en que maduraron los ojos.
Pero su torso arde aún como candelabro
en el que la vista, tan sólo reducida persiste y brilla.
De lo contrario,no te deslumbraría
la saliente de su pecho,
ni por la suave curva de las caderas
viajaría una sonrisa hacia aquel punto
donde colgara el sexo.
Si no siguiera en pie esta piedra desfigurada y rota
bajo el arco transparente de los hombros
ni brillara como piel de fiera
ni centellara por cada uno de sus lados
como una estrella:
Ya que desde aquí no hay cosa que no podamos ver,
Debes cambiar tu vida.
Rainer María Rilke. Torso de Apolo Arcaico
La vida parece perfecta para Marión (Gena Rowlands) una brillante académica de filosofía, escritora y reconocida en el ambiente, por su inteligencia e interesante manera de llevar su carrera. Ahora está recien casada por segunda vez con el doctor Ken (Ian Holm), ambos ya llevaban una relación escondida mientras Ken estaba casado.
La nueva vida de ambos parece ser perfecta, ambos exitosos, inteligentes y reconocidos profesionalmente hacen parecer una pareja sólida. Marión satisfecha y tranquila decide tomar un semestre sabático para escribir un libro... entre tanto ruido de las construcción mejor arrendar una oficina para hacerlo.
Así en una nueva oficina comienza la inspiración para escribir, en medio del silencio unas voces se empiezan a oir de otra sala del edificio, es la consulta de un siquiatra, en un principio a Marión no le interesa escuchar que dicen otras personas, así que tapa el sonido con unos cojines... pero en un momento de sueño comienza a despertar lentamente con el sonido de una mujer que parece perturbada por una vida lúgubre y desesperanzada. Al mirar de reojo por la puerta ve que es una mujer embarazada Hope (Mia Farrow).
Los suicidios no siempre son tirarse por la ventana o darse un tiro, son procesos más lentos... y no me refiero a desangrarse cortándose las venas, son procesos más largos en que la mente comienza a disfrazar la vida en cosas oscuras, son momentos en que la tristeza abre sus brazos para tapar con un manto el día y convierte las palabras en piedras, los recuerdos en ilusiones y las cosas se convierten en excusas, en asfixia, como si el acta de defunción la empezara a escribir la persona antes de tomar duras decisiones... es un silencio peligroso que se lamenta... no puedo dejar de pensar en Jaime Cifuentes o en Enrique Ponce de León dos personas que conocí en dos momentos de mi vida muy distintos, Jaime cuando estaba en el colegio y Enrique como profesor en el Magíster, ambos apretaron el gatillo apuntando hacia sí mismos. Las vidas de ambos nos dejaron con interrogantes distintas, ambos con cartas de despedida, sus miradas aún están dentro de esas imagenes sin desvanecerse en mi olvido.La nueva vida de ambos parece ser perfecta, ambos exitosos, inteligentes y reconocidos profesionalmente hacen parecer una pareja sólida. Marión satisfecha y tranquila decide tomar un semestre sabático para escribir un libro... entre tanto ruido de las construcción mejor arrendar una oficina para hacerlo.
Así en una nueva oficina comienza la inspiración para escribir, en medio del silencio unas voces se empiezan a oir de otra sala del edificio, es la consulta de un siquiatra, en un principio a Marión no le interesa escuchar que dicen otras personas, así que tapa el sonido con unos cojines... pero en un momento de sueño comienza a despertar lentamente con el sonido de una mujer que parece perturbada por una vida lúgubre y desesperanzada. Al mirar de reojo por la puerta ve que es una mujer embarazada Hope (Mia Farrow).
Puede ser paradoja o no, pero ¿un recuerdo es algo que se tiene o algo que se ha perdido?. En el caso de Marión parece que todo se le viene encima, sus amigos, su familia parecen presentarse uno a uno a decirle que todos sus logros no valen nada si no toma de una vez por toda atención a lo que sus sentimientos quieren. Su primer matrimonio terminó cuando ella se hizo un aborto porque un hijo no estaba en sus planes. Es tan fácil engañarse porque las cosas parecen estar bien, parece que todo marcha por la ruta correcta, sin tratar de corregir, en oníricos momentos la sinceridad comienza a pasearse en su realidad, con la dureza más crítica para Marión.
Pensé que había visto todo el cine de Bergman, pero en los ojos de Woody Allen, parecí encontrarme con Liv Ullman en Gena Rowlands, o Bibi Anderson en Mia Farrow, encontrarme con Erland Josephson o a Max Von Sydow... o será que la fotografía de Sven Nykvist viste los ropajes de Allen en algo intenso que hace que su humildad característica sea más genial... sentí que crecía el cine de Bergman, Woody Allen, la verdad y yo también.
La sinceridad con uno mismo es más dificil de lo que se cree, se hace tan fácil hablar de lo que le pasa a otros, de solucionar la vida de otros, mientras que el interior grita por un poco de verdad, por pasión, por una verdadera libertad...
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Another Woman en Wikipedia
4.- Trailer
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