que no se pueden cubrir, ni con la omisión ni la falsedad. Así en medio del silencio, Martin le cuenta a David que su esposa está mal... la enfermedad es incurable y queda esperar.
Las reacciones cambian cuando nos dicen a todos que no hay vuelta y que lo que viene es distinto... y dificil. Para Karin, Minus, Martin y David las cosas parecen tener una desolación que no se compara a esa imagen feliz en el agua. La ausencia paterna se nota y se duele, ambos hijos han visto en su padre a ese ser supremo, que se le teme casi como si fuera un dios.

Pero al caer la noche en una zona tan cercana al círculo polar que no se sabe bien cual es la hora, Karin es despertada por las voces divinas, le hacen subir al segundo piso, encerrarse entre en una vieja sala, y los susurros rodean su cabeza, para buscar la puerta de Dios. Al volver del trance descubre en los escritos del padre que éste desea observarla y seguir su enfermedad más que todo para tener tema para su propia novela. El amor de David a sus hijos parece una obligación más que un sentimiento... pero es algo muy parecido a lo que siente Karin por Martin, casi no queda pasión por parte de ella, pese a la fidelidad total de él haca ella, ¿es libre el amor?. Al parecer en ocasiones parece un maldito compromiso que nos hace ser responsables, o ser capaces de inmolarnos para creer que estamos bien.

Nos han dicho siempre que Dios está en todas partes, pero en la casa de los hijos de David, parece que se escondió en una puerta, para encontrarse sólo con Karin, mientras su padre finge y su esposo trata de seguir amando y Minus soporta temeroso la vida que le toca. Parece ser todo parte de un espejo oscuro que muestra lo peor de cada uno. Mientras un padre famoso, escritor e intelectual que se dedica a escribir del amor, nunca ha tenido un poco de lo que cuenta para sus hijos. Mientras el amor y Dios son cosas que se desvanecen y transforman en una araña negra... la amargura de la soledad acompañada hace que vivir sea un mal recuerdo.
" Como en un espejo" es parte de la trilogía de la existencia de Dios que Bergman realiza en conjunto con películas como "El silencio" y "Los Comulgantes"... ya estarán acá.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Såsom i en spegel en Wikipedi
4.- Trailer

No hay comentarios.: