Trato de no creer en el determinismo geográfico, por muchos años se ha utilizado dicha corriente para justificar invasiones, esclavitudes e intervenciones a otros países. Un mal uso de los conceptos fue lo que llevó a los nazis a buscar el "espacio vital" en sus fronteras... y también a culpar del subdesarrollo a nuestros países... pero llevado a nivel mucho más local... se habla de un barrio inmerso en la pobreza es la materia prima para la delincuencia... asociando (por algunos) pobreza con delincuencia... siendo que ladrones hay en todas partes, desde las grandes empresas multinacionales hasta en los niveles de menores recursos.
Digo Trato de creer que no es así, porque me gustaría que fuese así... no todos los que nacen en barrios marginales son delincuentes o drogadictos, pero así como los que nacen ricos tienen más probabilidades de ser ricos cuando crezcan, los pobres también siguen con su misma probabilidad social... y por mucho que hasta ahora se ha tratado de solucionar la diferencia no hay grandes resultados aún.
Trato de no creer en esa corriente geográfica pero aparece la película de Matteo Garrone a resfregarme en la cara las Velas de Scampia, ese complejo urbano de viviendas sociales de Nápoles donde se encuentra el centro neurálgico de la Camorra italiana. Tomada del mismísimo libro de Roberto Saviano que en Chile todos comentan pero nadie ha leido sobre esta mafia napolitana. Cuando parece que la marginalidad es tema de nuestros países "subdesarrollados" se ve de nuevo que la desigualdad está en todos los lugares.
Entre la oscuridad que las casas dan en sus interiores se esconde un mundo salvaje que en un lenguaje tranquilo va mostrando la violencia más cruda de la guerra de bandas... no se trata sólo de drogas y tráfico... el dinero se puede conseguir de diversos modos... hasta comprando poder... y del barrio más marginal surge una mano que puede mover los hilos de las marionetas que dominan el país. Las cuatro velas que quedan aún en pie en Scampia (otras tres fueron demolidas) son un conjunto arquitectónico aterrazado con largos pasillos y casas pequeñas que en su interior contienen una gran densidad de personas... en ellas se encuentra el campo de batalla de dos clanes que luchan por el dominio del mercado de la droga, sin perdonar a niños, mujeres ni ancianos.
Pero la droga es la punta del iceberg en un mercado de codicia completa, donde las personas importan poco, así las mismas urbanizaciones destruidas sirven como resguardo para los residuos tóxicos que se encuentran enterrados en Nápoles contaminando el área... sin escrupulos que actualmente ha traído serios problemas de salud en la región. Mientras en los mismos terrenos aparecen armas de grueso calibre que son encontradas por un par de jóvenes que creen que pueden hacer ellos su propia banda, si entender que el mundo en que viven es más peligroso de lo que creen.
Aún recuerdo el momento en que un policía le dijo a mi padre, luego de que lo asaltaran una vez, que era mejor que se comprara un arma... mi papá (afortunadamente) no le hizo caso no se iba a prestar para semejante estupidez me dijo (una razón más para estar orgulloso de él)... pero viendo Gomorra, me di cuenta que muchos creen que tener armas te da tanto estilo como tener un auto de último modelo. No puedo dejar de mencionar al Jaguar del Sur, un colombiano que le canta a sus armas en su canción "soy un bacán".
Pero la Camorra tiene otros negocios también, entre ellos la sastrería, en un país en que la alta costura brota hasta por los poros, hay sastres de pequeñas fabrica que son "ayudados" por algunos capos para comprar partidas... en un mercado tan competitivo importa más tener trabajo que el valor de este mismo... algo que en tiempos de crisis algunos empresarios aprovechan para despedir a sus trabajadores y contratar (y a veces recontratar) a empleados con un sueldo mucho más bajo... en medio de estas "licitaciones" un sastre decide hacer algo más de dinero ayudando a los chinos, con sus fábricas cladestinas, con inmigrantes ilegales a mejorar la calidad de sus diseños... por supueso el viaje del sastres es escondido en un portamaletas... quizas en cuantos lugares existirán fabricas clandestinas de confección ilegal... después de que leo en muchas etiquetas chilenas "Made in China"...
Don Corleone ha muerto, la Camorra no es la Cosa Nostra que Coppolla mostraba con ese tono casi sepia del lente de los setenta, acá la música no está compuesta por Nino Rota, si no por los subwoofer de los autos último modelo que recorren las calles napolitanas, la Camorra no tiene un Capo di tutti, hay una serie de millonarios de la mejor facha que dedicados a los diversos rubros de los negocios dirigen sus operaciones desde el conjunto urbano del norte de Nápoles. La muerte aparece en cualquier parte desde el azul intenso de un solarium, hasta en un auto que choca en un cementerio, no tiene momentos de impacto más bien en segundos se oye una rafaga inentendible e inubicable que destruye los pocos sueños que quedan.
Stai con noi o contro di noi? como si el mundo fuera dual, la idea de vivir en un lugar en que un niño te llama a la puerta, sin pensar que es una traición mortal, en que entrar es una aventura hace que me ponga a dudar de mis verdades... es que no quiero que exista determinismo, me gustaría que donde uno nace no signifique que seas rico, pobre, ni delincuente ni futuro empresario... aún me queda un poco de esperanza de que eso es posible... pese a Gomorra.
saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- La película en Wikipedia
4.- Página de la película
5.- Trailer
6.- Carteles de Impawards
7.- Vela di Scampia
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8.- Un gran comentario personal de la Velas de Scampia en Nàpoles
1 comentario:
Uff... que tremendo comentario , estimado Rogo. Sencillamente soberbio.
Felicitaciones.
Gran película.
Saludos,
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