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domingo, 1 de febrero de 2009

EL LECTOR

En los años treinta decir nazi no era un insulto, era una opción de vida, era el sueño de algo moderno que había levantado a Alemania de las cenizas del Tratado de Versalles. En Chile era mirado con admiración los procesos de Alemania e Italia, el fascismo parecía ser lo que venía.
Pero el tiempo dijo otra cosa, la megalomanía de Hitler comenzó a hacer daño en el resto de Europa y la muerte se transformó en algo imparable... después de la guerra los nazis habían desaparecido, y la cruz gamada era un signo amnésico. Nuremberg se convirtió ahora en el ojo de la justicia contra los crímenes de la humanidad. Hitler suicidado y quemado, mientras sus jerarcas que decidieron seguir viviendo fueron condenados o se escondieron en algún país latinoamericano, que con mano oficial, pero a escondidas les tendió ayuda.
Pero antes de la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes fueron nazis, adoraban a Hitler, creían en sus logros y eran capaces de lo que fuera por el bien de su país... cosa que cualquiera haría...

En un día de lluvia, en Berlin en la Postguerra, un joven llamado Michael (David Cross) mientras viajaba en un tranvía comienza a sentirse mal, al vomitar le ayuda mujer que lo cuida y lo envía de regreso a su hogar. Después de unos días acostado el joven vuelve a la casa de la mujer para agradece el gesto de auxilio... sin saber que esa mujer mayor sería el inicio del despertar sexual del joven, los encuentros comenzaron a hacerse más seguidos. Un amor escondido entre ambos separado por la diferencia de edad, es incomprendido, más cuando un joven aún no define sus sueños.

Hanna Schmitz (Kate Winslet) quiere a Michael, el es un joven impetuoso que ha desubierto en ella un pozo de felicidad, un lugar escondido donde reposar las soledades y ella ha encontrado un poco de paz entre las palabras que salen de su boca en cada historia que él le lee cada tarde antes de hacer el amor. Es que no cualquiera lee bien en voz alta, darle vida al personaje que se interpreta, es una forma de sentir lo que se cuenta, Hanna valora y disfruta tanto de escuchar relatos, como de hacer el amor con el niño. Las soledades se complementan... pero siguen siendo soledades.
Ambos sabían que las cosas terminarían tarde o temprano, que un amor escondido no puede ser eterno y ese día llega. La ausencia se nota en el silencio, en ese respirar que se oye más fuerte, en esa vida que sigue corriendo... y porque no decirlo, en el deseo de reencontrarse y recuperar lo que se vivió y lo que no se hizo.

El futuro se convirtió en presente y el pasado en un estante de libros, Michael entra a la universidad a estudiar derecho, en una de sus clases se lleva a los alumnos a presenciar un jucio por crímenes de guerra, las mujeres que atendían los campos de prisioneros de Auschwitz eran acusadas de torturas y asesinatos de los prisioneros. Entre ellas se encontraba Hanna, la misma mujer sola que había alegrado las bellas tardes de Michael en su adolescencia, la misma dulce mujer que le había cuidado mientras se enfermaba, la misma que se conmovía escuchando las lecturas de Homero, a la que se le escribían poemas... ella era la peor de todas... una Nazi...
¡Que increible la amnesia!, cuando ahora todos la enjuiciaban, los mismo que alguna vez levantaron el brazo derecho recto, con la mano estirada para saludar al Führer, ahora condenaban la barbarie que desconocieron...

Hablar de The Reader es algo delicado, cualquier palabra de más le quita la magia, por lo que sólo puedo decir que me conmoví con lo que vi... hay cosas tan pequeñas que ayudan a sentirse menos solos y que nos alegran el día. La soledad es algo que no se combate con otra persona al lado, se trata de un verdadero complemento, de amar completamente, de depositarse en el otro, dejar de estar solo es salir del cuerpo y esparcirse entre los demas, es viajar por el infinito, es soñar un futuro distinto al presente, es vivir cada segundo... es recibir en el beso unas manos que te apoyan, es entender los signos, es comprender las miradas, es amar y sentirse amado. En el lector la lucha entre la compañía y la soledad parece ser el camino entre los años hacia la redención.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- The Reader en Wikipedia
5.- Trailer

6.- Carteles en Impawards

jueves, 9 de octubre de 2008

LAS HORAS

La vida misma, cada momento de ella, cada gota de ella, aquí en este instante, ahora, en el Sol, en Regent's Park, fue suficiente, de hecho, demasiado...

Algo (entre las millones de cosas) que admiro de las mujeres es su solidaridad como género... será porque no estamos acostumbrados a ser discriminados como hombres que no veo ese sentir común femenino en mi género. Pero afortunadamente para las mujeres el siglo XX fue mejor, y en eso Virgina Woolf colocó la forma en la tinta para que se entendiera un nuevo mundo.
Todo parece ser fruto de procesos, de largas gestas en que el pasado pinta el futuro con el pincel del presente, pero la verdad es que son sólo horas... una suma de momentos especiales que se llenan de decisiones, que van y vuelven, nos acompañan y nos hacen pensar en cada momento.
Virgina en una hora de 1923 decidió escribir "La Señora Dolloway" en Inglaterra, mientras Laura Bown en una hora de 1951 de Los Angeles decide leer la novela escrita por Virginia y, como si hubiese un mundo paralelo Clarissa Vaughan pareciera vivir en parte la novela en el 2001.

La vida y la muerte de Virgina Woolf es fascinante, una mujer pionera que amó los libros como una ventana al mundo. Que deseaba ser más pero había nacido en una época distinta, no podía entrar a la universidad, sólo pudo contemplar el saber desde la ventana, pero desde estas se convirtió en una ensayista y escritora inmortal. El período entreguerras fue una explosión cultural que empapó la libertad y la personalidad de la Señora Dalloway.

La generación que creció en la Segunda Guerra Mundial, es la misma que supo de genocidios, de bombas atómicas y totalitarismos, la misma que se llenó de miedo y fantasía. Que construyó una sociedad prefabricada como los nuevos barrios del estilo americano de la Edad de oro. La Guerra había pasado, los hombres habían vuelto de su viaje por la muerte y sólo querían la paz de un hogar. A Laura Brown le tocó nacer en esa época como esposa ideal del Baby boom, ya se encontraba embarazada nuevamente, se quedaba sola con su hijo pequeño mientras el padre trabajaba dando es sustento diario. "¿por qué tenemos que hacer lo que la sociedad dice que debemos ser?". Cada hoja de "La Señora Dalloway" le va taladrando el interior de su conciencia, esperando que descubra la veta que hay dentro de ella...

El 2001 fue un año difícil para Nueva York, nuevamente surgió el miedo... ahora no eran las bombas desde el otro lado de la cortina de hierro, eran unos aviones que atravesaban edificios, era una enfermedad que se transmitía por el sexo, eran las conciencias que nuevamente nos hacían sincerarnos (al menos en nuestro interior) para ver que es lo que amamos realmente. Clarissa Vaughan no se quiere engañar, pese a su lesbianismo, aún sigue enamorada de su amigo Richard. Ni el SIDA ni la muerte la engañan... el amor grita desde su interior, sin que ella trate de escucharlo.

Las épocas son distintas, pero algo hay en el interior que hace que los momentos sean importantes, el tiempo de la sumisión sexual termina, las mujeres no son esa fabrica de personas y placer; la hora de esconderse entre lo moldeado terminaba mientras la tinta escribía en la mano de Virginia, mientras los ojos de Laura leían cada párrafo, mientras la verdad de Clarissa se despejaba. Ahora es el tiempo de secarse las lágrimas y creer, de crear de ser libre...

Por eso una persona es más hermosa cuando hace lo que quiere, cuando construye sus sueños, cuando busca los elementos para subir sus peldaños, cuando besa labios honestos, cuando se desnuda sin complejos morales. Cuando cada hora que vive es trascendental para su entorno. No importa la època ni el país lo que hacemos deja huella, después vendran otras generaciones que descubirán las represiones que aún nosotros no notamos, pero pese a nuestras limitaciones algunos tratamos de hacer lo mejor para los que vienen, porque vivir es algo tan maravilloso que no queda tiempo para otra cosa que no sea eso.

Saludos a todos.



Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Película en Wikipedia
4.- Las Horas en Cineismo
5.- Trailer

6.- Fotogramas

7.- Banda sonora de Philip Glass
Boomp3.com