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martes, 12 de julio de 2011

TROPA DE ELITE

Tengo una compañera que está en la oficina que viene de Estados Unidos y desde su llegada le ha tocado ver un país distinto a lo que nosotros conocemos... porque este año ha estado lleno de marchas y manifestaciones, avisos de bombas y otras cosas que no se veían desde hace muchos años. Tanto así que en los noticiarios de Estados Unidos llegaron las noticias de las manifestaciones estudiantiles, a los ojos de los padres de mi compañera de trabajo... ellos muy preocupados llamaron a su hija advirtiéndola del caos que se veía en la ciudad, nosotros trabajando en pleno Paseo Ahumada vemos el "espectáculo" desde nuestra ventanas... en medio del olor a bombas lacrimógenas nos damos cuenta que la verdad es casi todo un show, montado por ambas partes, por un lado los estudiantes que tratan de marchar hacia la Alameda y por otra parte el grupo de fuerzas especiales que también toma una actitud beligerante y seria como si estuvieran en un campo de batalla... lo que la televisión muestra es una edición muy limitada de lo que ocurre y salvo algunos incidentes que si son graves... el resto es casi un chiste o más bien parte del circo de ambos.


Las favelas son algo muy distinto y mucho mas rudo que nuestras performance de violencia policial... el problema es que entre cerros urbanizados traficantes y policías sólo se diferencian por el uniforme (y nada más) y a veces incluso les venden las armas... en ese mundo extraño sin ley... o en que la ley la coloca el que tiene más balas las éticas se vuelven distintas y ahí es donde se necesita una entidad superior a lo cotidiano... esa es el BOPE (Batall´n de Operaciones especiales), paradójicamente son policías pero de élite. En ese grupo se encuentra el capitán Nascimento (Wagner Moura) con una nueva misión... El Papa Juan Pablo Segundo quiere dormir en un lugar cercano a las favelas.

Por descabellado que parece la idea hay que acatar y defender el descanso del Papa, pero entre tanta violencia es muy dificil llegar todos los días a la casa... por lo mismo Nascimento quiere dejar su puesto para dedicarse a su futuro hijo que está por nacer. Así en medio de un incidente Nascimento cree encontrar a la persona que le reemplace el problema es que son dos amigos policías que no se alcanzaron a corromper con los policías Neto (Caio Junqueira) y Matías (André Ramiro), el primero encargado de los autos y el segundo estudiando derecho, después de ver tanta basura en la policía el BOPE se convierte en ese grito de verdadera justicia por lo que se convierten en grandes policías.

Mientras veo la fotmación creo entender lo que pasa por las cabezas de las fuerzas especiales de Chile, no tanto porque acá luchen contra los grandes mafiosos, de hecho creo nunca lo harán... tienen un arsenal y una vestimenta que pareciera ser para ir a Afganistán, pero la verdad es para reprimir marchas y avances... y defender otros intereses que no necesariamente son los contribuyentes... lo que realmente los unen es la adrenalina de la violencia... esas ganas que tienen algunos de destruir... pero el uniforme los protege... los bototos quedan marcados en algunos colegios, los bastones y la arrogancia que provoca y la verdad... no protege mucho... es lo más cercano que ellos pueden tener a una batalla... que lejos están del BOPE... pero a la vez que cerca de la irracionalidad... que fácil es alienarse... y que importante es ver Tropa de Elite... un poco de la mirada de los otros de lo que muchos no somos (y que no sería jamás)... de como la ira nos vuelve en esos hombres de verde que en las calles de Chile están con cascos esperando que aparezcan los cabeza calientes y comience otro show.

Saludos a todos.

Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Tropa de Elite en Wikipedia
4.- Tropa de Elite en Cuevana
5.- Trailer

miércoles, 20 de junio de 2007

BUS 174

La violencia es una herramienta de los cobardes, la usan cuando no se pueden demostrar con razón las cosas. El miedo a la vez es algo que crece a medida que nuestros años pasan… y sin querer, cuando estamos asustados el miedo nos traiciona y nos hace capaces de hacer las cosas menos pensadas.

En el caso de Sandro, un asalto al bus 174 cerca del Jardín Botánico en Río de Janeiro se transforma en el horror, cuando se siente descubierto en una torpe acción decide tomar de rehenes a los pasajeros del bus…

¿Les suena conocida la historia? Puede ser porque la noticia saltó fronteras y llegó nuestros oídos como esos cortos internacionales que no duran menos de quince segundos, y que en los diarios no alcanza ni media columna… o tal vez en un documental de Discovery Channel.

La toma de rehenes del bus 174, es una noticia impactante para el Brasil de esta década, en la era de los realitys… la situación de este joven es seguida por millones de televidentes en Brasil. Como todas las tomas de rehenes en América del Sur siempre terminan mal para el secuestrador (menos en Colombia), en este caso no es la excepción… pero la historia del maldito ladrón que secuestra…tiene un perfil distinto al de todo ladrón… Sandro Do Nacimento es un niño de la calle.

Es parte de la ciudad invisible, esa que nos pide a gritos que la veamos… pero que nuestros ojos la transforman en árboles, postes, bancos de las plazas… en otra parte del mobiliario urbano, son esos manos que se acercan cuando el semáforo está en rojo. Son esos niños que piden, los que habitan la ciudad mientras dormimos en que el alimento diario es el neoprén, y el frío es su manta nocturna… son esos los niños que roban, los que mueren… y los que en este momento están en la calle… como alguna vez lo estuvo Sandro.

Los lentes de todas las cámaras apuntan al bus detenido, los policías con toda la adrenalina y el poder de su lado para masacrar cuando puedan, se mantienen a la expectativa de los movimientos del secuestrador… Los televisores y las radios se mantienen atentos al desenlace de esta historia.

Ese doce de junio del 2000, la historia terminó mal… el odio pudo más que la razón, ese día todos se transformaron en delincuentes… el secuestrador, los policías deseosos de sangre, los periodistas esperando la masacre y los que curiosos que sólo querían linchar al asaltante.

Ese doce de junio en Río de Janeiro, lo humano cedió a lo visceral, al miedo y al desprecio… desapareciendo la noticia en unos días nuevamente… Pero José Padilha fue más allá que la propia muerte… más que esas horas de secuestro… fue a las fuentes de la vida del joven secuestrador… ahí aparecen los fantasma del asesinato de su madre cuando fue niño (y delante de él), es el asesinato de niños de la calle por parte de la policía… es el miedo y los sueños que se van desvaneciendo como su cuerpo… Como nuestra consistencia como personas se nutre de sueños… por cada sueño que perdemos, nuestra vida se va esfumando hasta ser parte de los sin sueños, los que la vida es sólo un castigo.

Eso es lo que no vemos, no vemos los sueños ajenos, los niños de la calle, los ancianos abandonados, entre ese color en la piel tostado de tanto días de sol, entre esa ropa oscura… la esperanza sólo es seguir con vida. Padilha muestra la ciudad invisible, la que grita para hacerse presente… para poder soñar… para poder vivir como todos.

Saludos.

En Chile la película está en algunos video club, o en algunas bibliotecas

Bonus Tracks
1.- Página en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Página de la película
4.- Sobre Sandro Do Nacimento
5.- Otro comentario
6.- Escenas escogidas para este blog




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