domingo, 5 de enero de 2014

LA HISTORIA DE ADELE H.

Tanto que me decía la gente: 
«Gavilán, gavilán tiene garras». 
Y yo sorda seguí monte arriba, 
gavilán me sacó las entrañas. 
En el monte quedé abandonada; 
me confundan los siete elementos. 
Ay de mí, ay de mí, 
ay de mí, ay de mí. 
De mi llanto se espantan las aves, 
mis gemidos confunden al viento, 
ay de mí.
(Violeta Parra)

Amar no es lo mismo que querer, lo primero es un sentimiento lo segundo un deseo y se vuelve peligroso cuando algunos creen que querer es sinónimo de amar, en especial cuando no es algo correspondido... me ha tocado escuchar y ver como hace unos días un tipo le manda mensajes de amor a una colega, creyendo que con eso la enamorará o por último la excitará. Por el contrario tanta insistencia (de un tipo casado) con ella ya va por senderos en que las alucinaciones propias del querer lo pueden confundir.